Los barones del PP optan por el pragmatismo con S¨¢nchez frente a la voladura de puentes de G¨¦nova
En contraste con el discurso exaltado de la direcci¨®n nacional del PP, Moreno y Rueda abren un cauce de normalidad con el l¨ªder socialista
El viernes, cuando la olla a presi¨®n entre el PP y el Gobierno parec¨ªa a punto de explotar, y mientras la direcci¨®n del PP acusaba de ¡°fascismo¡± al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, al que solo unas horas antes hab¨ªa implicado en un golpe de Estado chavista en Venezuela, se abri¨® una grieta de normalidad. Un destello.
En La Moncloa, el presidente de Galicia y sucesor de Alberto N¨²?ez Feij¨®o en la Xunta, Alfonso R...
El viernes, cuando la olla a presi¨®n entre el PP y el Gobierno parec¨ªa a punto de explotar, y mientras la direcci¨®n del PP acusaba de ¡°fascismo¡± al Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez, al que solo unas horas antes hab¨ªa implicado en un golpe de Estado chavista en Venezuela, se abri¨® una grieta de normalidad. Un destello.
En La Moncloa, el presidente de Galicia y sucesor de Alberto N¨²?ez Feij¨®o en la Xunta, Alfonso Rueda, se dirigi¨® con los m¨¢ximos respetos al l¨ªder socialista, que es demonizado como un aut¨®crata por varios de sus compa?eros del PP. ¡°Agradezco esta reuni¨®n¡±, dijo Rueda en una comparecencia de prensa en la sede del Gobierno tras un encuentro de hora y media a solas con S¨¢nchez. ¡°Yo la hab¨ªa solicitado reiteradamente. No tuve ninguna duda. Hab¨ªa un viaje programado a Brasil y, siendo importantes los objetivos del viaje, era m¨¢s importante la reuni¨®n con el presidente de mi pa¨ªs. Ha tenido lugar y lo celebro¡±, manifest¨® el bar¨®n gallego, que tambi¨¦n se refiri¨® a S¨¢nchez como ¡°el presidente de mi naci¨®n¡±. Con la misma m¨²sica de Rueda se expres¨® despu¨¦s sobre el presidente socialista el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, que insisti¨® en ¡°la obligaci¨®n personal e institucional¡± de todos los mandatarios auton¨®micos de atender la llamada del jefe del Ejecutivo.
Los barones del PP se marcharon de La Moncloa confes¨¢ndose en privado sorprendidos porque en sus encuentros, S¨¢nchez no hubiera tratado de tenderles ninguna trampa con la financiaci¨®n auton¨®mica, como les hab¨ªa advertido insistentemente Isabel D¨ªaz Ayuso. Sencillamente, confirmaron ambos, no ocurri¨®. El presidente no les plante¨® como se?uelo ninguna oferta individual sobre quitas de sus deudas auton¨®micas. Tampoco cedi¨® en su reclamaci¨®n de que la financiaci¨®n se trate en la pr¨®xima Conferencia de Presidentes. Ellos tratar¨¢n de forzar el debate en ese foro multilateral, pero ese tira y afloja e incluso las discrepancias, de calado, sobre el concierto econ¨®mico para Catalu?a, se expresaron sin hip¨¦rboles y sin las acusaciones de autoritarismo contra el presidente que reitera en paralelo la c¨²pula popular.
Mientras el l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, clam¨® sobre el plan de regeneraci¨®n de S¨¢nchez el mi¨¦rcoles en el Congreso que ¡°no se ve¨ªa una cosa as¨ª desde Franco¡±, Rueda y Moreno Bonilla desarrollaron con normalidad una relaci¨®n institucional con el presidente socialista. El contraste entre los dos discursos en un mismo partido fue absoluto. Frente a la ruptura de puentes de G¨¦nova con el Gobierno, los barones del PP, centrados en las necesidades pr¨¢cticas de sus territorios, optaron por un enfoque pragm¨¢tico. El presidente gallego pact¨® con el l¨ªder socialista la puesta en marcha inmediata de la Comisi¨®n mixta de transferencias del Estado con Galicia, para avanzar en el traspaso de competencias. Rueda y Moreno Bonilla hablaron con S¨¢nchez de la gesti¨®n de la inmigraci¨®n, de infraestructuras y de los recursos que necesitan para sufragar la dependencia.
La ronda de S¨¢nchez con los presidentes auton¨®micos (12 de los 17 pertenecen al PP) pone de relieve que el PP enfrenta un dilema interno entre dos estrategias: la del tono moderado de los presidentes auton¨®micos centrados en la gesti¨®n diaria de sus territorios, salvo Ayuso, y la exaltada y agresiva de la direcci¨®n nacional encabezada por Feij¨®o.
Esta dualidad se manifiesta sobre todo en el debate de la financiaci¨®n auton¨®mica. G¨¦nova (con ayuda de Ayuso) forz¨® una declaraci¨®n conjunta de todos los barones en la que estos se compromet¨ªan a no abordar ninguna negociaci¨®n bilateral con el Gobierno, aunque todos se quejan de la infrafinanciaci¨®n de sus servicios p¨²blicos. Y, a la vez que en esa declaraci¨®n ped¨ªan una inyecci¨®n directa de 18.000 millones de euros, la direcci¨®n nacional ha avanzado que el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso votar¨¢ en contra esta pr¨®xima semana de la senda de estabilidad. Esa decisi¨®n de G¨¦nova implicar¨¢ que los Gobiernos auton¨®micos y Ayuntamientos del PP no puedan disponer de 5.000 millones de euros, seg¨²n c¨¢lculos del Ejecutivo central. Algo parecido ocurrir¨¢, perjudicando los intereses econ¨®micos de las autonom¨ªas, si tampoco salen adelante los Presupuestos Generales del Estado, a los que todo indica que el PP tambi¨¦n se opondr¨¢.
Sin cuestionar a la direcci¨®n nacional de su partido, Rueda y Moreno Bonilla manifestaron en cambio su deseo de que las cuentas p¨²blicas salgan adelante. ¡°El presidente tiene una responsabilidad de arbitrar mayor¨ªas¡±, dijo sobre S¨¢nchez el bar¨®n andaluz en La Moncloa: ¡°Yo no soy responsable del grupo popular. Le pido al presidente que busque esas mayor¨ªas y que lo haga no aplicando el rodillo, sino aplicando el di¨¢logo¡±.
Pese a todo, nada indica que la estrategia de oposici¨®n de la c¨²pula del PP vaya a cambiar. Incluso tras el patinazo de Esteban Gonz¨¢lez Pons acusando al Gobierno progresista de ¡°estar implicado¡± en un golpe de Estado chavista en Venezuela, que despu¨¦s desminti¨® el candidato opositor Edmundo Gonz¨¢lez. Aunque fuentes de la direcci¨®n popular reconocen en privado el error de haber ca¨ªdo en ese tipo de exageraciones, en el n¨²cleo duro de Feij¨®o descartan un viraje. El viernes, tras el resbal¨®n, se decidi¨® zanjar el asunto y cambiar el paso del monotema venezolano, pero en G¨¦nova son esc¨¦pticos sobre que lo sucedido vaya a frenar las hip¨¦rboles. La dualidad de estrategias de la direcci¨®n y los barones persistir¨¢, ante el riesgo de que termine por desatar tensiones.