Apoteosis final
El Govern trata de evitar toda confrontaci¨®n entre socios, por un d¨ªa, para defender la eficacia de la gesti¨®n de la pandemia y blindarse ante cualquier posible error culpando al Gobierno de Espa?a
Imagino que desde esta pandemia nadie va a atreverse a decir que se siente apol¨ªtico. La covid-19 es pura pol¨ªtica: no digo necesariamente su aparici¨®n, pero s¨ª su gesti¨®n, y por supuesto la forma que adoptar¨¢ el mundo tras la pandemia, o entre esta y la que vaya a venir. La pandemia es pol¨ªtica, repito, y por eso la sesi¨®n extraordinaria del Parlament de Catalunya ...
Imagino que desde esta pandemia nadie va a atreverse a decir que se siente apol¨ªtico. La covid-19 es pura pol¨ªtica: no digo necesariamente su aparici¨®n, pero s¨ª su gesti¨®n, y por supuesto la forma que adoptar¨¢ el mundo tras la pandemia, o entre esta y la que vaya a venir. La pandemia es pol¨ªtica, repito, y por eso la sesi¨®n extraordinaria del Parlament de Catalunya sobre la gesti¨®n de la epidemia se ha convertido en algo parecido a un debate de pol¨ªtica general. Mucho m¨¢s que eso, porque el Govern no ha sido representado solo por el president, sino que han salido a la tribuna todos los consellers, uno tras otro, como aquellos equipos de rodaje de un corto documental que salen a recibir un Goya e intervienen todos en el turno de agradecimientos. Y lo cierto es que cada conseller, sin forzar demasiado el discurso, ten¨ªa argumentos para vincular su gesti¨®n en los ¨²ltimos meses a la lucha contra el coronavirus y sus efectos. Est¨¢ claro, la crisis es m¨¢s que una crisis sanitaria, y ha atacado todos los espacios de nuestras vidas, las individuales y las colectivas.
Admitido esto, ?era necesario ese fraccionamiento del discurso gubernamental ¨¢rea por ¨¢rea para plantear la sesi¨®n como una operaci¨®n de equipo, como esos ataques en tromba de los vikingos en un descampado de las Midlands que vemos en la ficci¨®n? Bueno, es discutible. No lo preve¨ªa as¨ª el orden del d¨ªa. Y est¨¢ claro que el president Torra es responsable de toda la acci¨®n de su ejecutivo, y que debe conocer las l¨ªneas generales de cada departamento. Es decir, su intervenci¨®n ya comprend¨ªa todas las dem¨¢s.
Esta vez se trataba de vender una idea: la de un Gobierno que est¨¢ al pie del ca?¨®n, trabajando codo con codo, sin fisuras
Pero esta vez, por lo que hemos detectado, no se trataba solo de dar a conocer una gesti¨®n pol¨ªtica, se trataba de vender una idea: la de un Gobierno que est¨¢ al pie del ca?¨®n desde antes del minuto uno, trabajando codo con codo, sin fisuras y con la eficacia que corresponde a los representantes de un pueblo dotado de un aura especial.
Si es cierto, como ha ido pareciendo hasta ahora, que las elecciones se avecinan a la vuelta del verano, este mi¨¦rcoles habremos asistido a la apoteosis final del Govern, una ¨²ltima escena coreogr¨¢fica para dejar al p¨²blico con buen sabor de boca y ganas de m¨¢s. Se tratar¨ªa entonces de evitar toda confrontaci¨®n entre socios, por un d¨ªa, y centrar la intervenci¨®n en dos l¨ªneas. Una, la que ya hemos comentado, la defensa de la eficacia de la gesti¨®n. La otra, blindarse ante cualquier posible error culpando al Gobierno de Espa?a de recentralizar y dejar sin instrumentos a la Generalitat. Es un argumento circular, sin aristas: la gesti¨®n ha sido impecable, lo que pudiera no serlo es culpa ajena, y a¨²n m¨¢s, el ejecutivo se ha sobrepuesto a los impedimentos con un esfuerzo especial. Y el corolario expl¨ªcito: solos, lo har¨ªamos mejor todo.
Y toda esa operaci¨®n de cierto regusto preelectoral la ha hecho el Govern sin llevarse a los labios, precisamente, ni una sola menci¨®n a los comicios venideros. Las alusiones expl¨ªcitas han quedado para la oposici¨®n, sobre todo PP, socialistas y comunes, m¨¢s interesados en ir a las urnas que, por ejemplo, Ciudadanos: estos ¨²ltimos son conscientes de que no van a repetir la Champions del 2017, y apuran lo que pueden su situaci¨®n actual.