Una generaci¨®n doblemente castigada
Los 'milenials' han sufrido dos crisis en pocos a?os y los 'centennials' tendr¨¢n que afrontar el tsunami de la digitalizaci¨®n. La generaci¨®n del 68 se organiz¨® para decidir su futuro. ?Har¨¢n lo mismo los actuales j¨®venes?
Todas las generaciones tienen sus desaf¨ªos y la que ahora inicia su retirada ha tenido la doble suerte de no haber vivido ninguna guerra y haber protagonizado el mayor salto en la escala social de la historia de nuestro pa¨ªs. Los nacidos entre 1945 y 1960, la llamada generaci¨®n del baby boom, combin¨® la revoluci¨®n cultural del 68 con la lucha por la democracia y los derechos sociales. Ahora, deja la actividad p¨²blica con el regusto amargo de ver c¨®mo el elevador social que les permiti¨® mejorar su formaci¨®n y vivir mucho mejor que sus padres y sus abuelos, se ha parado para sus hijos e i...
Todas las generaciones tienen sus desaf¨ªos y la que ahora inicia su retirada ha tenido la doble suerte de no haber vivido ninguna guerra y haber protagonizado el mayor salto en la escala social de la historia de nuestro pa¨ªs. Los nacidos entre 1945 y 1960, la llamada generaci¨®n del baby boom, combin¨® la revoluci¨®n cultural del 68 con la lucha por la democracia y los derechos sociales. Ahora, deja la actividad p¨²blica con el regusto amargo de ver c¨®mo el elevador social que les permiti¨® mejorar su formaci¨®n y vivir mucho mejor que sus padres y sus abuelos, se ha parado para sus hijos e incluso puede descender para sus nietos.
Toda una generaci¨®n, la de los millennials, ha visto segadas las altas expectativas que ten¨ªa de poder construirse un futuro acorde con su alta preparaci¨®n acad¨¦mica en un pa¨ªs que hab¨ªa despertado la admiraci¨®n de Europa por la rapidez con la que hab¨ªa elevado su renta per c¨¢pita y el nivel de vida. Ninguna generaci¨®n puede salir indemne si encadena dos crisis consecutivas y eso es lo que les ha ocurrido a los menores de cuarenta a?os justo en el momento vital de cimentar su vida profesional y social.
Los j¨®venes han tenido la suerte de ser los menos afectados por el coronavirus, pero van a ser los que en mayor proporci¨®n sufran las consecuencias econ¨®micas del par¨®n que ha provocado la pandemia. Lo dice el Banco de Espa?a: los menores de 35 a?os y las mujeres van a ser los dos colectivos m¨¢s damnificados por la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica y si en el caso de las mujeres eso va a contribuir a agrandar la brecha de g¨¦nero, en el caso de los j¨®venes va a aumentar la brecha generacional que empez¨® a abrirse cuando ser mileurista dej¨® de ser un estigma y pas¨® a considerarse un privilegio. Hasta ese punto han cambiado las cosas en apenas 12 a?os.
La crisis financiera de 2008 hizo que tuvieran que retrasar diez a?os los pasos para iniciar una vida adulta plena. Pese a ser la generaci¨®n mejor preparada de la historia, la crisis les ancl¨® en el domicilio familiar hasta m¨¢s all¨¢ de los treinta, hasta el punto de que en 2017, cuando el PIB ya crec¨ªa de nuevo con fuerza, el 61% de los j¨®venes de 18 a 34 a?os viv¨ªan todav¨ªa con sus padres. Retras¨® tambi¨¦n su entrada en el mercado laboral, y en consecuencia, todas las metas vitales asociadas a la posibilidad de una vida independiente como acceder a una vivienda o formar una familia. As¨ª est¨¢ la natalidad. El porcentaje de mujeres de entre 30 y 34 a?os que no tiene hijos ha escalado hasta el 52%, seg¨²n la encuesta de fecundidad del INE, cuando en 1999 era del 26%.
Lo que antes se hac¨ªa a los 25 a?os ¡ªirse de casa, vivir en pareja, formar una familia¡ª ahora se hace a los 35 y con dificultades. Toda Europa ha sufrido las consecuencias de la crisis financiera, pero los j¨®venes espa?oles figuran entre los m¨¢s perjudicados. Ellos son los m¨¢s fragilizados por la precarizaci¨®n laboral, que en Espa?a alcanza al 34% del empleo, casi el doble de la media europea. La p¨¦rdida de poder adquisitivo es generalizada, lo dice tambi¨¦n el Banco de Espa?a: los nacidos en 1987 con bajos estudios cobran de promedio un 20% menos de lo que cobraban los nacidos en 1977 al cumplir los 30 a?os.
Ahora, la nueva crisis desencadenada por el coronavirus vuelve a golpear con especial intensidad a los j¨®venes precarios vinculados a los servicios, la academia o el trabajo creativo. El Banco de Espa?a no prev¨¦ una recuperaci¨®n de los niveles de actividad anteriores a la pandemia antes de 2023 pero nadie se atreve a evaluar las consecuencias a largo plazo del encabalgamiento de estas dos crisis econ¨®micas con los efectos de la transformaci¨®n digital del sistema productivo. Todos los estudios de prospecci¨®n prev¨¦n un gran tsunami, pero nadie se atreve a vaticinar la altura y la fuerza de la ola que se aproxima y que alcanzar¨¢ de lleno a los centennials, la generaci¨®n de los que a¨²n no han cumplido los 20 a?os.
La robotizaci¨®n y la inteligencia artificial permitir¨¢n automatizar buena parte del trabajo mec¨¢nico, administrativo y de gesti¨®n que ahora hacen profesionales de cualificaci¨®n media y alta. La cuesti¨®n clave de los pr¨®ximos a?os va a ser c¨®mo repartir el trabajo, si queremos que siga siendo el principal veh¨ªculo de distribuci¨®n de la riqueza, y tambi¨¦n c¨®mo podemos articular nuevas formas de reparto de la riqueza para garantizar la subsistencia de los que entren y salgan del mercado de trabajo. Este es un debate que concierne sobre todo a los j¨®venes. Si quieren tomar el control de sus destinos, lo mejor que pueden hacer es organizarse para modular c¨®mo quieren que sea el futuro y asegurarse de que el ascensor social no se pare. ?Lo har¨¢n?