Espa?a tambi¨¦n es negra
Este pa¨ªs siempre ha sido un mosaico de culturas y a¨²n somos muchas las personas no blancas que no nos sentimos representadas
Crec¨ª, como muchos de mi generaci¨®n, con el racismo instaurado como norma. Aprendimos a manejarlo, a sortearlo. Nos acostumbramos a cerrar los ojos y respirar profundo. A aguantar. A cruzar la calle para evitar el desprecio, el rechazo, los prejuicios¡ Nac¨ª en una ¨¦poca en la que ser negro en Espa?a era muy complicado. Sin referentes nacionales, busc¨¢bamos en la televisi¨®n en blanco y negro figuras a las que admirar, con las que sentirnos identificados. Michael Jackson era demasiado exc¨¦ntrico (adem¨¢s, esa chaqueta roja que llevaba era dif¨ªcil de combinar). Y Jessy Owens, Michael Jordan o Carl...
Crec¨ª, como muchos de mi generaci¨®n, con el racismo instaurado como norma. Aprendimos a manejarlo, a sortearlo. Nos acostumbramos a cerrar los ojos y respirar profundo. A aguantar. A cruzar la calle para evitar el desprecio, el rechazo, los prejuicios¡ Nac¨ª en una ¨¦poca en la que ser negro en Espa?a era muy complicado. Sin referentes nacionales, busc¨¢bamos en la televisi¨®n en blanco y negro figuras a las que admirar, con las que sentirnos identificados. Michael Jackson era demasiado exc¨¦ntrico (adem¨¢s, esa chaqueta roja que llevaba era dif¨ªcil de combinar). Y Jessy Owens, Michael Jordan o Carl Lewis dif¨ªcilmente se convertir¨ªan en referentes reales ya que resultaban inalcanzables y ninguno era espa?ol.
En la adolescencia, so?ar con una carrera deportiva en mi propio pa¨ªs, Espa?a, se hac¨ªa imposible. Supe lo que significaba ser negro all¨¢ por 1985, cuando jugaba en las categor¨ªas inferiores del Mallorca. Sufr¨ªa insultos y vejaciones en casi todos los campos de f¨²tbol que visit¨¢bamos. Me sent¨ªa indefenso y muy solo. Finalmente desist¨ª al darme cuenta de que no solo ten¨ªa que enfrentarme a los insultos de los rivales en el campo, sino tambi¨¦n a los de la gente que ven¨ªa a ver al negro que jugaba al f¨²tbol.
Ver a cientos de aficionados celebrando el fichaje para el Real Madrid de dos estrellas de f¨²tbol como Kylian Mbapp¨¦ y Felipe Endrick en el Santiago Bernab¨¦u, o escuchar a la prensa y gran parte de la sociedad elogiando las figuras de Lamine Jamal y Nico Williams por su aportaci¨®n en la consecuci¨®n de la Eurocopa 2024, me ha hecho reflexionar.
?Cu¨¢ndo aparece el color de piel y desaparece el ser humano? ?La visi¨®n que se tiene de las personas negras espa?olas ha mejorado en algo o solo ha cambiado la imagen de un grupo reducido de privilegiados? ?Qu¨¦ pasa con todo el resto de los espa?oles negros y negras que no somos deportistas de elite? ?Y qu¨¦ hay de la cultura?
La diversidad a¨²n no se refleja plenamente en muchos ¨¢mbitos. La representaci¨®n de personas negras en puestos de liderazgo, en los medios de comunicaci¨®n y en sectores clave de la sociedad sigue siendo limitada o nula. Esto muestra que, aunque el deporte est¨¦ siendo un veh¨ªculo poderoso para el cambio, todav¨ªa queda mucho por hacer para que la diversidad se convierta en norma en todas las ¨¢reas. Las instituciones, los medios de comunicaci¨®n y las organizaciones deben trabajar en conjunto cuanto antes en la creaci¨®n de espacios donde todas las personas, sin importar su origen racial, puedan prosperar libremente y sentirse parte de la sociedad.
Este pa¨ªs siempre ha sido un mosaico de culturas y a¨²n somos muchas las personas no blancas que no nos sentimos representadas ni amparadas por la Constituci¨®n. Aunque a muchos les pese, Espa?a no es del todo blanca. Y faltan pol¨ªticas de inclusi¨®n m¨¢s all¨¢ del deporte.