El Supremo confirma 19 a?os de prisi¨®n a un sargento de la Guardia Civil que viol¨® a una subordinada durante a?os
Los magistrados destacan la ¡°pluralidad de agresiones sexuales, vejaciones y maltrato¡± del agresor a la v¨ªctima, a la que forz¨® a abortar
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 19 a?os de prisi¨®n impuesta a un sargento de la Guardia Civil que viol¨® y acos¨® laboral y sexualmente durante m¨¢s de cuatro a?os a una guardia civil que estaba a sus ¨®rdenes en un cuartel de Molina de Segura (Murcia). La Sala Militar ha desestimado los seis motivos del recurso de casaci¨®n presentado por el hombre contra la sentencia de un tribunal militar que lo conden¨® por un delito continuado de violaci¨®n en concurso con un delito de lesiones ps¨ªquicas graves (13 a?os...
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 19 a?os de prisi¨®n impuesta a un sargento de la Guardia Civil que viol¨® y acos¨® laboral y sexualmente durante m¨¢s de cuatro a?os a una guardia civil que estaba a sus ¨®rdenes en un cuartel de Molina de Segura (Murcia). La Sala Militar ha desestimado los seis motivos del recurso de casaci¨®n presentado por el hombre contra la sentencia de un tribunal militar que lo conden¨® por un delito continuado de violaci¨®n en concurso con un delito de lesiones ps¨ªquicas graves (13 a?os y medio de prisi¨®n) y por dos delitos continuados de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante (2 a?os y 10 meses de prisi¨®n) y de maltrato de obra a un inferior (2 a?os y 8 meses de prisi¨®n).
Los hechos probados que recoge la sentencia dan cuenta del infierno que vivi¨® la mujer entre 2011 y 2015, con constantes agresiones e intimidaciones por parte del sargento. El agresor y su v¨ªctima hab¨ªan mantenido una relaci¨®n sentimental sin convivencia (el ahora condenado estaba casado) entre febrero de 2010 y septiembre de 2011, cuando ¨¦l le puso fin. Poco despu¨¦s, el sargento decidi¨® que quer¨ªa retomar la relaci¨®n y comenz¨® a perseguir a la agente con correos electr¨®nicos y realiz¨¢ndole tocamientos no consentidos casi a diario, que ella intentaba evitar ¡°con manotazos¡±, explican los jueces.
A partir de 2012, el sargento empez¨® a forzar a la mujer para mantener relaciones sexuales completas en casa de ella o en el cuartel. La sentencia del tribunal militar consider¨® acreditado que estas agresiones se produc¨ªan ¡°con frecuencia¡± y que, cuando ella se negaba, el condenado ¡°atendido su empleo y condici¨®n¡±, le cambiaba los horarios de los servicios o le asignaba funciones extra. La mujer se qued¨® embarazada tras una de las violaciones y el sargento, se?alan los jueces, la forz¨® a abortar. En marzo de 2015, la mujer fue dada de baja m¨¦dica por un trastorno depresivo y ansiedad generalizada.
El Supremo afirma en su sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Fernando Mar¨ªn Cast¨¢n, que los hechos declarados probados ¡°reflejan pluralidad de agresiones sexuales, vejaciones constitutivas de trato degradante y maltratos de obra del superior jer¨¢rquico sobre la misma v¨ªctima subordinada, que se ejecutan en el marco de unas relaciones sexuales con prevalimiento no consentidas y de abuso de autoridad, prolongadas en el tiempo, que obedecen a un dolo ¨²nico o unidad de prop¨®sito y al aprovechamiento de similares ocasiones por parte del sujeto activo¡±.
Los hechos, advierten los jueces, se produjeron ¡°no de forma aislada, sino sostenida en el tiempo; siempre, desde luego, operando sobre una misma guardia civil subordinada y aprovechando el acusado la ocasi¨®n que le brindaba la relaci¨®n de superioridad jer¨¢rquica sobre ella, llegando a obtener el sometimiento de la v¨ªctima a sus requerimientos sexuales mediante repetidos actos de trato degradante, insultos, amenazas e incluso maltratos f¨ªsicos de obra¡±.