Es hora de recuperar la salud p¨²blica
Tras a?os de abandono, los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica trabajan bajo m¨ªnimos mientras Salud externaliza a Ferrovial el seguimiento de los contactos de los nuevos contagios por 17,6 millones
Las autoridades sanitarias saben que para completar el desconfinamiento es preciso tener un buen sistema de control y seguimiento de los nuevos contagios, pues de ello depende poder evitar un rebrote de la pandemia que obligue a paralizar de nuevo la econom¨ªa. Esa tarea ha de ser pilotada por los servicios de la red de vigilancia epidemiol¨®gica en colaboraci¨®n con la Asistencia Primaria. Mucho tendr¨¢ que explicar el Departamento de Salud para justificar que mientras la Atenci¨®n Primaria catalana apenas recibir¨¢ 4,5 millones de euros para este cometido, una empresa privada haya obtenido un cont...
Las autoridades sanitarias saben que para completar el desconfinamiento es preciso tener un buen sistema de control y seguimiento de los nuevos contagios, pues de ello depende poder evitar un rebrote de la pandemia que obligue a paralizar de nuevo la econom¨ªa. Esa tarea ha de ser pilotada por los servicios de la red de vigilancia epidemiol¨®gica en colaboraci¨®n con la Asistencia Primaria. Mucho tendr¨¢ que explicar el Departamento de Salud para justificar que mientras la Atenci¨®n Primaria catalana apenas recibir¨¢ 4,5 millones de euros para este cometido, una empresa privada haya obtenido un contrato por valor de 17,6 millones de euros para cubrir la parte burocr¨¢tica de ese control.
El control de la pandemia exige reforzar los depauperados servicios de vigilancia epidemiol¨®gica y de darle a la medicina comunitaria el papel que le corresponde. Si ahora no se hace, ?cu¨¢ndo se har¨¢? Pero eso exige dotarla de recursos materiales y humanos, lo que implica una apuesta pol¨ªtica clara que no se ve por ninguna parte. La decepci¨®n no puede ser mayor entre los profesionales de este ¨¢mbito al comprobar que se ha optando, una vez m¨¢s, por una operaci¨®n de externalizaci¨®n m¨¢s que cuestionable. En primer lugar por la falta de transparencia. El Departamento de Salud acaba de adjudicar a dedo el seguimiento de los contactos a Ferroser Servicios Auxiliares, una filial de la constructora Ferrovial, y lo ha hecho sin concurrencia, ampar¨¢ndose en el decreto de alarma que permite medidas urgentes de contrataci¨®n p¨²blica. Se refuerza as¨ª la fuerte penetraci¨®n en la prestaci¨®n de servicios p¨²blicos esenciales de las grandes compa?¨ªas privadas, que est¨¢n demostrando una gran habilidad en la captura de los presupuestos p¨²blicos para obtener rendimientos privados.
En segundo lugar, por la falta de concreci¨®n de las prestaciones exigibles. El contrato se divide en una parte fija de 9,06 millones, y una variable de 8,6, con una previsi¨®n de dos a?os que comenzar¨¢ con unos 300 empleados y que puede llegar a ser 900. 17,7 millones es mucho dinero y ese es el tercer motivo de controversia: no hay raz¨®n para pensar que Ferrovial pueda estar en mejores condiciones que la administraci¨®n p¨²blica de improvisar un servicio de esta naturaleza. La externalizaci¨®n encarece el servicio en una cantidad al menos equivalente a los beneficios que la concesionaria espera obtener. ?Claudicaci¨®n ante la dificultad? ?O puro acomodo a una inercia muy consolidada de confusi¨®n entre intereses p¨²blicos y privados?
La operaci¨®n contrasta con el escaso esfuerzo presupuestario para reforzar los servicios ordinarios de salud. El Call Center de Ferrovial solo se ocupar¨¢ del seguimiento de los contactos. La tarea de detectar los nuevos contagios, hacer la lista de contactos y prestar la asistencia que precise cada caso recaer¨¢ sobre la asistencia primaria y los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica. Estos apenas tienen ahora unos sesenta profesionales, una dotaci¨®n que ya se consideraba muy escasa antes de la pandemia. Se acaba de aprobar la contrataci¨®n de 108 profesionales m¨¢s, pero todav¨ªa es insuficiente para mantener la pandemia bajo control al menos hasta que haya una vacuna segura y eficaz. Y eso puede tardar.
Es muy probable que la primera vacuna no sea perfecta, pero incluso en el caso afortunado de que alguna de las diez que ya se ensayan en humanos demuestre suficiente seguridad y eficacia, no estar¨¢ disponible en menos de un a?o o 18 meses. Y cuando est¨¦ disponible, tampoco ser¨¢ posible fabricar de golpe el n¨²mero de vacunas necesario para inmunizar a toda la poblaci¨®n, los 7.600 millones de habitantes del planeta. Ello obligar¨¢ a establecer prioridades, comenzando por el personal sanitario y otros profesionales con un alto nivel de exposici¨®n al virus. De modo que los servicios de vigilancia epidemiol¨®gica tendr¨¢n un papel crucial durante mucho tiempo.
Para esta tarea hace falta mucha inteligencia epidemiol¨®gica trabajando coordinadamente, y eso no se improvisa. Ahora estamos pagando a?os de abandono. La salud p¨²blica catalana lleg¨® a tener un gran prestigio, pero ha ido perdiendo el capital acumulado por desidia de los sucesivos gobiernos. La red de vigilancia epidemiol¨®gica ni siquiera dispone de las herramientas inform¨¢ticas necesarias para afrontar los complejos c¨¢lculos que precisa el control de una pandemia como esta. Una estrategia efectiva contra el coronavirus requiere mucho m¨¢s que un Call Center con estudiantes mal pagados. Seguramente es m¨¢s f¨¢cil externalizar que desarrollar un plan que devuelva a la salud p¨²blica el prestigio que tuvo y la dote de la musculatura intelectual y tecnol¨®gica necesaria. Pero para esto hace falta una visi¨®n de largo alcance.