Octogenarios
Nunca habr¨ªamos imaginado que el supuesto ¨¦tico y jur¨ªdico del estado de necesidad nos ser¨ªa desfavorable, y que en el autob¨²s de la vida, a nuestros a?os, nos hab¨ªa de corresponder ceder el asiento
Hace m¨¢s de 500 a?os, dec¨ªa Jorge Manrique, que ¡°todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud¡±. Pero el Roto lo resumi¨® de un plumazo y sin poes¨ªa: ¡°lo malo de la vejez es que llega en muy mala edad¡±. S¨ª, verdaderamente es la mala edad de los achaques y la p¨¦rdida de ¨ªmpetu. Es la edad de la especial vulnerabilidad pero tambi¨¦n de la experiencia que dan los muchos a?os que se llevan detr¨¢s. Todo ello nos proporcionaba una cierta preferencia, como cuando nos dejan el asiento en el autob¨²s. Cre¨ªamos que eso ser¨ªa as¨ª para siempre y en todos los casos. Pero entonces lleg¨® el coronavi...
Hace m¨¢s de 500 a?os, dec¨ªa Jorge Manrique, que ¡°todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud¡±. Pero el Roto lo resumi¨® de un plumazo y sin poes¨ªa: ¡°lo malo de la vejez es que llega en muy mala edad¡±. S¨ª, verdaderamente es la mala edad de los achaques y la p¨¦rdida de ¨ªmpetu. Es la edad de la especial vulnerabilidad pero tambi¨¦n de la experiencia que dan los muchos a?os que se llevan detr¨¢s. Todo ello nos proporcionaba una cierta preferencia, como cuando nos dejan el asiento en el autob¨²s. Cre¨ªamos que eso ser¨ªa as¨ª para siempre y en todos los casos. Pero entonces lleg¨® el coronavirus. Empez¨® a morir la gente a cientos y a miles. Los gobiernos tomaron medidas m¨¢s o menos acertadas. Se confin¨® a todo el mundo. Los sanitarios incrementaron su trabajo y sacrificio, y su riesgo, hasta l¨ªmites inimaginables. De todas partes surg¨ªan iniciativas para afrontar la dram¨¢tica situaci¨®n. Los confinados aplaud¨ªan a las ocho desde sus ventanas. Las autoridades hac¨ªan ruedas de prensa de informaci¨®n sanitaria con desproporcionada presencia de uniformes militares. Se paseaban custodias con capa pluvial por los tejados como jam¨¢s habr¨ªan imaginado Bu?uel ni Berlanga. Algunos irresponsables esparc¨ªan bulos est¨²pidos, inquietantes o desestabilizadores. Hubo descerebrados que intentaron azuzar el odio querell¨¢ndose contra el gobierno, imput¨¢ndole la muerte de los miles de fallecidos. Y, coincidiendo con semejante aberraci¨®n jur¨ªdica, en el Congreso se exhib¨ªa la escas¨ªsima talla pol¨ªtica de algunos l¨ªderes obcecados u oportunistas.
La prestigiosa Sociedad Espa?ola de Medicina Intensiva, Critica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC) hizo p¨²blico un documento de recomendaciones ¨¦ticas para la toma de decisiones en la situaci¨®n excepcional de crisis por la pandemia en las unidades de cuidados intensivos (UCI). Se refer¨ªa expresamente a la situaci¨®n de desequilibrio entre las necesidades de ventilaci¨®n mec¨¢nica y los recursos disponibles. Se?alaba una serie de medidas encaminadas a procurar la mejor atenci¨®n posible a los pacientes afectados por el coronavirus, incluido el traslado a otros hospitales de otras ciudades, menos desbordados de pacientes.
En esta situaci¨®n, que calificaba de medicina de cat¨¢strofe, planteaba el cl¨¢sico supuesto ¨¦tico y jur¨ªdico del estado de necesidad, que exime de responsabilidad a quien para salvar un bien, o una vida, sacrifica otro u otra, siempre que el mal causado no sea mayor que el evitado. En tal situaci¨®n indicaba, como ¨²ltima instancia, la necesidad de establecer un triaje al ingreso basado en privilegiar la mayor esperanza de vida. Reconoc¨ªa que el triaje ¡°puede ocasionar distres moral y cuidados percibidos como inapropiados en los profesionales que se vean implicados en estas decisiones¡±. No obstante, indicaba que ante dos pacientes similares se deb¨ªa priorizar, en el triaje de acceso a la ventilaci¨®n mec¨¢nica intensiva, que son los famosos y escasos respiradores mec¨¢nicos (VMI), a la persona con mejor perspectiva de cantidad y calidad de vida. Se refer¨ªa expresamente a los pacientes de m¨¢s de 80 a?os con comorbilidades, es decir, con otras enfermedades, cosa relativamente frecuente en esa edad. Para ellos recomendaba recibir preferentemente mascarilla de ox¨ªgeno de alta concentraci¨®n, oxigenoterapia de alto flujo, o ventilaci¨®n mec¨¢nica no invasiva. Por lo tanto, no recomendaba la VMI para los octogenarios. En ning¨²n caso debe ser criterio de triaje, seg¨²n estas recomendaciones, la prioridad del momento de llegada a la UCI. Y conclu¨ªa que, en todo caso, es prevalente el criterio del m¨¦dico. Con similar criterio, la Generalitat de Catalunya, en un documento oficial de 24 de marzo, tambi¨¦n emit¨ªa unas recomendaciones entre las que aconsejaba ofrecer los recursos, si no alcanzan para todos, a los pacientes que m¨¢s puedan beneficiarse en t¨¦rminos de a?os de vida salvados. Y se refer¨ªa expresamente a los pacientes de m¨¢s de 80 a?os. Recibir¨¢n, seg¨²n la recomendaci¨®n, ¨²nicamente oxigenoterapia. La VMI en la UCI se recomienda que se reserve prioritariamente para menores de 75 a?os.
No constan datos significativos de que estas recomendaciones haya sido necesario atenderlas, ni lo contrario, pero para los octogenarios ha surgido una nueva inquietud. Frecuentemente conviven con sus achaques y sus pastillas. Esto, por ley de vida, no suele menguar. Por eso, antes o despu¨¦s, alcanzan aquella situaci¨®n de comorbilidad a la que se refer¨ªan las recomendaciones que les posterga a la puerta de la UCI y la VMI. Nunca habr¨ªamos imaginado los octogenarios que el supuesto ¨¦tico y jur¨ªdico del estado de necesidad nos ser¨ªa desfavorable, que en el autob¨²s de la vida, a nuestros a?os, nos hab¨ªa de corresponder ceder el asiento.