Un velatorio con luces de fiesta
La c¨²pula del PP re¨²ne a los l¨ªderes regionales el d¨ªa que Feij¨®o insin¨²a la posibilidad de no convertirse en presidente
Pocas veces un funeral pol¨ªtico cont¨® con tanto despliegue esc¨¦nico. Simpatizantes, m¨²sica entusiasta, los l¨ªderes auton¨®micos de todo el pa¨ªs y un castillo del siglo XI, para insinuar ante todos ellos lo que parece evidente: la posibilidad de que Alberto N¨²?ez Feij¨®o no sea investido presidente el pr¨®ximo 26 y 27 de septiembre. ¡°Mejor perder una investidura que perder E...
Pocas veces un funeral pol¨ªtico cont¨® con tanto despliegue esc¨¦nico. Simpatizantes, m¨²sica entusiasta, los l¨ªderes auton¨®micos de todo el pa¨ªs y un castillo del siglo XI, para insinuar ante todos ellos lo que parece evidente: la posibilidad de que Alberto N¨²?ez Feij¨®o no sea investido presidente el pr¨®ximo 26 y 27 de septiembre. ¡°Mejor perder una investidura que perder Espa?a¡±, justific¨®.
Este domingo en Pontevedra, el l¨ªder de los populares dio por ¡°inaugurado el curso pol¨ªtico¡± como se ha hecho siempre en el colegio: con abrazos renovados entre los viejos compa?eros, sonrisas al ver a los nuevos, envidiables bronceados, ropa informal, camisas remangadas y lino para soportar el calor. ¡°?Qu¨¦ tal tu hija?¡±, ¡°?Al final fuiste a Italia?¡±, ¡°?qu¨¦ duro volver a Madrid?¡±, comentaban diputados y altos cargos llegados hasta Galicia antes de la aparici¨®n de Feij¨®o. Ah¨ª estaban los presidentes auton¨®micos de Arag¨®n, Jorge Azc¨®n; el de Murcia, Fernando L¨®pez Miras; el de Andaluc¨ªa, Juan Manuel Moreno Bonilla; el de Galicia, Alfonso Rueda, o las presidentas de Baleares, Marga Prohens, y de Extremadura, Mar¨ªa Guardiola, que se estrenaba en la cita anual.
Todos ellos se pusieron en pie cuando Feij¨®o y Mariano Rajoy hicieron aparici¨®n al pie del castillo de Soutomaior durante un acto en la fortaleza que escond¨ªa un simb¨®lico mensaje para los gallegos: ¡°Hemos vuelto a nuestro castillo¡±, aunque el evento tuviera que celebrarse a toda prisa para que no se solapara con una boda. Junto a Feij¨®o y Rajoy, hab¨ªa centenares de simpatizantes, militantes y altos cargos del partido, entre ellos El¨ªas Bendodo, Cuca Gamarra o Borja S¨¦mper, para dar comienzo al curso pol¨ªtico, como si en alg¨²n momento este hubiera terminado. La organizaci¨®n del evento segu¨ªa las pautas de los m¨ªtines de la campa?a: m¨²sica, frases para el aplauso y un atril rodeado de simpatizantes con las almenas de fondo del poder feudal. El trasfondo del mensaje era, sin embargo, bastante m¨¢s lac¨®nico que los de hace cinco semanas. Ya no se hablaba de mayor¨ªas absolutas sino de los ¡°chantajes¡± a los que ser¨¢ sometido Pedro S¨¢nchez para mantener la presidencia.
A pesar del alto nivel de los convocados, el tono era de duelo. Por primera vez, Feij¨®o admiti¨® la posibilidad de que no salga adelante la votaci¨®n de investidura y que seguir¨¢ siendo l¨ªder de la oposici¨®n a final de septiembre. ¡°Estamos a cuatro votos de la investidura¡±, dijo, los mismos cuatro chantajes que tendr¨¢ que soportar S¨¢nchez si quiere gobernar, a?adi¨®: ¡°Una amnist¨ªa, un refer¨¦ndum de independencia, un Gobierno formado por 24 partidos y la quiebra del principio de igualdad. Eso es lo que le separa de la investidura¡±, dijo de S¨¢nchez.
Entre los que estaban en primera fila, el presidente andaluz, Juanma Moreno, era de los que m¨¢s selfis regalaba y m¨¢s abrazos recib¨ªa. A cuatro sillas de pl¨¢stico de ¨¦l, m¨¢s desubicada, Guardiola volv¨ªa a la primera l¨ªnea de las fotos despu¨¦s de los convulsos d¨ªas de julio, cuando tuvo que pasar por Madrid a recibir instrucciones para desbloquear su llegada al poder en Extremadura. A veces escrib¨ªa en el m¨®vil, a veces hablaba con alg¨²n periodista y a veces sonre¨ªa al viento, transmitiendo una sensaci¨®n inc¨®moda en su regreso al Olimpo de G¨¦nova despu¨¦s de que muchos la se?alaran como una de las responsables del resultado del 23 de julio.
A falta de anuncios de mayor enjundia para festejar, los populares se recrearon en celebrar la conquista del castillo de Soutomaior, un agravio que arrastraba como un dolor profundo desde que hace siete a?os la Diputaci¨®n de Pontevedra, bajo el mando de los socialistas, los expulsara del castillo y prohibiera la utilizaci¨®n pol¨ªtica del recinto. La fortaleza, un espectacular reciento de piedra del siglo XI, se hab¨ªa convertido en lugar de reuni¨®n anual al final de cada verano desde que Rajoy lleg¨® al poder. La tradici¨®n lleg¨® a su fin cuando hace siete a?os la socialista Carmela Silva gan¨® la Diputaci¨®n y los populares fueron desterrados a un p¨¢ramo de Ourense. Tras reconquistar el organismo provincial el 28-M, Luis L¨®pez, nuevo presidente, anunci¨® su intenci¨®n de recuperar el castillo y quitarse la espina. El lugar, dijo Feij¨®o, mirando a Rajoy, es importante ¡°porque aqu¨ª empez¨® todo¡±, a?adi¨® en referencia a su etapa como presidente. En el castillo ya no quedaban ni las placas que recordaban que la restauraci¨®n del recinto se hizo cuando el PP mandaba en Espa?a y en la Xunta.
Cuando Feij¨®o termin¨® de hablar, los dirigentes populares se fueron a comer juntos. En el aire quedaba una extra?a sensaci¨®n de derrota.