Supercalles
Est¨¢ en juego el futuro de una ciudad ejemplar y de saber c¨®mo mejorarla aceptando su regularidad sin hacer experimentos como la reforma de los chaflanes frente algunos colegios, por ejemplo
La verdad es que nunca acab¨® de resultar convincente la idea de las llamadas superilles de Barcelona, a pesar de la buena intenci¨®n de este eslogan urbano al que se le han ido a?adiendo otros, como el de la pacificaci¨®n del tr¨¢fico o los ejes verdes. La principal objeci¨®n a la idea de las supermanzanas es que si una cualidad tiene el Eixample de Barcelona, es la de su regularidad y su homogeneidad, una malla isotr¨®pica desde el punto de vista de su configuraci¨®n f¨ªsica, con unos nudos especial¨ªsimos. Hasta ahora se han activado dos de estas propuestas de reforma urbana, la del Poblenou,...
La verdad es que nunca acab¨® de resultar convincente la idea de las llamadas superilles de Barcelona, a pesar de la buena intenci¨®n de este eslogan urbano al que se le han ido a?adiendo otros, como el de la pacificaci¨®n del tr¨¢fico o los ejes verdes. La principal objeci¨®n a la idea de las supermanzanas es que si una cualidad tiene el Eixample de Barcelona, es la de su regularidad y su homogeneidad, una malla isotr¨®pica desde el punto de vista de su configuraci¨®n f¨ªsica, con unos nudos especial¨ªsimos. Hasta ahora se han activado dos de estas propuestas de reforma urbana, la del Poblenou, la primera, y m¨¢s recientemente la del entorno del mercado de Sant Antoni. Probablemente no sea malintencionado el uso del t¨¦rmino supermanzana, y tan solo es un reflejo del subconsciente, pero inquieta los equ¨ªvocos que conlleva. Esta figura urbana se basa obviamente en la manzana, aquello que parece m¨¢s sustantivo y m¨¢s concreto, incluso recurrentemente se usa como el elemento visual m¨¢s relevante de la ciudad, que impregna la publicidad y la difusi¨®n: el cuadrado de esquinas achaflanadas, cuyo estampado est¨¢ hasta en la tapicer¨ªa de los asientos de los autobuses. El atributo m¨¢s claro y venerado del Eixample, que ya se ha exportado, mediante las supermanzanas a otros barrios de la ciudad, como Gr¨¤cia o Sants.
Pero, aunque se hable de manzanas, se trata en realidad de calles y esquinas, las calles y sus cruces, los espacios ochavados que son un signo de identidad de Barcelona. Todo lo que se ha publicitado sobre esta invenci¨®n urbana tiene relaci¨®n con lo que pasa en la calle y en toda la exagerada parafernalia desplegada para darle visibilidad a las supermanzanas. El equ¨ªvoco, entre si se trataba de una nueva organizaci¨®n de lo edificado o de una propuesta sobre el espacio p¨²blico, se pod¨ªa valorar en los dos primeros casos citados, pero cuando se publicita la reforma de la calle Girona y su entorno, ya no hay duda, se trata de supercalles. La nueva supercalle es una calle que une Gr¨¤cia y el casco antiguo y que incluye los tramos de sus calles transversales comprendidos entre Bruc y Bail¨¦n. No hay ninguna propuesta relativa a las manzanas en s¨ª, a lo edificado, ninguna opini¨®n sobe su tipolog¨ªa edificatoria, sobre los terrados, incluso a una revisi¨®n de los interiores de manzana sobre los que transcurridos ya algunos a?os ser¨ªa bueno reflexionar. Se trata de calles, no de manzanas. En el contexto del Plan Cerd¨¤, pod¨ªa entenderse una entidad que agrupara cuatro unidades como las supermanzanas, o como en su momento fue la unidad de 400 x 400 de Le Corbusier para el Plan Maci¨¤. En ambos casos se trataba de interpretaciones con matices de la regularidad de la trama. Pero todo lo que las manzanas como unidades parecen avalar al referirnos a regularidad, las calles no lo hacen. La creaci¨®n de calles ¡°especiales¡± dentro de una trama regular que se ha matizado sobradamente mientras se han seguido las mismas reglas de juego, va a desbaratar este equilibrio. En realidad, ya lo ha empezado a hacer. El anuncio de la bater¨ªa de nuevas normas que regular¨¢n el futuro de esta supercalle ya es en s¨ª misma la constataci¨®n de que no bastan las normas en funcionamiento hasta hoy. La supercalle es desequilibrio. Nadie pone en duda las incontables mejoras que supone la reducci¨®n del tr¨¢fico rodado y sus beneficios medioambientales, pero no estamos hablando de esto. Est¨¢ en juego el futuro de una ciudad ejemplar y de saber c¨®mo mejorarla aceptando su regularidad sin hacer experimentos como la reforma de los chaflanes frente algunos colegios e institutos, por ejemplo.
Parece que moleste lo regular, molesta porque no lo observamos bien y nos parecen todas las calles iguales, y queremos que la nuestra sea diferente, sin ver que ya lo es. Pensamos las cosas de manera particular para cada caso, convertimos en ¡®diferentes¡¯, cosas que antes nos igualaban. El plan municipal: ¡°Llenamos de vida las calles. La implantaci¨®n del modelo de supermanzanas en Barcelona¡±, invita a que: ¡°¡vecindario y colectivos de cada barrio intervengan en los an¨¢lisis y el dise?o de cada supermanzana, y adapten el modelo a las caracter¨ªsticas de la zona y a las necesidades concretas de cada caso¡±. Con todo el respeto, esto puede acabar siendo una equivocaci¨®n monumental, de la que sacar¨¢n beneficio otros, y ya tenemos suficientes ejemplos sobre ello. Hay cosas que pertenecen a la ciudad en su conjunto y no a las necesidades de ¡®cada caso¡¯. ¡®Cada caso¡¯ no existe.