Un incidente con militares brit¨¢nicos provoc¨® la sanci¨®n al jefe policial de la frontera con Gibraltar
El expediente que acuerda la suspensi¨®n por cinco meses y medio de empleo y sueldo para el inspector jefe se?ala este suceso como uno de los tres por los que ha sido castigado
El inspector jefe de la Polic¨ªa Nacional David Barrero, destinado en el puesto fronterizo con Gibraltar y se?alado como el responsable de las colas que se han registrado en La Verja en los ¨²ltimos meses al imponer controles de paso a los transe¨²ntes que cruzan desde la colonia a Espa?a, ...
El inspector jefe de la Polic¨ªa Nacional David Barrero, destinado en el puesto fronterizo con Gibraltar y se?alado como el responsable de las colas que se han registrado en La Verja en los ¨²ltimos meses al imponer controles de paso a los transe¨²ntes que cruzan desde la colonia a Espa?a, ha sido sancionado recientemente a cinco meses y medio de empleo y sueldo por, entre otros motivos, un incidente registrado hace un a?o con cuatro militares brit¨¢nicos. As¨ª lo recoge el resumen del expediente que fue facilitado a los representantes sindicales de los agentes en la reuni¨®n que mantuvieron con la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa el pasado 20 de febrero para estudiar, entre otros temas, las sanciones a imponer a varios agentes. El documento, al que ha tenido acceso EL PA?S, detalla los motivos por los que impusieron al mando policial tres sanciones disciplinarias por faltas ¡°graves¡±, castigadas dos de ellas con 60 d¨ªas cada una y la tercera, con 45.
Seg¨²n este documento, el incidente con militares brit¨¢nicos por el que ha sido sancionado se produjo el 18 de marzo del a?o pasado. Ese d¨ªa, Barrero, que era el responsable policial del puesto fronterizo de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz, 65.000 habitantes) con la colonia, ¡°orden¨® que se denegara la entrada a [varios militares de nacionalidad brit¨¢nica] que pretend¨ªan entrar en Espa?a, y que, los que estaban en suelo espa?ol, regresaran a Gibraltar¡±. La sanci¨®n se produjo no por esta actuaci¨®n, sino por no informar de lo ocurrido a su superior, la jefa de la comisar¨ªa de la localidad gaditana. Esta se enter¨® de lo ocurrido ¡°al d¨ªa siguiente, cuando la noticia apareci¨® en diversos medios de comunicaci¨®n¡± y le pidi¨® ¡°explicaciones¡±.
La Direcci¨®n General de la Polic¨ªa ha considerado que esta actuaci¨®n del inspector jefe constituye una falta grave recogida en el art¨ªculo 8.c del R¨¦gimen Disciplinario de la Polic¨ªa Nacional ¨Dque castiga ¡°la omisi¨®n de la obligaci¨®n de dar cuenta a la superioridad con la debida diligencia de todo asunto que por su entidad requiera su conocimiento o decisi¨®n urgente¡±¨D y ha impuesto al mando policial un mes y 15 d¨ªas de sanci¨®n.
Aquel incidente, seg¨²n recogi¨® entonces la prensa local, involucr¨® a cuatro militares brit¨¢nicos que hab¨ªan llegado al aeropuerto de Gibraltar en un vuelo civil y ten¨ªan billete de vuelta tambi¨¦n desde la colonia. Este hecho les permiti¨® pasar como turistas a Espa?a, donde se alojaron en un hotel de La L¨ªnea de la Concepci¨®n, en al menos tres ocasiones aprovechando que, desde que se consum¨® el Brexit, Gibraltar se encuentra en un limbo legal, ya que no se exige el pasaporte ni se limita el tiempo de estancia en Espa?a a los residentes en el Pe?¨®n, que solo necesitan mostrar su tarjeta roja de identidad para cruzar La Verja.
En uno de esos tr¨¢nsitos desde Gibraltar a Espa?a, dos de ellos ense?aron para identificarse su documentaci¨®n militar a los polic¨ªas espa?oles. Cuando estos les preguntaron cu¨¢l era el motivo para cruzar la frontera, afirmaron que estaban trabajando en la colonia, pero que se alojaban junto a otros dos compa?eros en la localidad gaditana colindante. Los agentes consideraron entonces que hab¨ªan incumplido los requisitos exigidos a los ciudadanos extracomunitarios para entrar en el espacio Schengen (acuerdo de supresi¨®n de controles fronterizos internos, que engloba a 23 pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, adem¨¢s de Suiza, Noruega e Islandia) y se les impidi¨® entrar en Espa?a. A la vez se le pidi¨® que contactaran con los otros dos militares que estaban en el hotel para que recogieran sus cosas y volvieran a Gibraltar.
Adem¨¢s de la sanci¨®n por no informar de este incidente, el expediente recoge otros dos hechos que terminaron elevando finalmente el castigo al mando policial a los 165 d¨ªas de empleo y sueldo. Seg¨²n la documentaci¨®n, poco despu¨¦s del suceso con los militares brit¨¢nicos, el mando policial ¡°orden¨® la instalaci¨®n de una antena de radiofrecuencia, para el control de embarcaciones, en las dependencias policiales del puesto fronterizo, todo sin el conocimiento ni la autorizaci¨®n de la jefa de la comisar¨ªa local¡±. Cuando esta tuvo conocimiento de este hecho, ¡°orden¨® su desinstalaci¨®n¡±. Por este incidente, se le ha impuesto una sanci¨®n de dos meses al considerar lo ocurrido una falta grave recogida en el art¨ªculo 8.x del r¨¦gimen disciplinario, que castiga ¡°la infracci¨®n de deberes u obligaciones legales inherentes al cargo o a la funci¨®n policial, cuando se produzcan de forma grave y manifiesta¡±.
El tercer hecho por el que ha sido sancionado tiene que ver con esta antena, ya que para instalarla remiti¨® escritos tanto al Ayuntamiento de La L¨ªnea como a su Polic¨ªa Local que no pasaron previamente por su jefa para que esta los visara y firmara. El expediente concluye que con ello, el inspector jefe ¡°vulner¨® la orden de servicio dada por la responsable de la comisar¨ªa local, relativa a escritos y comunicaciones dirigidas a otros organismos y dependencias de la Polic¨ªa Nacional, o entidades ajenas¡±, como era el caso, lo que considera una infracci¨®n grave. Por ello, le impone otra sanci¨®n de dos meses de empleo y sueldo en aplicaci¨®n del art¨ªculo 8.b del R¨¦gimen Disciplinario, que castiga ¡°la desobediencia a los superiores jer¨¢rquicos o los responsables del servicio con motivo de las ¨®rdenes o instrucciones leg¨ªtimas dadas por aquellos (...)¡±.
El inspector jefe sancionado ha venido exigiendo en los ¨²ltimos meses que se le den instrucciones por escrito sobre qu¨¦ controles debe implementar en la frontera y ha advertido de que la no aplicaci¨®n del protocolo Schengen supone un riesgo para la seguridad. Mientras, fuentes de Interior han subrayado que, al tratarse de una unidad operativa, las ¨®rdenes verbales bastan y que no sellar los pasaportes no afecta a la seguridad. El ¨²ltimo incidente se produjo el pasado viernes cuando el mando policial fue convocado por su superiora, la comisaria jefe de La L¨ªnea, despu¨¦s de que, durante dos horas, ordenara exigir el sellado del pasaporte a los residentes en Gibraltar, lo que provoc¨® un colapso en la frontera.
Este no fue el primer incidente protagonizado por el inspector jefe. El 11 de octubre, Barrero orden¨® a sus subordinados empezar a sellar los pasaportes de los llanitos, lo que provoc¨® que las autoridades gibraltare?as aplicaran la misma medida a los espa?oles. La cola se alarg¨® entonces cuatro kil¨®metros. Muchos ciudadanos no pudieron llegar ese d¨ªa a su puesto de trabajo y el hospital del Pe?¨®n se vio obligado a suspender intervenciones quir¨²rgicas por la falta de sus sanitarios transfronterizos. La escena se repiti¨® el 22 de noviembre durante algo m¨¢s de dos horas, hasta que una contraorden volvi¨® a hacer decaer los controles exhaustivos.