La ¡®lavadora¡¯ de la dinast¨ªa Jodorovich
Los Mossos destapan los negocios del clan de la droga barcelonesa, que ha extendido su red de contactos
Los Jodorovich son algo m¨¢s que una saga familiar: son historia viva de la cr¨®nica negra de Barcelona. Llegados de Centroeuropa en los a?os 30, se instalaron en la Zona Franca de la ciudad y la convirtieron en su fortaleza. Desde all¨ª controlan el narcotr¨¢fico y dirigen los negocios con los que blanquean los beneficios de la droga. A menudo victoriosos en los tribunales, los Jodorovich se han convertido en una obsesi¨®n para los cuerpos policiales, que han trazado un nuevo rumbo: seguir el rastro del dinero. Los Mossos han puesto al descubierto la lavadora del clan, dominado por una nuev...
Los Jodorovich son algo m¨¢s que una saga familiar: son historia viva de la cr¨®nica negra de Barcelona. Llegados de Centroeuropa en los a?os 30, se instalaron en la Zona Franca de la ciudad y la convirtieron en su fortaleza. Desde all¨ª controlan el narcotr¨¢fico y dirigen los negocios con los que blanquean los beneficios de la droga. A menudo victoriosos en los tribunales, los Jodorovich se han convertido en una obsesi¨®n para los cuerpos policiales, que han trazado un nuevo rumbo: seguir el rastro del dinero. Los Mossos han puesto al descubierto la lavadora del clan, dominado por una nueva generaci¨®n que trata de elevar su estatus social con una extensa red de relaciones. El blanqueo incluye la venta de coches, extra?as operaciones inmobiliarias, la cr¨ªa de caballos, los d¨¦cimos de loter¨ªa, los negocios tapadera y la colaboraci¨®n de c¨®nsules honorarios.
La polic¨ªa auton¨®mica atribuye a la familia un tr¨¢fico de drogas ¡°a gran escala¡±, cuyos ingentes beneficios deben aflorar de alg¨²n modo. Ah¨ª empieza la rueda del blanqueo de capitales, que los Montero-Jodorovich han perfeccionado desde que el matrimonio entre la matriarca Luisa Jodorovich (fallecida en 2017) y Antonio Montero (alias El Mulato) fundaran la poderosa dinast¨ªa. Entre los a?os 60 y 80, se hicieron famosos como violentos atracadores en la Costa Brava. Luego llegaron la coca¨ªna y el hach¨ªs. Luisa y Antonio tuvieron un hijo, Aquilino, que pas¨® a ejercer de patriarca y l¨ªder responsable de la organizaci¨®n. A ojos de la Seguridad Social, era solo un aut¨®nomo con una parada de carne de caballo en el mercado del barrio; ahora, recibe una pensi¨®n por invalidez permanente.
En 2011, Aquilino fue condenado a 19 a?os de c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas y dep¨®sito de armas. Con ¨¦l cayeron tres hijos, que tambi¨¦n llevan el doble apellido Montero-Jodorovich: Antonio, Manuel y Sim¨®n, el peque?o. Unos meses despu¨¦s, el Tribunal Supremo anul¨® las intervenciones telef¨®nicas y los registros en sus viviendas por un error de la polic¨ªa. Y les absolvi¨® a todos. Fue un a?o clave para la dinast¨ªa: consciente de que estaba en el punto de mira, Aquilino pas¨® a un segundo plano, aunque a¨²n participa en los negocios: los Mossos explican que quiere abrir un bar de perritos calientes como tapadera y que recibe, como ¡°donaci¨®n¡±, un piso por solo 40.000 euros. Tambi¨¦n cierra la venta de un terreno de 907 metros en la Costa Brava por 35.000 euros, ¡°muy por debajo del importe real¡±, y deja la empresa en manos de un tipo detenido 39 veces por drogas, robos y agresiones al que se le ve haciendo vigilancias en el barrio.
Sim¨®n tom¨® las riendas y emprendi¨® una nueva estrategia. La idea era no solo lavar el dinero, tambi¨¦n la imagen. En 2013, se alz¨® con la presidencia de la Federaci¨®n de Asociaciones Gitanas de Catalu?a (Fagic) y situ¨® a su hermano Manuel como tesorero. Manuel se encarga de regentar el bar Gasoil, punto de reuni¨®n de familia y amigos. Los Mossos le describen como un tipo de vida ¡°disoluta¡± que ¡°dedica su tiempo a las peleas de gallos¡±.
La investigaci¨®n de los Mossos, tutelada por el Juzgado de Instrucci¨®n 10 de Barcelona, bucea en los negocios desde 2012, cuando los Jodorovich eludieron la c¨¢rcel y la tercera generaci¨®n tom¨® el tim¨®n. Mientras la familia ¡°se desprend¨ªa de activos¡±, Sim¨®n puso buena parte del patrimonio familiar en manos de un primo suyo, Amadeo Mart¨ªnez. Deportista y sin antecedentes, se?alan los Mossos, Amadeo es el ¡°primo hermano testaferro¡± y ¡°la punta de lanza de todo el lavado de dinero¡±.
La compraventa de coches de lujo es una de las formas de blanqueo. El negocio empez¨® a florecer despu¨¦s de que Amadeo fuera agraciado ¡ªdos veces en apenas dos a?os¡ª con premios de loter¨ªa por un total de 1,46 millones. Los d¨¦cimos se vendieron en Bizkaia y en Madrid y son de series y fracciones ¡°no consecutivas¡±; 30 de los premiados tienen ¡°antecedentes¡±. Con el dinero, amortiz¨® una hipoteca en Castelldefels, impuls¨® las tiendas de musculaci¨®n Le Muscle VIP, construy¨® un chalet en la Costa Brava y compr¨® una embarcaci¨®n (The Montero), adem¨¢s de criar caballos en su finca.
A trav¨¦s de las llamadas telef¨®nicas, los investigadores se han fijado en el alto tren de vida de los miembros de la familia. Amadeo, por ejemplo, gast¨® 12.000 euros en el catering del 15? cumplea?os de su hija y pag¨® la despedida de soltero de su mejor amigo.
Algo similar puede decirse del jefe, Sim¨®n, que el a?o pasado gast¨® miles de euros en m¨²sicos para la verbena de San Juan. ¡°El dispendio en fiestas es algo com¨²n en el clan de los Mulatos¡±, dicen los Mossos, que destacan su ¡°participaci¨®n en todo tipo de saraos¡± y sus ¡°contactos en el mundo de la far¨¢ndula¡±. Tiene empresas y propiedades por 1,5 millones. En el registro de su piso de la Zona Franca ¡ªdonde vive con su padre¡ª se hallaron 200.000 euros, m¨¢quinas de contar dinero y un dispositivo que detecta micros.
Sim¨®n ha intentado alejar a los Jodorovich del aura del crimen y conseguir nuevas relaciones. Hace unos a?os, como presidente de la Fagic compareci¨® en el Parlament y coincidi¨® con el c¨®nsul de Mal¨ª, Jos¨¦ Luis L¨®pez. Ambos se conoc¨ªan del barrio, retomaron contacto y emprendieron negocios. Sim¨®n ¡°ha sabido inmiscuirse en este grupo clasista y de sentimiento aristocr¨¢tico¡±.
Adem¨¢s del de Mal¨ª, ha logrado que los c¨®nsules de Croacia, Juli C¨¦sar B¨¢rcena, y de Albania, Josep Maria Calmet, le ¡°rindan pleites¨ªa¡±. Las llamadas revelan que Calmet ¡ªalto cargo de la Generalitat con Jordi Pujol¡ª tiene problemas financieros y pide ayuda a Sim¨®n. ¡°Te he dejado mucho dinero y nunca te he pedido que lo devuelvas¡±. Pero los favores, concluyen los Mossos, se pagan. El joven patriarca le compr¨® la mitad de una casa con deudas en Seva muy por debajo de su valor.