Buscando consuelo a tientas
Los cient¨ªficos no dieron las se?ales de alarma necesarias. ?Para que sirve la OMS si no es para casos como este? Si sab¨ªan del peligro, ?por qu¨¦ no se comprometieron m¨¢s y lo anunciaron a tiempo?
Nunca he agradecido tanto el cambio de horario como el pasado domingo cuando pude ver los rostros de los vecinos de enfrente aplaudiendo en los balcones. Desde el primer d¨ªa soy un fiel participante de estos emocionantes momentos, de estas ocho de la tarde en la que queremos sentirnos parte de un pueblo dispuesto a resistir convencido de que derrotaremos al virus y como se dice ahora ¡°saldremos de ¨¦sta¡±. Hasta este domingo s¨®lo ve¨ªa siluetas fundidas en negro. Anteayer les reconoc¨ª, fantase¨¦ con sus vidas, me sent¨ª cercano, quiz¨¢s a ellos les sucedi¨® lo mismo. En todo caso, la ovaci¨®n son¨® m¨¢s...
Nunca he agradecido tanto el cambio de horario como el pasado domingo cuando pude ver los rostros de los vecinos de enfrente aplaudiendo en los balcones. Desde el primer d¨ªa soy un fiel participante de estos emocionantes momentos, de estas ocho de la tarde en la que queremos sentirnos parte de un pueblo dispuesto a resistir convencido de que derrotaremos al virus y como se dice ahora ¡°saldremos de ¨¦sta¡±. Hasta este domingo s¨®lo ve¨ªa siluetas fundidas en negro. Anteayer les reconoc¨ª, fantase¨¦ con sus vidas, me sent¨ª cercano, quiz¨¢s a ellos les sucedi¨® lo mismo. En todo caso, la ovaci¨®n son¨® m¨¢s fuerte que nunca.
Pero me invadi¨® una duda, una angustiosa duda. ?Hasta cu¨¢ndo seguiremos aplaudiendo? ?Cu¨¢ndo decaer¨¢n nuestros ¨¢nimos? ?En qu¨¦ momento empezar¨¢ a fallar nuestra confianza?
Los humanos somos seres emocionales y racionales. Ambas cosas a la vez: ni s¨®lo una, ni s¨®lo otra. Las antiguas intuiciones filos¨®ficas se han visto confirmadas por la neurociencia, la emoci¨®n es la fuerza que nos impulsa, la raz¨®n nos se?ala los l¨ªmites. ?Ay de qui¨¦n conf¨ªe solo en una, la que sea, y abandone la otra! Cuando ello ha sucedido, cuando se ha deteriorado el equilibro entre ambas, el poder ha cometido sus m¨¢s horrendos cr¨ªmenes. ?Hasta cu¨¢ndo, pues, empezar¨¢ a fallar nuestra confianza?
Ahora somos resistentes por el gran peso de la emoci¨®n pero si lo pensamos bien la raz¨®n nos deber¨ªa conducir al pesimismo. Sin querer asustar, la pandemia va para largo, 15, 30 d¨ªas, no son nada, y las consecuencias econ¨®micas y sociales van para m¨¢s largo a¨²n, para mucho m¨¢s, ah¨ª debemos contar por a?os.
En lo primero, sin echarles la culpa, objetivamente han fallado los cient¨ªficos, no dieron las se?ales de alarma necesarias. ?Para qu¨¦ sirve la OMS si no es para casos como este? ?O bien, al ser un organismo de la ONU, est¨¢ condicionada por los intereses pol¨ªticos y no es propiamente un organismo cient¨ªfico? Si sab¨ªan del peligro, ?por qu¨¦ no se comprometieron m¨¢s y lo anunciaron a tiempo? En tiempos de alucinantes avances tecnol¨®gicos, de inteligencias artificiales que superan la ciencia ficci¨®n, no detectaron a tiempo un virus que al parecer transmiti¨® un murci¨¦lago a un ser humano en la desconocida provincia china de Wuhan. Lo m¨¢s parecido a una mala pel¨ªcula.
Los pol¨ªticos han dicho que segu¨ªan los consejos de los cient¨ªficos, as¨ª Pedro S¨¢nchez desde el primer d¨ªa. ?Han seguido estos consejos? No pueden dejar de escucharles, por supuesto, pero no debe ser el ¨²nico elemento a tener en cuenta para tomar decisiones. Los pol¨ªticos, nuestros representantes en la direcci¨®n de los poderes p¨²blicos, tienen otra misi¨®n: hacer frente a la crisis sanitaria y pensar en el d¨ªa despu¨¦s, en el mundo que se nos viene encima. De tal modo que las medidas a tomar hoy para solucionar la pandemia sean solo lo menos perjudiciales posibles para la nueva sociedad en la que inevitablemente vamos a entrar. En este estrecho sendero, fuertemente condicionado a uno y otro lado, deben los pol¨ªticos tomar decisiones, tarea no f¨¢cil.
Quiz¨¢s aqu¨ª, concretamente en Espa?a, no estemos preparados para ello, quiz¨¢s incluso estemos en el momento m¨¢s incierto de nuestra democracia. Un Gobierno socialista coaligado con un partido populista, sostenido en el Congreso por un partido independentista y con el d¨¦bil liderazgo de un Presidente del Gobierno cuestionado por todos lados, incluso dentro de su partido. En 40 a?os nunca hab¨ªa sucedido algo as¨ª. ?No ser¨ªa el momento de nuevas alianzas, cambiar el signo de las mismas, tomar decisiones consultando al m¨¢s amplio n¨²mero de partes afectadas? Para hacer frente a una situaci¨®n como la que estamos pasando no basta una mayor¨ªa de 167 diputados frente a 165, es decir, sostenida en el voto de un solo diputado. Quien deba pensarlo que lo piense.
Por ¨²ltimo, ya que hemos repartido responsabilidades, primero a los cient¨ªficos, despu¨¦s a los pol¨ªticos, tambi¨¦n los columnistas debemos mirarnos al espejo para contemplar el papel¨®n que estamos haciendo con nuestras opiniones. Reconozcamos que vamos a tientas, buscando sobre todo no meter la pata y, en el mejor de los casos, ser cautos y prudentes, eso en el mejor de los casos, insinuando m¨¢s que afirmando. ?Podemos hacer otra cosa si cu¨¢ntas m¨¢s noticias leemos mayor incertidumbre nos embarga? S¨®lo puedo decir con fundamento que esta tarde a las ocho estar¨¦ en mi balc¨®n, con mis vecinos, buscando consuelo.