La Generalitat valenciana no ha declarado el m¨¢ximo nivel de emergencia que permite su legislaci¨®n

El mayor desastre natural de Espa?a en d¨¦cadas y el peor de la historia de la comunidad aut¨®noma, con m¨¢s de 200 muertos y decenas de desaparecidos, no ha merecido a la Generalitat valenciana la m¨¢xima calificaci¨®n prevista en su legislaci¨®n: la de ¡°emergencia catastr¨®fica¡±.

La ley de Protecci¨®n Civil y Gesti¨®n de Emergencias de la Generalitat prev¨¦, en su art¨ªculo 12.4, que ¡°cuando la situaci¨®n de peligro o los da?os ocurridos por su especial extensi¨®n o intensidad particularmente grave, y en tanto no sea declarado por el Estado el inter¨¦s nacional o uno de los estados previstos en el art¨ªculo 116 de la Constituci¨®n, el presidente de la Generalitat podr¨¢ declarar la situaci¨®n de emergencia catastr¨®fica¡±. Al aludir al ¡°inter¨¦s nacional¡±, se refiere a la declaraci¨®n de una emergencia como de nivel 3; mientras que el art¨ªculo 116 de la Constituci¨®n regula los estados de alarma, excepci¨®n y sitio. En ambos supuestos se trata del momento en que el Gobierno central asume el mando de la emergencia, que pierde la comunidad aut¨®noma.

Una portavoz de la Presidencia de la Generalitat ha respondido este viernes a EL PA?S que no se ha declarado la ¡°emergencia catastr¨®fica¡± y que solo se han tomado aquellas decisiones de las que se ha dado cuenta a la opini¨®n p¨²blica. Ni en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOGV) ni en la web del Govern se ha informado de esta decisi¨®n.

La principal consecuencia que hubiera tenido declarar la ¡°emergencia catastr¨®fica¡±, seg¨²n la ley auton¨®mica, es que supondr¨ªa ¡°la asunci¨®n por el presidente [de la Generalitat valenciana] del mando ¨²nico y la direcci¨®n de todas las actividades de la emergencia, pasando a su directa dependencia la estructura organizativa del plan territorial de emergencia¡±. Es decir, el presidente Carlos Maz¨®n se habr¨ªa convertido no solo en el responsable pol¨ªtico, sino tambi¨¦n legal de todo el operativo para combatir la dana y sus consecuencias. Esta previsi¨®n se incluy¨® en la ley valenciana en diciembre de 2020, bajo el mando del socialista Ximo Puig, tras la experiencia vivida con la covid.

Al no haber activado esta previsi¨®n, el mando ¨²nico lo sigue ostentando quien dirige la consejer¨ªa competente en materia de protecci¨®n civil y gesti¨®n de emergencias. En este caso, la consejera de Justicia e Interior, Salom¨¦ Pradas. Por debajo de ella, el m¨¢ximo responsable es el secretario auton¨®mico de Seguridad y Emergencias y director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Emilio Arg¨¹eso, quien ha reconocido que no se incorpor¨® al puesto de mando avanzado hasta el d¨ªa siguiente de la riada. En la pr¨¢ctica, la direcci¨®n t¨¦cnica del Cecopi (Centro de Coordinaci¨®n Operativo Integrado) la ha ejercido Jos¨¦ Miguel Basset, inspector jefe del Consorcio de Bomberos de Valencia.

El Cecopi se constituy¨® el martes por la tarde, cuando ya se hab¨ªan iniciado las inundaciones, en la sede del Centro de Emergencias del 112, en el municipio de l¡¯Eliana (Valencia). La Generalitat decret¨® el nivel 2 de emergencia en las comarcas de Utiel, Requena y La Plana a las 15 horas; y elev¨® toda la provincia a ese mismo nivel a las 19.17. Sin embargo, no fue hasta las 20 horas, 12 horas y media despu¨¦s de que la Aemet (Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa) difundiera una alerta roja por lluvias torrenciales, cuando lanz¨® un aviso a la poblaci¨®n en sus m¨®viles a trav¨¦s del sistema Es-Alert. A¨²n pasar¨ªa m¨¢s de media hora hasta que, a las 20.36, las autoridades auton¨®micas solicitaron la intervenci¨®n de la UME (Unidad Militar de Emergencias). Los militares, que estaban prealertados por las previsiones meteorol¨®gicas, enviaron casi de inmediato un equipo de reconocimiento, pero para esa hora muchas carreteras estaban ya cortadas y el acceso a las localidades m¨¢s afectadas por la riada resultaba imposible.

Al haberse mantenido la alerta al nivel 2, la direcci¨®n de la emergencia la ha retenido la Generalitat valenciana. El Gobierno se ha limitado a ofrecer los recursos del Estado y a atender las peticiones que le planteaban los responsables auton¨®micos. Eso explica que, como se ha quejado la ministra Margarita Robles, la UME solo pudiera operar en la zona de Utiel-Requena, que fue la que se le asign¨®, y que los ej¨¦rcitos no pudieran acudir hasta que el presidente Maz¨®n solicit¨® el pasado jueves su intervenci¨®n. Defensa ha elevado su representaci¨®n, enviando al general de divisi¨®n Fernando Carrillo, segundo jefe de la UME, al Cecopi, al que se ha incorporado el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pero el mando de la operaci¨®n sigue en manos de la Generalitat.

El ¨²nico modo de revertir esta situaci¨®n ser¨ªa elevar la emergencia al nivel 3, reservado a las ¡°de inter¨¦s nacional¡±. Adem¨¢s de aquellas que requieren la aplicaci¨®n de la ley reguladora de los estados de alarma, excepci¨®n y sitio, tambi¨¦n puede aplicarse ¡°cuando sea necesario prever la coordinaci¨®n de administraciones diversas porque afecten a varias comunidades aut¨®nomas¡±; o cuando, ¡°por sus dimensiones efectivas o previsibles, requieran una direcci¨®n de car¨¢cter nacional¡±.

El Gobierno evalu¨® en el Comit¨¦ de Crisis la posibilidad de dar este paso, que supon¨ªa la asunci¨®n del mando ¨²nico por parte del ministro del Interior, del que pasar¨ªan a depender todos los recursos estatales, auton¨®micos y locales. Pero no se decidi¨® a hacerlo. La raz¨®n que se esgrimi¨® es que, aunque la dana afectaba a varias autonom¨ªas, sus efectos estaban localizados en algunas zonas y los responsables de los servicios que est¨¢n pegados al terreno cuentan con la ventaja de conocerlo. Hab¨ªa otra raz¨®n de peso: el presidente valenciano no hab¨ªa pedido elevar la emergencia al nivel 3, por lo que el Gobierno deb¨ªa privarle unilateralmente de sus competencias.

Ahora, reconocen fuentes gubernamentales, es tarde para dar marcha atr¨¢s y el Gobierno apuesta por una ¡°gesti¨®n mixta¡± de la crisis, asumiendo que su papel se limita a prestar el m¨¢ximo respaldo a la Generalitat valenciana y poner a su disposici¨®n toda la potencia de medios del Estado, aunque en privado no se ahorren cr¨ªticas a su gesti¨®n. No solo se fall¨® el d¨ªa de las inundaciones, demorando incomprensiblemente la alerta a la poblaci¨®n, sino que tambi¨¦n se est¨¢ fallando en la atenci¨®n a los damnificados, agregan las mismas fuentes. Y la irritaci¨®n social no la pagar¨¢ solo el Gobierno valenciano, sino tambi¨¦n el central, admiten, pues en situaciones cr¨ªticas los ciudadanos no distinguen en funci¨®n de qu¨¦ instituci¨®n tiene la competencia.