Blair moviliz¨® al Sinn F¨¦in y al IRA para convencer a ETA de abandonar el terror
Zapatero desvela el papel de pa¨ªses y agentes internacionales en el 13 aniversario del final de la banda terrorista
El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, moviliz¨® al Sinn F¨¦in y al IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) para que convencieran a la direcci¨®n de ETA de que abandonara el terrorismo. Es una de las revelaciones del expresidente socialista del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sobre uno de los aspectos m¨¢s desconocidos del final del terrorismo, su flanco internacional, ...
El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, moviliz¨® al Sinn F¨¦in y al IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) para que convencieran a la direcci¨®n de ETA de que abandonara el terrorismo. Es una de las revelaciones del expresidente socialista del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, sobre uno de los aspectos m¨¢s desconocidos del final del terrorismo, su flanco internacional, en su decimotercer aniversario que se celebra hoy. Un terrorismo que, en cuatro d¨¦cadas, dej¨® 850 muertos, millares de heridos y caus¨® un da?o irreparable.
Tanto Blair como el Sinn Fein y el IRA, que abandon¨® las armas en 2005, siguieron de cerca el proceso final de ETA. De modo que Jonathan Powell, jefe de Gabinete de Blair, y el ex dirigente del IRA, Gerry Kelly, estuvieron presentes en la ¨²ltima tanda de reuniones entre representantes del Gobierno de Zapatero y de ETA en Ginebra, en mayo de 2007, culminadas con un fracaso.
Powell y Kelly reprocharon a ETA que abandonara la negociaci¨®n. Pero Powell, enviado por Blair, como Kelly y Martin Mc Guinness, en nombre del IRA, mantuvieron reuniones posteriores con la direcci¨®n de ETA en Suiza y Francia para convencerles para que abandonara las armas. ¡°Fue muy importante para que ETA en 2011 cesara el terrorismo¡±, se?ala Zapatero. Lo explica el gran ascendiente que siempre tuvo el IRA sobre ETA, unido a que, tras abandonar la banda irlandesa la violencia en 2005, ETA se quedaba como la ¨²nica organizaci¨®n terrorista europea, adem¨¢s muy debilitada y criticada progresivamente por sus bases.
¡°Siempre agradecer¨¦ a Tony Blair su compromiso en el final de ETA¡±, se?ala Zapatero. El laborista Blair, como los conservadores brit¨¢nicos, consideraron la lucha antiterrorista una cuesti¨®n de Estado, incluidos los procesos dialogados, y descartaron su utilizaci¨®n pol¨ªtica.
Zapatero considera indiscutible la contribuci¨®n al final del terrorismo etarra de la actuaci¨®n policial, judicial, durante d¨¦cadas, y la movilizaci¨®n social contra ETA. Pero cree justo resaltar el desconocido papel de los facilitadores internacionales y de algunos pa¨ªses. ¡°Sin ellos, no hubiera habido final del terrorismo¡±, recalca.
El exl¨ªder del PSOE revela el papel que jugaron los reg¨ªmenes de Cuba, Colombia y Venezuela, animados por su ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, para convencer a los etarras residentes en su territorio de que abandonaran la violencia. ¡°Fue un complemento y sirvi¨® a Cuba para que Estados Unidos -con la Administraci¨®n Obama- les sacara de la lista de pa¨ªses que apoyaban al terrorismo. Di una rueda de prensa en Cuba resaltando su papel¡±. Posteriormente, Donald Trump los reintrodujo.
Francia, donde resid¨ªan una mayor¨ªa de etarras, jug¨® un doble y singular rol que toc¨® coordinar al entonces ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, con sus hom¨®logos franceses. ¡°Detener a los etarras que manten¨ªan el terrorismo y facilitar los movimientos de quienes trabajaban para que acabara. Francia colabor¨® en esa complicada tarea¡±.
Zapatero resalta la funci¨®n del Centro Humanitario Henri Dunant (CHD), radicado en Ginebra (Suiza), financiado fundamentalmente por los gobiernos suizo y noruego. Su director ejecutivo, el brit¨¢nico Martin Griffiths, fue muy relevante. Dos funcionarios del centro, durante casi una d¨¦cada, mantuvieron un contacto permanente e indirecto entre ETA y el Gobierno de Zapatero. ¡°Su esfuerzo fue fundamental para el final¡±, resalta Zapatero.
La relaci¨®n del Gobierno espa?ol con el CHD empez¨® en 2004. El centro comprometi¨® a los gobiernos de Suiza y Noruega para mantener en su territorio, entre 2005 y 2006, el proceso de di¨¢logo con ETA. Tambi¨¦n garantizaron la seguridad y movimientos de sus negociadores.
Tras fracasar el di¨¢logo formal entre el Gobierno y ETA, en junio de 2007, los dos funcionarios del CHD mantuvieron la comunicaci¨®n indirecta entre el Ejecutivo, la izquierda abertzale y ETA, a instancias de Zapatero. ¡°Fue la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil del proceso. Lo hice porque sab¨ªa que la izquierda abertzale discrep¨® del atentado etarra de la T-4 de Barajas y de la ruptura del di¨¢logo con el Gobierno. Fue un acierto porque mantener la comunicaci¨®n reaviv¨® el debate entre la izquierda abertzale, que quer¨ªa terminar, y una ETA dividida. Paralelamente, la polic¨ªa no baj¨® la guardia y tras la ruptura del di¨¢logo, con detenciones claves, debilit¨® al sector etarra m¨¢s radical¡±, concluye Zapatero.
Entre la ruptura formal del di¨¢logo entre el Gobierno y ETA, en 2007, y el final del terrorismo en 2011, los dirigentes abertzales, apoyados por organizaciones y agentes internacionales, convencieron al sector m¨¢s influyente de ETA, liderado por Josu Ternera, para que terminara por la debilidad etarra y el rechazo de las bases abertzales. ¡°Culmin¨® con la votaci¨®n del abandono de la violencia en las bases abertzales y en las c¨¢rceles¡±, recuerda Zapatero.
ETA pidi¨® a la izquierda abertzale, antes de materializar su final, que estuviera avalado por instancias internacionales -fue la Conferencia de Aiete, encabezada por Kofi Annan- y tuviera el respaldo unitario del abertzalismo. Seis meses antes, en mayo de 2011, la izquierda abertzale hab¨ªa sido legalizada tras cumplir el compromiso de rechazar en sus nuevos estatutos el terrorismo etarra.
"Un final limpio y sin precio"
“ETA terminó la violencia con una decisión unilateral e incondicional”, reafirma José Luis Rodríguez Zapatero frente a las renovadas especulaciones sobre acuerdos secretos que estarían pagando él y Pedro Sánchez. Zapatero lo considera un debate superado: “Cuando ETA declaró el fin del terrorismo el 20 de octubre de 2011, Mariano Rajoy, líder de la oposición, reconoció públicamente su veracidad y su convicción de que no pagamos ningún precio”. El expresidente destaca que “fue, además, un final limpio, sin escisiones, asumido por ETA y definitivo como muestran estos 13 años sin violencia”. Seis meses antes fue legalizada Bildu, la nueva marca electoral de la izquierda abertzale, condenada durante nueve años como brazo político de ETA. “Se les prometió estar en política si contribuían a que ETA abandonara la violencia. Lo hicieron y lo reflejaron en sus estatutos”, señala Zapatero. También está convencido de que Sortu “no tardará mucho” en cerrar definitivamente el ciclo y reconocer el daño injusto que provocó: “Les avala su evolución”. Y rebate a los que respaldaron teorías conspiranoicas del atentado del 11-M y le acusaron de haber resucitado a la banda: “Cuando llegué al Gobierno ETA estaba debilitada, no derrotada”.