Un popular m¨¦todo empresarial para facilitar la transferencia cient¨ªfica al mercado
Dos profesores de la Universidad de Murcia adaptan el sistema Lean Startup para que los cient¨ªficos avancen hacia investigaciones aplicables al mercado
Cuando pensamos en investigaci¨®n cient¨ªfica, el paso l¨®gico parece el de que sus resultados tengan una aplicaci¨®n pr¨¢ctica, que se puedan trasladar a la vida real. Sin embargo, la transferencia de conocimientos desde la universidad a las empresas es una gran asignatura pendiente en Espa?a. Las empresas privadas apenas financiaron un 5,6% de los proyectos de investiga...
Cuando pensamos en investigaci¨®n cient¨ªfica, el paso l¨®gico parece el de que sus resultados tengan una aplicaci¨®n pr¨¢ctica, que se puedan trasladar a la vida real. Sin embargo, la transferencia de conocimientos desde la universidad a las empresas es una gran asignatura pendiente en Espa?a. Las empresas privadas apenas financiaron un 5,6% de los proyectos de investigaci¨®n de las universidades en 2019, lo que evidencia la enorme brecha entre el laboratorio y el mercado. Para reducirla, dos profesores de la Universidad de Murcia (UMU) ha adaptado un m¨¦todo ampliamente utilizando en el mundo empresarial, el Lean Startup, para dar herramientas a los investigadores con las que, de manera ¨¢gil, puedan comprobar el inter¨¦s que despiertan sus trabajos en el mercado y si con peque?os cambios podr¨ªan ser m¨¢s ¨²tiles.
El Lean Startup surgi¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada, en 2011, en Silicon Valley, y revolucion¨® la forma de plantearse la creaci¨®n de empresas. Desech¨® la compleja elaboraci¨®n de planes de negocio y la fabricaci¨®n de productos supuestamente perfectos, y lo sustituy¨® por una idea mucho m¨¢s pr¨¢ctica: mostrar al posible cliente una idea de producto (un ¡°producto m¨ªnimo viable¡±) antes incluso de tenerlo terminado, para detectar lo m¨¢s r¨¢pido posible necesidades y problemas, hacer los cambios pertinentes y evitarse el chasco de construir algo que nadie quiere comprar.
¡±Ahora esa metodolog¨ªa est¨¢ muy interiorizada entre los emprendedores, especialmente tecnol¨®gicos y digitales, pero fue completamente rompedora, porque acababa con la forma de hacer negocios hasta ese momento, minimizaba los riesgos y eliminaba esfuerzos de desarrollo innecesarios¡±, explican a EL PA?S Jos¨¦ Javier Ruiz y Carmen Mora, profesores asociados del departamento de Comercializaci¨®n e Investigaci¨®n de Mercados de la Facultad de Empresa de la UMU y fundadores de Prism¨¢tico Innova, una consultora especializada en metodolog¨ªas ¨¢giles. Cuando la universidad les propuso en 2021 asesorar a grupos de investigaci¨®n para mejorar la transferencia de los resultados de sus proyectos, comenzaron a aplicar con una quincena de cient¨ªficos que se implicaron en el proyecto diferentes partes del ¡°Lean Startup¡±. Y la experiencia, coinciden unos y otros, fue ¡°muy positiva¡±, aunque cost¨® que confiaran en ella al principio.
¡±Tienes que hacer un reseteo total de tu cabeza. Dividirla en dos partes: la cient¨ªfica y la empresarial. Y nosotros no somos empresarios, por eso cuesta¡±, resume la doctora Raquel Romar, del departamento de Fisiolog¨ªa de la Facultad de Veterinaria de la UMU, una de las primeras en testar esta metodolog¨ªa. Entr¨® en contacto con Ruiz y Mora a la vez que daba los primeros pasos la empresa de base tecnol¨®gica de la que es cofundadora, Embryocloud, que ofrece soluciones para la reproducci¨®n asistida en animales. En aquel momento, la idea de la investigadora era comercializar un nuevo aditivo para mejorar los medios de cultivo que se emplean para llevar a cabo fecundaciones in vitro. Ruiz y Mora propusieron algo tan sencillo como preguntar a sus posibles clientes si estaban interesados en ese producto y la respuesta fue que no. De la aplicaci¨®n del Lean Startup concluyeron que lo que la industria necesitaba no era un aditivo, sino un medio de cultivo completo, ya listo para usar, que integrase ese componente. ¡°Nos ayudaron a repensar nuestra investigaci¨®n, nuestro producto, y eso nos ha ayudado a mejorar nuestra oferta¡±, relata la investigadora, que reconoce que el m¨¦todo fue, cuanto menos chocante, porque comenzaron a presentar a la empresas el medio de cultivo a pesar de que a¨²n no lo ten¨ªan desarrollado: el mencionado ¡°producto m¨ªnimo viable¡±.
Romar insiste en que, desde una mente de cient¨ªfica, fue muy complicado ofrecer algo que ¡°todav¨ªa no exist¨ªa¡±. Como investigadora, asegura, nunca publicar¨ªa algo que no est¨¢ perfectamente demostrado, experimentado y desarrollado, puesto que estar¨ªa jug¨¢ndose su prestigio. Sin embargo, insiste, ¡°el mercado no funciona igual, y eso es lo que nos ha cambiado este m¨¦todo a la hora de trabajar¡±.
Mora insiste que la intenci¨®n del m¨¦todo no es ¡°influir en los investigadores y en sus proyectos¡±, sino ayudarles a hacer ¡°una investigaci¨®n m¨¢s ¨²til¡±, a integrar en sus planteamientos una ¡°cultura del emprendimiento¡± que les permita ¡°llenar de prop¨®sito la ciencia¡±, m¨¢s all¨¢ del mero af¨¢n por publicar.
Ese inter¨¦s por publicar, se?ala la investigadora veterinaria, nace de un problema estructural del sistema universitario espa?ol, por el que la carrera investigadora solo se desarrolla en base a las horas dedicadas a la docencia, a la gesti¨®n y a las publicaciones en medios especializados. ¡°La transferencia no ha contado para nada jam¨¢s, no se ha puesto en valor. Entonces yo, como investigadora, no tengo ninguna necesidad de transferir, porque no me reporta nada. Si lo hago, es a costa de mi tiempo, porque la universidad no me va a restar horas de clase, o de investigaci¨®n, o de gesti¨®n. Si yo quiero desarrollar mi carrera, si quiero llegar a catedr¨¢tica, solo importa lo que he publicado. Y si me dedico a la transferencia, eso me va a quitar tiempo para publicar¡±, apunta.
Por eso, otro de los investigadores que ha probado el m¨¦todo, el catedr¨¢tico de Anatom¨ªa Octavio L¨®pez, considera que ¡°la primera resistencia que hay que superar es la de salir del laboratorio¡± porque, en general, los investigadores no se plantean si la investigaci¨®n es ¨²til o no, sino solo si es ¡°publicable o patentable¡±.
El grupo de investigaci¨®n del que forma parte es referente a nivel mundial en el desarrollo y elaboraci¨®n de plastinados, una t¨¦cnica de conservaci¨®n de ¨®rganos que permite sustituir el agua y la grasa por un pol¨ªmero de manera que el ¨®rgano se puede estudiar y manipular sin que se estropee y sin necesidad de mantenerlo en formol. Al abrirse a probar el Lean Startup, comprobaron que pod¨ªan hacer esos ¨®rganos m¨¢s ¨²tiles para la docencia haci¨¦ndolos m¨¢s flexibles, aunque perdieran con ello un peque?o punto de perfecci¨®n anat¨®mica.
Fruto de estas colaboraciones, Ruiz y Mora decidieron adaptar formalmente el Lean Startup a las particularidades del mundo de la investigaci¨®n donde, por ejemplo, los tiempos de comprobaci¨®n son m¨¢s largos que en otro tipo de proyectos empresariales o donde tiene un peso muy importante el ¡°riesgo de invenci¨®n¡±, que invalidar¨ªa el proyecto final. Con el material recopilado han publicado un manual, ¡°Lean Startup para cient¨ªficos¡±, que pretende servir de gu¨ªa a los investigadores que buscan una v¨ªa de transferencia del conocimiento. La novedad, explica Mora, es que por primera vez se ha hecho una adaptaci¨®n completa de este m¨¦todo empresarial de forma ordenada, con todas las pautas concretas a seguir. El trabajo m¨¢s duro, reconoce Ruiz, es que los cient¨ªficos interioricen la idea de que salir del laboratorio puede ser enriquecedor, no solo para la sociedad, sino para los propios proyectos.