La amnist¨ªa y las lecciones del ¡®proc¨¦s¡¯

La fallida investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que le ha consolidado internamente al congraciarse con el sector m¨¢s duro de su partido, pero le ha distanciado a¨²n m¨¢s de hipot¨¦ticos socios como el PNV, abre el camino a Pedro S¨¢nchez, que ha esperado a que el dirigente del PP se fuese cociendo a fuego lento en el ¨²ltimo mes, a la par que ha avanzado discretamente para tejer las alianzas que necesita para continuar en La Moncloa.

El peaje de la investidura ...

La fallida investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que le ha consolidado internamente al congraciarse con el sector m¨¢s duro de su partido, pero le ha distanciado a¨²n m¨¢s de hipot¨¦ticos socios como el PNV, abre el camino a Pedro S¨¢nchez, que ha esperado a que el dirigente del PP se fuese cociendo a fuego lento en el ¨²ltimo mes, a la par que ha avanzado discretamente para tejer las alianzas que necesita para continuar en La Moncloa.

El peaje de la investidura parec¨ªa claro hasta ahora: una amnist¨ªa para los protagonistas del proc¨¦s y, se supone, para las decenas de personas inmersas en las causas judiciales derivadas, como las que se abrieron por las violentas protestas callejeras que se produjeron tras la sentencia del Tribunal Supremo.

La ley de amnist¨ªa, se llame as¨ª o de otra manera, es un debate que inflama a buena parte de la sociedad, pese a que a¨²n se desconoce todo o casi todo. ?Se remontar¨¢ a 2014, con la primera consulta ilegal promovida por Artur Mas, o se limitar¨¢ a los ocurrido en 2017? ?Cu¨¢l ser¨¢ la fecha m¨¢xima de los hechos que podr¨¢n acogerse a la medida de gracia? ?Qu¨¦ dir¨¢ la exposici¨®n de motivos de la ley para justificar la aprobaci¨®n de la norma? ?Qu¨¦ relato recoger¨¢ de lo ocurrido en esos ominosos a?os? ?Qu¨¦ compromiso tendr¨ªan que adquirir los beneficiados por la ley cuando decidan acogerse a la amnist¨ªa?

Es razonable que no se sepa a¨²n la respuesta a ninguna de estas preguntas, toda vez que la amnist¨ªa no estaba incluida en el programa electoral del PSOE en las elecciones del 23-J ni formaba parte conocida de su pol¨ªtica de apaciguamiento en Catalu?a. Si la amnist¨ªa est¨¢ en el debate p¨²blico en la actualidad es exclusivamente porque S¨¢nchez necesita los votos de los independentistas para seguir al frente del Ejecutivo.

Tras el confirmado fiasco de Feij¨®o y a la espera de conocer al detalle las innumerables inc¨®gnitas de la ley, el principal problema para que S¨¢nchez renueve su mandato es hoy (y ma?ana y pasado) la competici¨®n que mantienen Junts y ERC para ver cu¨¢l de las dos defiende con m¨¢s vigor las esencias del independentismo y cu¨¢l cree que consigue m¨¢s cesiones del PSOE. Las dos formaciones, que llevaron a la Generalitat al colapso hace solo seis a?os con su irresponsable golpe a las normas b¨¢sicas de un Estado de derecho, est¨¢n de nuevo ante una decisi¨®n trascendental en la que tendr¨¢n que demostrar si han aprendido algo o no de lo acontecido en 2017.

De forma coyuntural (es decir, tras los resultados del 23-J), en el Congreso de los Diputados hay una mayor¨ªa suficiente para aprobar una amnist¨ªa (imprevista) y un presidente del Gobierno en funciones dispuesto a asumir el coste de una iniciativa que contradice su palabra y su trayectoria; que va a disparar la crispaci¨®n social y que puede tener consecuencias imprevisibles en un electorado extremadamente polarizado.

La decisi¨®n de ERC y Junts de seguir apostando al alza (l¨¦ase la exigencia de un refer¨¦ndum) hace imposible transitar un camino ya de por s¨ª lleno de espinas. Puede que todo sea una escenificaci¨®n, que todo sean fuegos pirot¨¦cnicos por el aniversario del 1-O¡­ O puede ser que el independentismo no haya entendido nada. Sin m¨¢s. No ser¨ªa imposible, dado que en juego est¨¢ Carles Puigdemont, quien decidi¨® lanzarse al precipicio de la ef¨ªmera independencia hace seis a?os por un tuit de Gabriel Rufi¨¢n.