El ¡®think tank¡¯ del PSOE avisa de la ¡°cruzada ideol¨®gica¡± de Trump y de su ¡°asalto desde dentro¡± a la democracia de EE UU
El pesimismo por unas malas expectativas de futuro y la desconfianza en las instituciones son dos de los factores que nutren el auge de la ultraderecha, seg¨²n el primer foro de la Fundaci¨®n Avanza
Lo primero que tiene que hacer la izquierda para combatir y vencer a la ola reaccionaria ultraderechista que est¨¢ sometiendo a las democracias liberales a un test de estr¨¦s sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial es identificar los motivos que la impulsan y hacen que sean tan atractivos los postulados ultras entre las capas de la sociedad que, parad¨®jicamente, pueden ser los nuevos perdedores de la alianza entre el trumpismo y los oligarcas tecnol¨®gicos. ¡°En apenas un mes hemos visto c¨®mo cambiaba el mundo, c¨®mo una de las democracias m¨¢s activas del mundo est¨¢ siendo asaltada desde de...
Lo primero que tiene que hacer la izquierda para combatir y vencer a la ola reaccionaria ultraderechista que est¨¢ sometiendo a las democracias liberales a un test de estr¨¦s sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial es identificar los motivos que la impulsan y hacen que sean tan atractivos los postulados ultras entre las capas de la sociedad que, parad¨®jicamente, pueden ser los nuevos perdedores de la alianza entre el trumpismo y los oligarcas tecnol¨®gicos. ¡°En apenas un mes hemos visto c¨®mo cambiaba el mundo, c¨®mo una de las democracias m¨¢s activas del mundo est¨¢ siendo asaltada desde dentro por el propio presidente de los Estados Unidos y c¨®mo el orden internacional est¨¢ siendo sustituido por la amenaza y la agresi¨®n¡±, ha afirmado Manuel Escudero, presidente de la Fundaci¨®n Avanza, vinculada al PSOE, sobre las tres primeras semanas del segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca.
El laboratorio de ideas del PSOE, creado el pasado verano con el prop¨®sito de contribuir a la ofensiva de ideas ¡°democr¨¢ticas, progresistas y de una socialdemocracia adaptada al siglo XXI¡± frente a ¡°la cruzada ideol¨®gica¡± liderada por Trump, ha celebrado la primera sesi¨®n del Foro Avanza en el C¨ªrculo de Bellas Artes para abordar las ra¨ªces y razones de la irrupci¨®n internacional de la ideolog¨ªa ultra. Pepa Bueno, directora de EL PA?S, ha moderado el acto, al que han asistido un centenar de personas, la mayor¨ªa dirigentes socialistas como la presidenta del partido, Cristina Narbona, el ministro de Transportes ?scar Puente y la presidenta del Congreso y secretaria general de la formaci¨®n en Baleares, Francina Armengol. ¡°Asistimos en directo al desmontaje de muchas de las estructuras que la democracia liberal estadounidense ha ido construyendo mientras se reafirma un imperialismo sin m¨¢s regla aparente que la ley del m¨¢s fuerte. Esa catarata de anuncios y de acciones con las que cada d¨ªa nos sorprende Trump y su valido Elon Musk parece bloquear a buena parte del mundo, particularmente al occidental, dubitativo entre no dar cr¨¦dito a lo que dice y hace Trump y quiz¨¢ con la esperanza de poder sortear los da?os¡±, ha reflexionado Bueno, que ha hecho hincapi¨¦ en c¨®mo Trump ha llegado al poder ¡°a trav¨¦s de las urnas con el triunfo absoluto de la posverdad¡± y benefici¨¢ndose del ¡°altavoz tan potente que est¨¢ difundiendo antipol¨ªtica¡±, en referencia a la red social X, donde los mensajes de odio se han disparado desde que Musk la adquiriera en 2022.
¡°Vivimos algo aturdidos por lo que est¨¢ sucediendo, es un tsunami pol¨ªtico la velocidad con la que act¨²a Trump, parece un reality televisivo que nos tiene acongojados y asustados¡±, ha reconocido Ignacio S¨¢nchez-Cuenca. El catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa y miembro del Consejo Cient¨ªfico de Avanza ha subrayado que la extrema derecha no es un fen¨®meno repentino, sino que comenz¨® a cobrar forma en los a?os ochenta, con un crecimiento muy lento que dio las primeras se?ales en Francia y Austria y que en los casos de Alemania y Espa?a ha experimentado un auge ¡°de golpe¡±. ¡°?Qu¨¦ tienen en com¨²n estos partidos? Pues muy poco. Es una ideolog¨ªa que est¨¢ en un proceso constante de transformaci¨®n, que no ha cristalizado todav¨ªa definitivamente y vemos experimentos en direcciones muy diferentes. Lo que est¨¢ haciendo Trump no es exactamente igual a lo que pueda proponer el Partido de la Libertad en Austria o Marine Le Pen en Francia. Hay claramente elementos de conflicto entre ellos. Por ejemplo, la postura de Javier Milei sobre comercio internacional no tiene nada que ver con la de Trump. Son elementos incompatibles. Hay l¨ªderes de la extrema derecha que son enemigos declarados de cualquier tipo de intervenci¨®n estatal pero hay tambi¨¦n una extrema derecha que cree que el Estado debe proteger a los nacionales y excluir a los inmigrantes¡±, ha observado S¨¢nchez-Cuenca antes de centrarse en sus similitudes. ¡°El elemento com¨²n que unifica a Trump, [Giorgia] Meloni, Milei o [Benjam¨ªn] Netanyahu es un estilo de liderazgo bastante peculiar con el que est¨¢n tratando de poner a prueba las reglas formales e informales de las democracias liberales y ver hasta donde resisten los muros de contenci¨®n del sistema. Y lo hacen con ferocidad y desprecio hacia los perdedores, los vulnerables, los humildes, los extranjeros, los inmigrantes dispuestos a llevar a cabo sus ideas cueste lo que cueste¡±, ha abundado.
El combustible que alimenta a la ultraderecha ser¨ªa el pesimismo seg¨²n el cual m¨¢s del 75% de estadounidenses piensa que sus hijos vivir¨¢n peor, una degradaci¨®n de las condiciones de vida que tambi¨¦n tiene su p¨²blico en Espa?a. La consecuencia es la p¨¦rdida de credibilidad en las instituciones y partidos pol¨ªticos. ¡°Esta combinaci¨®n de pesimismo y desconfianza produce un aumento del apoyo a la extrema derecha, que capitaliza estos movimientos de desesperanza¡±, ha sentenciado S¨¢nchez-Cuenca. Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, escritor, consultor, profesor universitario y ex secretario de Estado en el Gobierno de Mariano Rajoy (PP), apunta otra clave: ¡°El supremacismo blanco explica por qu¨¦ unas clases medias en todo el mundo mayoritariamente blancas, a pesar de las diferencias que comentamos, consideran que hay una guerra global frente a lo que representa China y el mundo asi¨¢tico y se agrupan en un frente internacional reaccionario que es la clave de la supervivencia del hombre blanco en el siglo XXI. Solo hace falta echar un vistazo a todos los que acompa?an en el Despacho Oval al presidente de Estados Unidos y veremos esa reproducci¨®n del supremacismo blanco¡±.
Lassalle es el autor del ensayo El liberalismo herido, publicado en 2021, en el que ya hablaba de una internacional reaccionaria m¨¢s que de una derecha alternativa. ¡°Su objetivo es favorecer la reconstrucci¨®n neofascista del neoliberalismo, frente a un enemigo com¨²n, la democracia liberal y el cosmopolitismo humanista que defiende¡±, escrib¨ªa Lassalle, mediante ¡°sucursales reaccionarias¡± repartidas por el mundo cuyo objetivo es ¡°la despolitizaci¨®n autoritaria del Estado¡± impulsada por los herederos del Tea Party estadounidense. ¡°En todas las franquicias que operan a nivel global se replica el mismo relato. Liderazgos fuertes invocan modelos verticalizados (...) Estar¨ªamos ante un mercado que se convertir¨ªa en una forma de dominaci¨®n cuya legitimidad descansar¨ªa en garantizar la prosperidad del pueblo. Esta ser¨ªa una tarea que se pondr¨ªa en manos de un l¨ªder que actuar¨ªa como un CEO, que actuar¨ªa con mano dura para garantizar la eficacia de un orden robusto, orientado incluso a la riqueza, demandado por multitudes sociales que respaldar¨ªan una autoridad populista¡± a?ad¨ªa. Un comportamiento que define a Trump, que present¨® su plan para tomar el control de Gaza, y que implicar¨ªa la expulsi¨®n de sus m¨¢s de dos millones de habitantes palestinos, como ¡°una transacci¨®n inmobiliaria¡± con la que convertir¨ªa a la Franja en ¡°la Riviera de Oriente Pr¨®ximo.
Cristina Monge tambi¨¦n ha incidido en ese concepto de un presidente que act¨²a como el alto directivo de una empresa. Trump, en un imperialismo econ¨®mico, habla de que las tierras raras de Ucrania van a pasar a estar gestionadas por empresas estadounidenses para desarrollar el uso tecnol¨®gico¡±, ha puesto de ejemplo tras las llamadas del presidente de Estados Unidos a Vlad¨ªmir Putin y Volod¨ªmir Zelenski para acabar con una guerra que est¨¢ a punto de cumplir su tercer a?o. ¡°La ultraderecha no es que haya vuelto, es que nunca se fue. ?Por qu¨¦ ahora estamos en estado de shock en un siglo XXI al que probablemente vayamos a denominar como el siglo de los miedos? Y nos encontramos adem¨¢s ante una estrategia de hipnosis por parte de Trump, con anuncios que no sabemos adonde conducen¡±, ha resaltado la polit¨®loga, presidenta de M¨¢s Democracia y miembro del Patronato de Avanza. ¡°Uno de los elementos fundamentales es la alianza entre las ¨¦lites, que tiene un car¨¢cter m¨¢s tecnol¨®gico en Estados Unidos y aqu¨ª en Espa?a se produce entre las ¨¦lites tradicionales de toda la vida junto con clases populares. La pregunta es c¨®mo es posible que aquellos que salieron perdiendo de las pol¨ªticas neoliberales ahora est¨¦n apostando por elementos neoliberales¡±, ha puesto el foco en ¡°la ruptura de la idea del futuro¡±. Es decir, en las expectativas negativas que explican que Vox sea la primera opci¨®n, tras la abstenci¨®n, entre los j¨®venes de 18 a 24 a?os que han encadenado la crisis financiera y la de la pandemia y ahora son las principales v¨ªctimas del precio de la vivienda.
¡°Para entender la emergencia de la ideolog¨ªa ultra tendr¨ªamos que pensar en esas plataformas [sociales] no como un altavoz, un canal o un mero medio de difusi¨®n neutral, vac¨ªo de orientaci¨®n pol¨ªtica, sino m¨¢s bien como una de esas ra¨ªces de ese auge reaccionario que estamos viviendo. Y eso implica pensar en que esos espacios que en otro momento fueron fetichizados o proyectados como ¨¢goras de debate libre se han convertido en un lugar de incubaci¨®n, de gestaci¨®n, de esta internacional reaccionaria a la que cincelan como un martillo percutor¡±, ha advertido Iago Moreno, soci¨®logo por la Universidad de Cambridge. Y que tiene en Musk, que ha llegado a pedir el voto para Alternativa para Alemania, a su ejecutor m¨¢s poderoso con permiso de Trump.