Los nietos de dos fusilados en V¨ªznar recuperan sus restos 88 a?os despu¨¦s
Las familias de Antonio Rosales y Juan de Dios Adarve, los dos primeros identificados de las exhumaciones del Barranco, podr¨¢n enterrar ya a sus abuelos
Miguel Rosales perdi¨® a su padre, Antonio, la noche del 24 de agosto de 1936, cuando lo fusilaron en el Barranco de V¨ªznar (Granada). Apenas unos meses despu¨¦s, recuerda el nieto del fusilado, le obligaron a unirse al bando franquista en la guerra. La madre aleg¨® que como hermano mayor lo necesitaban en casa porque Antonio estaba muerto. Las autoridades negaron que estuviera muerto. ¡°Est¨¢ desaparecido¡±, recuerda que dijeron el n...
Miguel Rosales perdi¨® a su padre, Antonio, la noche del 24 de agosto de 1936, cuando lo fusilaron en el Barranco de V¨ªznar (Granada). Apenas unos meses despu¨¦s, recuerda el nieto del fusilado, le obligaron a unirse al bando franquista en la guerra. La madre aleg¨® que como hermano mayor lo necesitaban en casa porque Antonio estaba muerto. Las autoridades negaron que estuviera muerto. ¡°Est¨¢ desaparecido¡±, recuerda que dijeron el nieto, tambi¨¦n de nombre Miguel, como su progenitor. En enero de 1937, el hijo del fusilado se sum¨® a la guerra. Tiempo despu¨¦s escrib¨ªa en su diario: ¡°Quisiera o¨ªr una confesi¨®n de aquel que sin padre me dej¨®¡±. Nadie lo hizo, como nadie le pidi¨® perd¨®n ni probablemente ya se lo pedir¨¢ jam¨¢s. Ni a ¨¦l ni a miles de personas que pasaron el mismo trance. Hoy, casi 88 a?os despu¨¦s de aquella noche, dos familias han encontrado un poco de paz. Los nietos de Antonio han recibido los restos de su abuelo, exhumado del barranco e identificado gracias al ADN, y tambi¨¦n los descendientes de Juan de Dios Adarve, fusilado en el mismo sitio pocas horas despu¨¦s.
Juan de Dios Adarve L¨®pez y Antonio Rosales Ruiz son las dos primeras personas identificadas de las 132 exhumadas del Barranco de V¨ªznar, encontradas en 18 fosas comunes. All¨ª, desde 2021, un equipo de investigadores de la Universidad de Granada realiza excavaciones y exhumaciones. Hasta este momento, solo dos han podido ser identificados gracias al cotejo del ADN de los restos encontrados con el de un banco de datos de material gen¨¦tico de personas que creen que su familiar fue fusilado en ese lugar. Este s¨¢bado, el secretario de Estado de Memoria Democr¨¢tica, Fernando Mart¨ªnez, y la antrop¨®loga forense Laura Guti¨¦rrez han entregado los restos de su familiar a sus nietos.
Antonio Rosales Ruiz fue asesinado en la noche del 24 de agosto de 1936. Ten¨ªa 35 a?os y hab¨ªa llegado unos a?os antes a Granada desde su Guadix natal. Desde 1929 trabajaba como enfermero en el hospital San Juan de Dios. Rosales Ruiz, cuenta Silvia Gonz¨¢lez, investigadora especialista en Memoria Hist¨®rica, no aparec¨ªa en ninguno de los listados de fusilados conocidos hasta hace poco. Su nombre surgi¨® cuando Gonz¨¢lez dio con la historia de los enfermeros. Eran cinco enfermeros del mismo hospital, todos ellos miembros de la junta directiva de la Sociedad La Sanidad, la rama sanitaria de UGT entonces. Todos fueron arrestados y fusilados. Antonio Rosales era uno de esos cinco. Gonz¨¢lez explica que ¡°era una persona con bastante conciencia social y, muy reconocido profesionalmente¡± y que su detenci¨®n y fusilamiento fue consecuencia, sin m¨¢s, del deseo de los fascistas de ¡°descabezar todos los sindicatos y asociaciones obreras¡±.
A veces, no obstante, el franquismo vest¨ªa la detenci¨®n con algo m¨¢s elaborado, incluso con hechos, ocurridos o no, con apariencia de delito. En el caso de Rosales, cuenta Gonz¨¢lez, le endosaron dos acusaciones, ambas falsas. La primera acusaci¨®n ten¨ªa su origen en una presunta serie de disparos realizados desde el tejado del hospital San Juan de Dios. Aquello nunca ocurri¨®, lo que no impidi¨® que acusaran a Rosales de ser uno de los que dispar¨®. Tambi¨¦n lo acusaron falsamente de repartir armas a los granadinos a instancias del presidente de la diputaci¨®n, del Frente Popular. Antonio fue detenido y junto a otros cuatro enfermeros trasladado al Barranco de V¨ªznar, donde lo fusilaron la noche del 24 de agosto. Con el tiempo, los hijos se fueron a Argentina. El nieto Miguel, con 80 a?os ahora, volvi¨® hace tres d¨¦cadas y hoy, junto a su primo Mario, tambi¨¦n nieto del fusilado, han recibido los restos de su abuelo. Ambos han decidido que enterrar¨¢n a su familiar en el cementerio de V¨ªznar.
La historia de Juan de Dios Adarve es tambi¨¦n la de un hombre con conciencia social. Escribiente en la F¨¢brica de P¨®lvoras y Explosivos de El Fargue (Granada), presid¨ªa La Ben¨¦fica, una asociaci¨®n de apoyo a los trabajadores de su empresa, ¡°una especie de caja de ahorros para quienes necesitaran ayuda econ¨®mica¡±, dice Silvia Gonz¨¢lez. Tambi¨¦n pertenec¨ªa al Sindicato Federaci¨®n de Trabajadores del Estado y a la agrupaci¨®n cultural El Fargue. Esos intereses sociales fueron su delito. Las fuerzas golpistas presionaban mucho en su localidad y los trabajadores, los primeros d¨ªas del estado de guerra, se negaron a entrar a trabajar. Juan de Dios fue uno de los que negoci¨® la vuelta al trabajo. Los militares usaron eso para acusarle de cabecilla de una rebeli¨®n, junto a otras cuatro personas. En el acto de este s¨¢bado se encontraba precisamente Trinidad Garc¨ªa Esteban, hermana de Jos¨¦, maestro de la f¨¢brica de El Fargue y uno de los cuatro del grupo que quedan por identificar. Trinidad estaba conmovida y, a la vez, esperanzada en que en alg¨²n momento reciba la llamada indic¨¢ndole que su hermano est¨¢ ya identificado.
El resto de la historia de Juan de Dios es com¨²n a tantos. Fue juzgado y considerado inocente pero a¨²n as¨ª, lo detuvieron el 1 de agosto de 1936. La noche del 24 de agosto lo llevaron al Barranco de V¨ªznar y lo mataron en la madrugada del d¨ªa 25. Ten¨ªa 41 a?os, esposa y un hijo. Sus nietos lo enterrar¨¢n ahora en el cementerio de El Fargue.
Francisco Carri¨®n, investigador principal del proyecto Barranco de V¨ªznar y Lugar de Memoria y responsable de un grupo multidisciplinar compuesto por arque¨®logos, antrop¨®logos forenses, soci¨®logos e historiadores, cree que en el lugar fueron asesinados alrededor de 200 personas. En el acto de entrega de los restos, Carri¨®n ha recordado que el r¨¦gimen franquista hizo lo posible por esconder lo que all¨ª ocurri¨®. Originalmente, ese barranco en 1936 era un espacio de secano, deforestado y sin vegetaci¨®n. Pero, por si a alguien se le ocurr¨ªa buscar a los fusilados, el r¨¦gimen reforest¨® la zona con una gran cantidad de pinos y con la intenci¨®n, como ha dicho Carri¨®n, ¡°de esconder las fosas¡±. A pesar de todo, y de los cambios en la orograf¨ªa que esa plantaci¨®n gener¨®, el equipo de Carri¨®n ha encontrado ya 18 fosas y en una o dos campa?as m¨¢s, todos los cuerpos podr¨¢n ser recuperados.
Todos estos trabajos de recuperaci¨®n e identificaci¨®n, ha explicado Fernando Mart¨ªnez, tiene un sentido claro: reparar la represi¨®n contra el bando que perdi¨®. ¡°Por supuesto que hubo v¨ªctimas y represi¨®n en ambos lados¡±, ha dicho Mart¨ªnez, ¡°pero las del bando franquista ya fueron reparadas, dignificadas e incluso ayudadas econ¨®micamente. No as¨ª los del bando republicano, que fueron criminalizadas, invisibilizadas y ah¨ª siguen, en las fosas comunes¡±. Ese es el sentido de la Memoria Democr¨¢tica y todo el esfuerzo puesto en ella, ha resumido.