Cuentos confinados

Carme Branchadell tiene 63 a?os. Quim tiene cuatro. Viven en Sant Celoni, cada uno en una casa, que se comunican por los patios de arriba. Antes de que el coronavirus pusiera nuestras vidas patas arriba, no se conoc¨ªan. Se hab¨ªan visto alguna vez, cuando los padres de Quim sub¨ªan a tender ropa. Ella le sacaba la lengua. ?l se escond¨ªa, vergonzoso. Hasta que el Covid-19 les encerr¨® en casa y comenzaron a verse a diario. ¡°Cuando quieras, te cuento un cuento¡±, le ofreci¨® Carme a Quim. De esto hace m¨¢s de dos semanas. El ni?o respon...

Carme Branchadell tiene 63 a?os. Quim tiene cuatro. Viven en Sant Celoni, cada uno en una casa, que se comunican por los patios de arriba. Antes de que el coronavirus pusiera nuestras vidas patas arriba, no se conoc¨ªan. Se hab¨ªan visto alguna vez, cuando los padres de Quim sub¨ªan a tender ropa. Ella le sacaba la lengua. ?l se escond¨ªa, vergonzoso. Hasta que el Covid-19 les encerr¨® en casa y comenzaron a verse a diario. ¡°Cuando quieras, te cuento un cuento¡±, le ofreci¨® Carme a Quim. De esto hace m¨¢s de dos semanas. El ni?o respondi¨® que s¨ª¡­ y hasta hoy.

Mediod¨ªa se ha convertido en la hora que marca la vida de estos dos confinados. Les separa un cristal que lo hace todo m¨¢s teatral. Carme le explica cada d¨ªa un cuento a Quim. Y cuando acaban, el ni?o le encarga el del d¨ªa siguiente. Pero no piense el lector en una se?ora de mediana edad que se limita a abrir un ¨¢lbum y leer. Qu¨¦ va. El encuentro se ha convertido para los dos en una actividad en may¨²sculas, y ser¨ªa dif¨ªcil discernir qui¨¦n disfruta m¨¢s.

Porque antes de cada bolo, cada uno por su cuenta buscan atrezzo y vestuario para sorprender al otro. Orejas de burro, para Los m¨²sicos de Bremen; vestidos y un espejo para El Vestido nuevo del emperador; ositos, sillas y tazas para Ricitos de Oro; una moneda de cart¨®n para El Patufet; escobas y mu?ecos para La ratita presumida¡­ Todo, claro, representado con las voces de cada personaje y canciones.

¡°Nos lo pasamos los dos bien, es un momento ¨ªntimo que provoca una reacci¨®n en cadena que tiene beneficios para todos¡±, celebra Carme, consciente de que su papel en esta historia est¨¢ ¡°entre el de abuela y maestra¡±. Abuela, lo es de tres nietos. Y maestra lo fue. Tiene mili en los dos roles. ¡°Es un momento de luz, de alegr¨ªa¡±, explicaba Carme el d¨ªa siguiente a perder a un primo enfermo de Covid-19. Se pregunta si Quim se acordar¨¢ de estos momentos como ella recuerda instantes de su infancia, sensaciones.

A la madre de Quim, Helena L¨®pez, periodista, el cuento le ha ¡°salvado la vida¡±: ¡°Me ha resuelto el d¨ªa, centrado en la emoci¨®n previa y en prepararlo todo para el d¨ªa siguiente: el material, las canciones...¡±, asegura y celebra tambi¨¦n que sea un momento para Quim, que con la llegada de un beb¨¦ hace un a?o perdi¨® protagonismo.

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