¡®Tab¨²s¡¯, el desastre de un mon¨®logo
Ocurrencias como que los ciegos deben de serlo porque no dejaron de masturbarse a tiempo te transportan a un patio de colegio de color sepia
El a?o 2018, la televisi¨®n flamenca de B¨¦lgica estrenaba Taboo y, seg¨²n la prensa, tuvo un 54% de share, una cifra astron¨®mica. Esto seguramente ha facilitado su exportaci¨®n a otras televisiones como la australiana o la canadiense y ahora, la catalana TV3. Aqu¨ª se llama Tab¨²s y es una producci¨®n de El Terrat (Mediapro). El presentador es el actor David Verdaguer. ?En qu¨¦ consiste? Pues en reunir a cuatro personas con un problema o discapacidad com¨²n, de un determinado colectivo... y vivir una semana juntos con el presentador. Como conclusi¨®n, invitarlos, con amigos, parientes y otras personas ...
El a?o 2018, la televisi¨®n flamenca de B¨¦lgica estrenaba Taboo y, seg¨²n la prensa, tuvo un 54% de share, una cifra astron¨®mica. Esto seguramente ha facilitado su exportaci¨®n a otras televisiones como la australiana o la canadiense y ahora, la catalana TV3. Aqu¨ª se llama Tab¨²s y es una producci¨®n de El Terrat (Mediapro). El presentador es el actor David Verdaguer. ?En qu¨¦ consiste? Pues en reunir a cuatro personas con un problema o discapacidad com¨²n, de un determinado colectivo... y vivir una semana juntos con el presentador. Como conclusi¨®n, invitarlos, con amigos, parientes y otras personas con el mismo problema, a un mon¨®logo supuestamente humor¨ªstico a cargo de Verdaguer.
La mercadotecnia del producto vende que se trata de romper un tab¨² ri¨¦ndonos sin tapujos de su vulnerabilidad. Re¨ªrse de lo que no hay que re¨ªrse. Que no quiera ser un programa pla?idero o compasivo me parece que es querer dar un trato digno a sus protagonistas. De hecho, la estancia en la casa consiste b¨¢sicamente en charlas entre los invitados y de ellos, vis a vis, con Verdaguer. En el primer cap¨ªtulo, los cuatro personajes eran ciegos y todos ten¨ªan un relato muy elaborado de su propia vida. Sin esconder la dureza de la experiencia... no quer¨ªan ni dar l¨¢stima ni provocar compasi¨®n. Hab¨ªa un punto de reivindicaci¨®n desde la diferencia. Los testimonios de su peripecia personal son los mejores momentos del programa. Hasta aqu¨ª, todo muy bien. Pero ya se ve que la descripci¨®n, muy por encima de la vida en la casa, es irrelevante para los prop¨®sitos de Tab¨²s. El plato fuerte, cocinado para que el espectador se d¨¦ cuenta de que es donde se juega el envite, es el mon¨®logo.
El desastre llega con el mon¨®logo final. A pesar de que en la ficha t¨¦cnica figuran 11 guionistas (entre los principales y los encargados de lo que llaman guion adicional), el resultado es de una miseria inconcebible. No s¨¦ si se ha heredado del formato original. Si es as¨ª, han sido incapaces de hacerle un lavado.
?De verdad da risa comparar el braille con acariciar la frente de un adolescente? Pero lo peor es el cap¨ªtulo de las picard¨ªas. Un humor rancio, lleno de chistes verdes ra¨ªdos. Y angustian porque ves que es aqu¨ª donde los responsables del programa quieren demostrar su atrevimiento sin darse cuenta de que el problema no es que hagan cachondeo del gremio de los ciegos, una burla con todos los permisos en regla de este gremio, sino que los chistes simplemente no tienen gracia, hagan broma de los ciegos o de Mar¨ªa Sant¨ªsima. Hay un momento en que se habla de brindar con cava semicec. ?Pill¨¢is el doble sentido? Pues todas las gracias son de un nivel de inteligencia parecido. Ocurrencias como que los ciegos deben de serlo porque no dejaron de masturbarse a tiempo te transportan a un patio de colegio de color sepia. Verdaguer es un buen actor, pero es imposible servir con brillo un espect¨¢culo tan pobre y desnortado. Durante el mon¨®logo se muestran insistentemente im¨¢genes del p¨²blico riendo a carcajadas. A juzgar por el montaje, se lo pasaron la mar de bien. Me alegro.