Diagn¨®stico: hipotensi¨®n
El ¨¢nimo de los asistentes a la manifestaci¨®n del PP est¨¢ contenido hasta que aparece ella: Isabel D¨ªaz Ayuso
Pasadas las once de la ma?ana, un runner poblado de canas camina por el inicio del Paseo de la Castellana. Lleva dos perros peque?os y una camiseta en la que pone Vete ya, S¨¢nchez, con lo que una intuye que es su uniforme para mantenerse en forma de manera estructural, no porque este domingo el PP haya convocado una concentraci¨®n para protestar por la amnist¨ªa y en defensa de la igualdad de los espa?oles en la Puerta de Alcal¨¢. Muy cerca, en la esquina de la tienda de Loewe, aparecen ellas: las rubias S¨²per Espa?a.
Son rubias porque han obedecido a esa llamada un¨¢nime de l...
Pasadas las once de la ma?ana, un runner poblado de canas camina por el inicio del Paseo de la Castellana. Lleva dos perros peque?os y una camiseta en la que pone Vete ya, S¨¢nchez, con lo que una intuye que es su uniforme para mantenerse en forma de manera estructural, no porque este domingo el PP haya convocado una concentraci¨®n para protestar por la amnist¨ªa y en defensa de la igualdad de los espa?oles en la Puerta de Alcal¨¢. Muy cerca, en la esquina de la tienda de Loewe, aparecen ellas: las rubias S¨²per Espa?a.
Son rubias porque han obedecido a esa llamada un¨¢nime de las peluquer¨ªas cuando se van cumpliendo los a?os. Esa que advierte de que hay que aclarar el tono capilar porque las melenas oscuras endurecen el gesto y echan a?os. Y son S¨²per Espa?a porque al outfit del domingo han a?adido la bandera. Al cuello, a la cintura, como pareo, en la gorra, en la mu?eca y en las gafas. En la correa de las mascotas.
A la altura de Prada una se?ora llama por tel¨¦fono a Nano. Le da muchas gracias por lo de anoche, ¡°porque estaba todo buen¨ªsimo¡±, pero tambi¨¦n quiere saber si est¨¢n en la manifestaci¨®n. Lamentablemente, Nano est¨¢ camino de La Toja. ¡°Hay gente, pero tampoco es arrollador. Es que lo han anunciado poco¡±, dice su amiga. Imposible saber la reacci¨®n de Nano, aunque se intuye el disgusto.
El personal va llegando a la plaza de la Independencia. Una pareja muestra su desacuerdo con S¨¢nchez: ¡°Qu¨¦ cansino con el fango, de verdad. Y qu¨¦ co?o hace el Fiscal [General del Estado] meti¨¦ndose donde no le llaman¡±. A la altura de la cafeter¨ªa Mallorca, cerrada por obras, una empleada de hogar, con uniforme, porta el carrito del beb¨¦ al que cuida con una bandera en la mano.
En el escenario est¨¢ el animador de siempre en los actos populares: el periodista de la Cadena Cope Carlos Moreno, El Pulpo. Tambi¨¦n el periodista Javier Negre, grabando con su m¨®vil a los asistentes. Mientras pone m¨²sica, Moreno lanza mensajes: ¡°Va a ser un d¨ªa hist¨®rico, a ver qu¨¦ saca la tele luego [¡] Acompa?amos en el sentimiento a todos aquellos que se han dejado enga?ar por Pedro S¨¢nchez. [¡] Esta es la Espa?a feliz del Partido Popular, sin complejos. [¡] En los actos de S¨¢nchez le ponen gente de atrezzo, aqu¨ª vamos a pecho descubierto¡±. Suena la canci¨®n Es mentiroso, de Olga Ta?¨®n. Dos se?oras portan camisetas con id¨¦ntico mensaje: ¡°Molta Bergo?a, porca miseria¡±. Por detr¨¢s pone ¡°Viva Espa?a¡±.
Pasados dos minutos de las doce de la ma?ana, la Puerta de Alcal¨¢ no est¨¢ ni medio llena, pero las sombras est¨¢n replet¨ªsimas de gente. Est¨¢n los presidentes auton¨®micos del PP, Aznar y Rajoy. ¡°Vaya mierda de solazo. Esto nublado se llena¡±, dice una asistente. El helic¨®ptero de la Polic¨ªa Nacional vigila los cielos y tambi¨¦n un dron, objeto que no se escapa de la ideolog¨ªa. ¡°Si es del PSOE dir¨¢n que somos cuatro¡±, bromea una se?ora.
El acto arranca con casi media hora de retraso y ya la plaza tiene tres cuartos de aforo. Anuncian al ¡°alcalde de Espa?a¡±, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, que tira de repertorio habitual: sales de fruta, f¨²tbol, las pla?ideras de Ferraz, S¨¢nchez odia Madrid. Sale Fernando Savater. Se le escucha regular y una no sabe si es buena idea recurrir a un fil¨®sofo a las 12:35 de un domingo. Los aplausos son t¨ªmidos, como los que le lanzan a la opositora venezolana Mar¨ªa Corina Machado.
Hasta que llega ella. Que no es rubia porque puede ser lo que le d¨¦ la gana. Ayuso resucita a los muertos de calor y reanima a los hipotensos. Dice lo de siempre y en todas partes, es un titular andante. ¡°Estamos vivos y alegres¡±, afirma. Y le da paso a ¨¦l: al presidente de su partido, al ganador de las elecciones generales. Y mucha gente opta por irse, sin hacer ruido. ¡°Joder, qu¨¦ desbandada¡±, comenta un se?or. ¡°A este nadie le quiere porque la que nos gusta es Ayuso¡±, dir¨¢ otra se?ora, vecina de sombra. Feij¨®o arranca su intervenci¨®n diciendo que ¡°Madrid est¨¢ m¨¢s bonito que nunca¡±.
¡°?Has reservado la ensaladilla rusa?¡±, pregunta una esposa a su marido. Porque militar y protestar es cansado, pero el aperitivo es sagrado.