Una pareja denuncia en Toledo la retirada de la tutela de su beb¨¦ por el pasado ¡°de maltrato y abandono¡± que sufri¨® la madre
La Delegaci¨®n de Bienestar Social entiende que el ¡°apego desorganizado¡± del que fue v¨ªctima la joven, de 19 a?os, criada en un centro de menores y con una discapacidad leve, pone en ¡°peligro¡± a su hija reci¨¦n nacida e ignora al padre en su resoluci¨®n
En la casa de Abdel Tahiri y de Yumara Oliver, en el casco viejo de Toledo, la cuna blanca, con sus s¨¢banas y sus mantitas, est¨¢ intacta junto a la cama de matrimonio. Sin estrenar. Su hija, nacida el pasado 6 de diciembre, viernes, a las 23.25 horas, seg¨²n consta en el documento de identificaci¨®n sanitaria maternofilial del Hospital Universitario de Toledo, no ha llegado a casa a¨²n, ni parece que vaya a hacerlo, pese a haber nacido perfectamente sana, algo escasa de peso (2.200 gramos) y haberse enganchado enseguida al pecho de su madre. Tres d¨ªas despu¨¦s del nacimiento de la peque?a citaron ...
En la casa de Abdel Tahiri y de Yumara Oliver, en el casco viejo de Toledo, la cuna blanca, con sus s¨¢banas y sus mantitas, est¨¢ intacta junto a la cama de matrimonio. Sin estrenar. Su hija, nacida el pasado 6 de diciembre, viernes, a las 23.25 horas, seg¨²n consta en el documento de identificaci¨®n sanitaria maternofilial del Hospital Universitario de Toledo, no ha llegado a casa a¨²n, ni parece que vaya a hacerlo, pese a haber nacido perfectamente sana, algo escasa de peso (2.200 gramos) y haberse enganchado enseguida al pecho de su madre. Tres d¨ªas despu¨¦s del nacimiento de la peque?a citaron a la pareja en la Delegaci¨®n de Bienestar Social de Toledo, justo al otro lado de la calle del centro hospitalario, para informarles de que su hija iba a ser tutelada por la Administraci¨®n ¡°en un r¨¦gimen de acogida en familia ajena¡± por la falta de habilidades marentales de la madre tras haber sido v¨ªctima de ¡°maltrato y abandono¡±.
Yumara se desmay¨® all¨ª mismo, ante la t¨¦cnica de Menores que les dio la noticia, tras sufrir un ataque de ansiedad. Una ambulancia la recogi¨® e ingres¨® en Urgencias. El pasado 12 de diciembre, mientras Abdel, de 32 a?os, y Yumara, de 19, se reun¨ªan con un abogado, t¨¦cnicos de la Administraci¨®n regional se llevaron a la ni?a del hospital para entreg¨¢rsela a la familia de acogida. Fuentes del centro m¨¦dico remiten a los Servicios Sociales y recuerdan que ¡°el hospital no retira tutelas¡±. Desde la Delegaci¨®n y la Consejer¨ªa de Servicios Sociales defienden la decisi¨®n de los t¨¦cnicos y sus criterios, y aseguran haber aplicado la ley y haber informado a los afectados ¡°de manera rigurosa y as¨¦ptica¡± de todas las motivaciones de la medida. Los padres han puesto una denuncia y el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Toledo la ha admitido a tr¨¢mite y ahora investiga el caso.
¡ªLa decisi¨®n que ha tomado el equipo es que se va a tutelar a la ni?a¡ª les dijo la t¨¦cnica de Menores en la primera entrevista, de m¨¢s de una hora, el pasado 10 de diciembre.
EL PA?S ha tenido acceso a m¨¢s de tres horas de grabaciones de varios encuentros entre los padres y las funcionarias. Algunos fragmentos pueden escucharse en esta noticia.
¡ª?Por qu¨¦?¡ª pregunta Abdel.
¡ªPorque hay una historia previa de Yumara, aqu¨ª en Protecci¨®n de Menores, de maltrato y de abandono. Una historia en la que ella ha sufrido todo ese maltrato con un apego desorganizado y todo ese historial que lleva ella de vida le hace que, desgraciadamente, las capacidades marentales que tenga est¨¦n disminuidas o nulas¡ªles explica la t¨¦cnica¡ª. Esto no es que lo diga yo, lo dicen todos los estudios. Adem¨¢s, no tiene red de apoyo¡ª a?ade.
¡ªPerdone, ella tiene red de apoyo. Aparte de su hermana, que vive con nosotros, su pareja, que soy yo, y mi familia entera ¡ªaduce Abdel¡ª. Yo tengo dos empleos, tenemos una casa alquilada a nombre de los dos...
¡ªLa ni?a se va a tutelar. La decisi¨®n est¨¢ tomada ¡ªinterrumpe la t¨¦cnica.
¡ª?Pero y la custodia del padre? Yo tengo derecho a la custodia de mi hija.
¡ªVale, pero es que no te conocemos ¡ªreconoce la t¨¦cnica.
¡ªPues si ten¨ªais tanto inter¨¦s, podr¨ªais haberme conocido: en los informes m¨¦dicos de seguimiento del embarazo aparezco como pareja suya. Pod¨ªais haberme escrito a mi domicilio, haberme llamado...
¡ªLa decisi¨®n est¨¢ tomada, vuelvo a repetir. La decisi¨®n est¨¢ tomada. Se va a retirar la tutela a partir de hoy ¡ªmantiene la t¨¦cnica.
¡ªPero una pregunta ¡ªinterviene Yumara¡ª. ?Qu¨¦ tendr¨¢ que ver mi vida de antes con la de ahora? ?Qu¨¦ culpa tengo yo de lo que hayan hecho mis padres?
¡ªClaro que no tienes ninguna culpa, t¨² eres la v¨ªctima ¡ªresponde la t¨¦cnica¡ª. Pero lo que no podemos hacer es v¨ªctima a tu hija.
¡ªPero obviamente, si yo lo he sufrido, no voy a querer que mi hija lo sufra ¡ªargumenta Yumara.
¡ªClaro que no, pero esas capacidades que desarrollan las personas, en un entorno seguro, protegido, donde el apego y el v¨ªnculo son fuertes, eso por desgracia tu no lo has tenido ¡ªle insiste la t¨¦cnica¡ª. Se va a suspender la patria potestad de los dos ¡ªa?ade.
¡ª?Pero cu¨¢l es el motivo de suspend¨¦rmela a m¨ª? ¡ªinquiere Abdel.
¡ªLos motivos son el conjunto ¡ªresuelve la t¨¦cnica¡ª. Una vez que se haya hecho la tutela se hace un plan de intervenci¨®n para que se os valore, pero ya te digo que el retorno, en este caso, es muy dif¨ªcil, pero hay un tiempo de valoraci¨®n. Eso no quiere decir que la ni?a vaya a retornar.
Yumara se desvanece. ¡°Viv¨ªan felices, preparando la llegada de su primer hijo, ajenos a lo que les iba a suceder¡±, se?ala la denuncia, que advierte de que nadie de los Servicios Sociales se puso en contacto con ellos hasta entonces: ¡°No les han hecho ning¨²n seguimiento previo, ni a ella ni a ¨¦l, al que admiten no conocer, y no se les notific¨® que tuvieran que acudir a los Servicios Sociales¡±. El primer contacto que tuvieron fue para informarles de que se llevaban a la ni?a.
El sue?o de Yumara de tener por fin una familia se convierte en una pesadilla. Ella, que ha sufrido el vac¨ªo de una madre, que lleg¨® a fugarse del centro de menores a los 15 a?os para reunirse con su padre (preso hace a?os) y formar parte de su nueva familia. Y regres¨®, escarmentada, a la casa de acogida del barrio toledano de Valpara¨ªso, con sus educadores, el ¨²nico hogar que ha conocido desde los nueve hasta los 18 a?os.
Tanto Yumara como sus tres hermanos ingresaron en el centro ¡°por la mala vida¡± que les dieron sus padres. ¡°No nos cuidaban, nos cuid¨¢bamos solos, nosotras atend¨ªamos a nuestros hermanos peque?os, sal¨ªamos a robar comida para comer¡±, recuerda su hermana Amparo. ¡°?ramos una familia completamente desestructurada¡±, asume Yumara. ¡°Yo llegu¨¦ con nueve a?os al centro, Amparo ten¨ªa diez y mis hermanos peque?os [que fueron adoptados] ten¨ªan dos a?os y seis meses¡±, relata.
A la ma?ana siguiente de aquella primera entrevista, el 11 de diciembre, volvieron a citarles para entregarles la resoluci¨®n por escrito, donde aparec¨ªa un resumen de ocho razones estampadas a tinta que explican el motivo de la retirada de la tutela: ¡°El Servicio de Infancia y Familia de la Delegaci¨®n Provincial de Bienestar Social en Toledo, una vez estudiada la situaci¨®n, considera la existencia de un peligro grave e inminente para la integridad f¨ªsica y/o moral de la menor, en base a los siguientes motivos: historia previa de maltrato y abandono de menores en relaci¨®n a Yumara Oliver Montoya; falta de habilidades y capacidades marentales debido al recorrido vital; red de apoyo inexistente para el cuidado de la menor que garanticen atenci¨®n y protecci¨®n adecuadas dentro de la unidad de convivencia, inestabilidad habitacional, econ¨®mica y laboral que repercuten en la seguridad de la ni?a; relaci¨®n de pareja asim¨¦trica (por edad, por discapacidad y vulnerabilidad); y nula conciencia de problemas relacionados con salud mental y c¨®mo pueden influir en la capacidad de cuidado y protecci¨®n de la menor, carencia de intervenci¨®n y seguimiento de los Servicios Sociales al no atender las indicaciones dadas en el hospital, alta vulnerabilidad de la ni?a debido a su corta edad¡±.
Seg¨²n monitores conocedores del caso de Yumara con los que ha hablado este peri¨®dico, su discapacidad es una ¡°limitaci¨®n intelectual¡± (inteligencia l¨ªmite) debida a su propia vida por lo que, al salir del centro, fue remitida a un ¡°servicio de capacitaci¨®n¡±. A pesar de eso, entienden, ¡°no tendr¨ªa por qu¨¦ afectar a sus capacidades marentales¡±. Los informes m¨¦dicos a los que ha tenido acceso este peri¨®dico le reconocen su autonom¨ªa.
Aquella misma ma?ana, tras recibir de las manos de la t¨¦cnica de Menores el documento firmado por el delegado provincial de Bienestar Social, Maximiliano Mu?oz Hern¨¢ndez, Abdel y Yumara expusieron su situaci¨®n actual como ¡°pareja estable¡± y plantearon otras posibilidades para no separarse de su hija, adem¨¢s de dejar constancia por escrito de su disconformidad con la medida. Acto seguido, volvieron al hospital para reunirse con su hija. Pero ya no les dejaron entrar en la habitaci¨®n. ¡°Se ha establecido un r¨¦gimen de visitas¡±, les inform¨® la enfermera. ¡°Podr¨¢n verla una hora por la ma?ana y otra por la tarde, hasta que se la lleven¡±. Al d¨ªa siguiente, 12 de diciembre, la ni?a, con seis d¨ªas de vida, desapareci¨® del hospital.
¡°Nosotros no le quitamos la tutela a nadie¡±, advierten fuentes del centro hospitalario. ¡°Eso le compete a Servicios Sociales¡±, aducen. ¡°Lo normal es que sean ellos los que nos adviertan de que realizan un seguimiento de un caso para obtener informaci¨®n del mismo en el marco de un protocolo interno, que recoge una serie de posibles riesgos¡±, explican. Efectivamente, en los informes m¨¦dicos del embarazo se hace referencia a un seguimiento de Asuntos Sociales. ¡°Ocasionalmente, puede ser el propio hospital quien active ese protocolo porque se perciba alg¨²n riesgo¡±, agregan las mismas fuentes, sin querer aclarar qui¨¦n y por qu¨¦ se activ¨® en este caso.
¡°Antes de llegar a la tutela, intentamos todo tipo de intervenci¨®n con los padres biol¨®gicos¡±, asegura el delegado de Bienestar Social de Toledo, contra quien va dirigida la denuncia. ¡°Si no funcionan, se retira la tutela y se intenta siempre que vayan a familias de acogida o a familia extensa [familiares], mientras se trabaja con los padres biol¨®gicos¡±, explica. Pero precisamente porque no se trabaj¨® con los padres antes del nacimiento, la denuncia presentada por el abogado toledano Juli¨¢n S¨¢nchez Rojas es ¡°por prevaricaci¨®n¡±, entendiendo que la decisi¨®n de retirarles directamente la tutela de su hija ¡°no est¨¢ acreditada, empezando porque admiten no conocer al padre ni las circunstancias en las que vive la pareja¡±, se?ala.
¡°El equipo ha detectado varios indicadores que muestran un riesgo para el beb¨¦¡±, aduce el delegado, que argumenta que por ¡°protecci¨®n del menor¡± no puede dar datos concretos del asunto, pero asegura: ¡°Nosotros siempre informamos de todo, de las causas por las que se procede a la asunci¨®n de la tutela, de manera rigurosa y as¨¦ptica, y de lo que ellos [los padres] pueden hacer en su favor... todo el mundo se lleva sus documentos¡±, responde ante la paradoja de que la familia no ha recibido su expediente completo para poder defenderse judicialmente ¡ªcomo indica la resoluci¨®n al final¡ª con todas las garant¨ªas. La denuncia tambi¨¦n incide en lo ¡°excepcional¡± de esta cuesti¨®n: ¡°En ning¨²n momento se le ha dado traslado del expediente, que es la base de la resoluci¨®n que se le ha notificado¡±, se?ala.
¡°El expediente del caso lo tienen los t¨¦cnicos y lo tiene que pedir un juez, porque es confidencial¡±, contradice despu¨¦s la consejera de Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha, B¨¢rbara Garc¨ªa Torijano (PSOE). Alega tambi¨¦n que ¡°todas las decisiones en este aspecto son muy duras y se toman con much¨ªsimo rigor y profesionalidad¡±. ¡°Siempre hay disposici¨®n para trabajar con las familias para no llegar hasta este punto, debe haber voluntad de la familia y hay que trabajarlo. Hay que colaborar, para que se pueda revertir la decisi¨®n, pero a d¨ªa de hoy no se dan las circunstancias adecuadas y por eso se ha optado por la retirada de la tutela de manera preventiva o cautelar para proteger a la menor¡±, asegura. ¡°Si estamos equivocados lo tendr¨¢ que decir un juez¡±, remacha.
Desde que les quitaron a su hija, Abdel y Yumara solo han visto a la ni?a en tres ocasiones (una hora). Y les han establecido recientemente un r¨¦gimen de visitas de una hora al mes. Han pasado la Navidad sin su peque?a, sumidos en la depresi¨®n de un hogar en el que todo recuerda a ella (el carrito, las fotos de la estanter¨ªa, sus ropas...), y sin que Yumara quiera entrar en la habitaci¨®n matrimonial para no ver la cuna vac¨ªa. Abdel, que lleg¨® a Espa?a de Marruecos a los 18 a?os, trabaja en el casino de Toledo, donde es ¡°requisito fundamental no tener antecedentes penales¡±, como recoge la denuncia. Adem¨¢s, tambi¨¦n trabaja por horas en un restaurante.
¡ªA lo mejor no es la decisi¨®n correcta, todos nos podemos equivocar, pero no nos podemos equivocar en la protecci¨®n de la ni?a¡ª, dice la t¨¦cnica en un momento de la entrevista¡ª. La ni?a se va a tutelar y, mientras tanto, te vamos a conocer.
¡°En las reuniones de los t¨¦cnicos de menores con mi cliente [Abdel Tahiri], reconocen que les falta informaci¨®n y que pueden haber tomado una decisi¨®n incorrecta¡±, recoge la denuncia, que incorpora las grabaciones de las entrevistas con los t¨¦cnicos de Bienestar Social y detalla los hechos y las circunstancias de los padres, para mostrar ¡°que la medida adoptada no est¨¢ acreditada ni existe situaci¨®n de desamparo de la menor¡±. E insiste en un aspecto fundamental: ¡°En ning¨²n momento se ha hecho ninguna valoraci¨®n de mi representado, a pesar de haber acompa?ado a su pareja durante el embarazo, ni se le ha realizado seguimiento alguno por parte de ninguna trabajadora social, siendo esto obligaci¨®n de los Servicios Sociales¡±.
Tras pedir una nueva reuni¨®n con la t¨¦cnica, Abdel fue recibido el pasado 13 de enero con el fin de averiguar cu¨¢ndo y c¨®mo se iniciaba ¡°el plan de intervenci¨®n¡±. La t¨¦cnica emplaz¨® a Abdel a que su madre, que vive en Algeciras, solicitara la tutela de la menor. El lunes 20 fue de nuevo atendido por la misma profesional para que firmara el r¨¦gimen de visitas (una al mes) y el plan de seguimiento ¡°para conocer y valorar la situaci¨®n de la familia de origen, con entrevistas, visitas a domicilio y dem¨¢s¡±. Abdel y Yumara rubricaron los documentos a?adiendo un ¡°no conforme¡± porque, argumenta su abogado, ¡°deber¨ªan hacer este estudio, que no realizaron previamente, con su hija en casa, con ellos, no manteniendo una medida tan dolorosa e injustificada¡±.