Marlaska alega que la devoluci¨®n de menores a Marruecos se hizo en ¡°inter¨¦s¡± de los expulsados

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha referido este martes a la sentencia del Tribunal Supremo que ha considerado ilegal la devoluci¨®n a Marruecos, en agosto de 2021, de 45 menores que se hab¨ªan colado en Ceuta en mayo de ese a?o, cuando se produjo la entrada de m¨¢s de 10.000 personas en la ciudad. El ministro ha manifestado su ¡°respeto¡± por la sentencia y ha alegado que ¡°las autoridades competentes en la materia actuaron en todo momento con el convencimiento pleno de ajustarse al ordenamiento jur¨ªdico y siempre bajo el principio del inter¨¦s superior del menor¡±. Fuentes del ministerio han descartado que se plantee asumir cualquier responsabilidad pol¨ªtica tras la sentencia.

En sus declaraciones, Grande-Marlaska ha hecho referencia a las ¡°autoridades competentes¡±, minimizando el papel que su departamento tuvo en esta actuaci¨®n. Fue el Ministerio del Interior el que negoci¨® con Marruecos la devoluci¨®n de los menores y el que coordin¨® y dio instrucciones a la Delegaci¨®n de Gobierno de la ciudad y al Gobierno local para llevar a cabo las devoluciones. Estas comunicaciones se hicieron a trav¨¦s de correos electr¨®nicos desde el ministerio y, a pesar de que no se firmaron, la propia delegada del Gobierno de Ceuta asegur¨®, en una de sus comparecencias ante la justicia, que, aunque la petici¨®n de devolver a los menores parti¨® del Gobierno de Ceuta, todas las gestiones las impuls¨® el Ministerio del Interior. La entonces delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, cont¨® que se produjo una reuni¨®n en Madrid el 28 de julio, un par de semanas antes de que se produjesen las expulsiones. ¡°Se llev¨® [el asunto] personalmente a Madrid a hablar con el ministro, el ministerio se puso en esos momentos en contacto con Marruecos y vieron a bien llevar a cabo el convenio este¡±, dijo.

El convenio al que se refiri¨® la delegada del Gobierno fue el texto en el que se fundament¨® la legalidad de las expulsiones. Se trata de un acuerdo entre Espa?a y Marruecos, en vigor desde 2007, en el que se establecen las m¨ªnimas bases para retornar menores extranjeros no acompa?ados. El acuerdo, sin embargo, no entra al detalle de c¨®mo debe hacerse y, seg¨²n han ido dictaminando las diferentes instancias que han estudiado el caso, el convenio no exime el cumplimiento de la legislaci¨®n nacional e internacional. La Ley de Extranjer¨ªa deja claro que para retornar menores extranjeros, deben seguirse varios tr¨¢mites, entre ellos que se abra un procedimiento administrativo individual a cada afectado, se recabe informaci¨®n sobre ¨¦l y su entorno familiar, se celebre una audiencia con el menor y se reclame la intervenci¨®n de la Fiscal¨ªa. Nada de esto se hizo, seg¨²n ha confirmado el Supremo.

Grande-Marlaska ha asegurado este martes que el inter¨¦s del menor fue ¡°el principio b¨¢sico¡± que orient¨® la operaci¨®n. ¡°Y en ese sentido, vuelvo a repetir, estoy absolutamente convencido de que las autoridades competentes, en este caso como en otros, actuaron con un convencimiento pleno de ajustar su actuaci¨®n al ordenamiento jur¨ªdico e inspirados en todo momento por el inter¨¦s del menor¡±, a?adi¨®.

En el estudio del caso, la Fiscal¨ªa compareci¨® para aportar su an¨¢lisis del procedimiento. El ministerio p¨²blico mantuvo que la forma de actuar ¡°determin¨® una puesta en peligro de la integridad f¨ªsica y moral de los menores, sin ajustarse al criterio orientador del inter¨¦s superior del menor¡±. La Fiscal¨ªa reforz¨® su tesis con una exposici¨®n de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el derecho fundamental a la integridad f¨ªsica y moral, con especial referencia a lo que este exige en materia de protecci¨®n de los menores. En la sentencia, el Supremo considera que la ¡°excelente exposici¨®n¡± de la Fiscal¨ªa ¡°no admite r¨¦plica¡±. Es claro, dice el Supremo, ¡°que la integridad f¨ªsica y moral es vulnerada tambi¨¦n cuando se pone a una persona en serio peligro de sufrir un padecimiento corporal o ps¨ªquico; algo que en el presente caso no puede negarse que ocurriera¡±.