?balos y la pol¨ªtica sin piedad
El ?balos que fue secretario de Organizaci¨®n del PSOE habr¨ªa exigido al ?balos diputado salpicado por un caso de corrupci¨®n la renuncia sin titubeos
Como dirigente experimentado que es, Jos¨¦ Luis ?balos conoce a la perfecci¨®n la diferencia entre la responsabilidad pol¨ªtica y la penal. Puede que la investigaci¨®n de la justicia no lo haya alcanzado a¨²n, y puede que no lo alcance nunca, pero el esc¨¢ndalo de las comisiones en la compra de mascarillas en el que est¨¢ implicado un estrecho colaborador suyo entra de lleno, sin matices, en la primera esfera. ?balos, exminist...
Como dirigente experimentado que es, Jos¨¦ Luis ?balos conoce a la perfecci¨®n la diferencia entre la responsabilidad pol¨ªtica y la penal. Puede que la investigaci¨®n de la justicia no lo haya alcanzado a¨²n, y puede que no lo alcance nunca, pero el esc¨¢ndalo de las comisiones en la compra de mascarillas en el que est¨¢ implicado un estrecho colaborador suyo entra de lleno, sin matices, en la primera esfera. ?balos, exministro de Fomento y ex n¨²mero tres del PSOE, lo sabe y, sin embargo, ha preferido atrincherarse en el esca?o, pasar al Grupo Mixto y asumir la suspensi¨®n de militancia del partido al que pertenece desde hace cuatro d¨¦cadas.
Los argumentos que ha ofrecido para no renunciar a su acta de diputado suenan huecos, con algunas afirmaciones (¡°no pienso acabar mi carrera como un corrupto cuando soy inocente¡±, ¡°me enfrento a todo el poder pol¨ªtico¡±) m¨¢s propias de un primerizo en el cruel ejercicio de la pol¨ªtica que de alguien que tiene un posdoctorado en la vida org¨¢nica de un partido. Y si algo conoce el pol¨ªtico valenciano al dedillo es c¨®mo funciona la maquinaria socialista. El ?balos que fue secretario de Organizaci¨®n del PSOE habr¨ªa exigido al ?balos diputado salpicado por un caso de corrupci¨®n la renuncia sin titubeos, sin remordimientos. Sin piedad.
La decisi¨®n de seguir como diputado es un punto y seguido en el extra?o e inexplicado distanciamiento entre ?balos y Pedro S¨¢nchez. Junto a Adriana Lastra, ?balos fue de los escasos cargos socialistas que apostaron por S¨¢nchez cuando este decidi¨® librar una batalla sin cuartel contra Susana D¨ªaz y casi todos los nobles del partido por el liderazgo del PSOE. En 2021, su defenestraci¨®n como ministro y n¨²mero tres del partido ya fue sorprendente, porque nadie vio venir su ca¨ªda en desgracia. Lo ocurrido estos d¨ªas es la demostraci¨®n de que hay cap¨ªtulos por escribir.
El desaf¨ªo de ?balos a S¨¢nchez a?ade algo m¨¢s de complejidad a una legislatura en la que todo parece cogido con alfileres. Si en el plano institucional la amnist¨ªa est¨¢ condicionando casi toda la acci¨®n del Gobierno, en el plano org¨¢nico S¨¢nchez tiene ante s¨ª, aparentemente, una peque?a v¨ªa de agua. Pero ojo: en el PSOE las peque?as v¨ªas se convierten sin soluci¨®n de continuidad en torrentes descontrolados.