La Guardia Civil desmantela un grupo criminal violento que comet¨ªa atracos en joyer¨ªas y viviendas de Murcia, Valencia y Alicante
Los investigadores atribuyen a nueve personas, al menos, cuatro asaltos en los que enca?onaron con armas, golpearon y amenazaron a sus v¨ªctimas, a las que vigilaban con balizas GPS
Los empleados de una joyer¨ªa de la pedan¨ªa El Palmar de Cartagena (Murcia) recibieron la visita de una clienta poco antes de cerrar para ir a sus domicilios a celebrar la pasada Noche de Reyes. La mujer cruz¨® el primer umbral del establecimiento, protegido por un sistema de doble acceso, y, en cuanto le abrieron la segunda puerta, tres hombres encapuchados y armados irrumpieron violentamente en la tienda. La supuesta clienta, que llevaba peluca y varias capas de ropa que le serv¨ªan de disfraz, enca?on¨® a la propietaria de la joyer¨ªa, lleg¨® a disparar al aire para intimidar a todos los empleados y huy¨® con sus compa?eros de banda con un bot¨ªn de dinero y joyas valorado en m¨¢s de un mill¨®n de euros. Con este atraco arranc¨® una investigaci¨®n de la Guardia Civil que culmin¨® la semana pasada y en la que se ha detenido a nueve personas, los presuntos integrantes de un grupo especializado en robos violentos que cometieron varios atracos en diferentes localidades de las provincias de Murcia, Valencia y Alicante.
La brigada de la Polic¨ªa Judicial de la comandancia de Murcia se hizo cargo de la operaci¨®n, llamada Kataros Joypalm. Los indicios recabados en el establecimiento asaltado, adem¨¢s de las im¨¢genes captadas por las c¨¢maras de seguridad de la joyer¨ªa, condujeron a la identificaci¨®n de todo un grupo de delincuentes itinerantes que se dedicaban a dar golpes previamente seleccionados, tanto en joyer¨ªas como en viviendas de empresarios adinerados. Ninguno de ellos ten¨ªa residencia fija ni un trabajo conocido. Pero su poder adquisitivo les permit¨ªa alquilar residencias de lujo que cambiaban constantemente entre las tres provincias en las que operaban, y en la que usaban documentaci¨®n falsa, conducir coches caros y comer en restaurantes de alto nivel.
Su forma de operar siempre era la misma. Alguno de los miembros consegu¨ªa la informaci¨®n de los potenciales objetivos y daba el encargo de ejecutar el robo a cambio de una participaci¨®n en el bot¨ªn. Si no se conoc¨ªan los sistemas de seguridad existentes, un grupo de mujeres, principalmente, se encargaba de merodear por el entorno, sobre todo de las joyer¨ªas, para conseguir los datos necesarios. Posteriormente, escond¨ªan balizas GPS en los veh¨ªculos de los propietarios de establecimientos o viviendas para conocer en todo momento su ubicaci¨®n. Los miembros de la banda esperaban al momento exacto para cometer los atracos. Necesitaban que estuvieran los principales responsables de sus objetivos para tener acceso f¨¢cil a cajas fuertes y objetos de valor o conocer sus movimientos de dinero en efectivo.
Fue as¨ª como determinaron irrumpir en un domicilio de B¨¦tera (Valencia), el pasado 30 de mayo. A los due?os de la vivienda se les escaparon detalles de una inusual acumulaci¨®n de efectivo, que llegaron, a trav¨¦s de contactos colaterales, hasta un miembro de la banda. Tras sus seguimientos y comprobaciones habituales, dos encapuchados esperaron a que estuvieran los propietarios del inmueble para asaltarles con armas, amenazarles y golpearles hasta que abrieron la caja fuerte, escondida en un vestidor. Se embolsaron 40.000 euros en efectivo y dos m¨®viles de alta gama. La investigaci¨®n, que recay¨® en la Guardia Civil de Valencia, se percat¨® de que los asaltantes conoc¨ªan detalles que solo sab¨ªa el c¨ªrculo de familia y amistades m¨¢s cercano a las v¨ªctimas. La informaci¨®n lleg¨® hasta el grupo criminal y los agentes identificaron a dos personas como posibles autores del delito y que tambi¨¦n estaban en la base de datos de sus compa?eros murcianos. Se trataba de la misma banda de la joyer¨ªa de El Palmar.
La operaci¨®n conjunta entre las comandancias de Murcia y Valencia descubri¨® que la trama estaba detr¨¢s de otros dos atracos. Uno, en una vivienda de Torrevieja (Alicante), en el que siguieron el mismo procedimiento que en B¨¦tera. Otro, en una joyer¨ªa ubicada en el centro comercial La Zenia de Orihuela Costa (Alicante), que acab¨® frustrado por los sistemas de alarma del local, pero que era muy parecido al del establecimiento cartagenero. En todos los casos, el robo se hab¨ªa practicado con gran violencia, con golpes a las v¨ªctimas y con los miembros imprescindibles para cometer el delito, cuyo n¨²mero variaba en funci¨®n del objetivo.
Con todos los datos recabados y los sospechosos identificados, la Guardia Civil estableci¨® un dispositivo de vigilancia en Portm¨¢n, una localidad de playa situada cerca de La Uni¨®n, en el litoral murciano. Seis de los miembros de la banda, tres hombres y tres mujeres, se distribuyeron en dos coches, uno de ellos de alquiler, con intenci¨®n de viajar hacia Alicante, pero fueron interceptados por los agentes. Tras detenerlos, en el registro de los veh¨ªculos se localizaron tres armas de fuego, munici¨®n detonadora, una pistola t¨¢ser, abundantes dosis de marihuana y coca¨ªna y 63.000 euros en joyas y relojes. Poco despu¨¦s, otros dos miembros del grupo fueron arrestados en dependencias policiales de la comandancia de Murcia. La semana pasada, la operaci¨®n continu¨® con los registros de dos inmuebles situados en Santomera (Murcia) y Murcia, en los que se detuvo al ¨²ltimo de los integrantes de la banda desmantelada y se hallaron dos kilos de hach¨ªs, una pistola, una arma larga simulada, cartucher¨ªa, dos espr¨¢is de defensa dos balizas GPS y todo el atrezzo que los miembros del grupo criminal, de tres nacionalidades distintas, utilizaban para dar sus golpes. A los cuatro hombres y cinco mujeres detenidos hasta ahora, porque las fuentes del instituto armado avanzan que la operaci¨®n contin¨²a abierta y no descartan m¨¢s arrestos, se les imputan los presuntos delitos de robo con violencia e intimidaci¨®n, tenencia il¨ªcita de armas, tr¨¢fico de droga, falsificaci¨®n de documento p¨²blico, robo de uso de veh¨ªculo a motor y pertenencia a grupo criminal.