Pugna por el legado convergente
Seis fuerzas pol¨ªticas aspiran a hacerse con el patrimonio electoral de la vieja CiU
Junts per Catalunya, PDeCAT, Partit Nacionalista de Catalunya, Units per Avan?ar, Lliga Democr¨¤tica, Lliures, Convergents¡ Muchas son las formaciones llamadas y pocas ser¨¢n las elegidas a hacerse con una parte de la herencia de esa masa de votantes que dio mayor¨ªas absolutas a la extinta Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). El nacionalismo de la formaci¨®n liderada por Jordi Pujol, recuerda un viejo dirigente de la federaci¨®n, era como un tren en el que cada uno se apeaba en la estaci¨®n que m¨¢s le apetec¨ªa: desde el catalanismo autonomista moderado y conservador hasta el independentismo y la ruptura con ...
Junts per Catalunya, PDeCAT, Partit Nacionalista de Catalunya, Units per Avan?ar, Lliga Democr¨¤tica, Lliures, Convergents¡ Muchas son las formaciones llamadas y pocas ser¨¢n las elegidas a hacerse con una parte de la herencia de esa masa de votantes que dio mayor¨ªas absolutas a la extinta Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). El nacionalismo de la formaci¨®n liderada por Jordi Pujol, recuerda un viejo dirigente de la federaci¨®n, era como un tren en el que cada uno se apeaba en la estaci¨®n que m¨¢s le apetec¨ªa: desde el catalanismo autonomista moderado y conservador hasta el independentismo y la ruptura con Espa?a. Siempre con respeto a la legalidad. El proc¨¦s ha hecho saltar en pedazos la concordia entre viajeros. Ahora resulta imposible que compartan convoy quienes no dudan en saltarse una legalidad que consideran escasamente respetuosa con el derecho de autodeterminaci¨®n y los gradualistas que, aun defendiendo el mismo objetivo, practican la observancia de las leyes.
El liderazgo de Carles Puigdemont ha roto viejos moldes y es hegem¨®nico en el otrora centroderecha moderado y nacionalista. Su carisma ha hecho contra pron¨®stico que Junts per Catalunya derrotara en las pasadas elecciones catalanas a Esquerra Republicana y ¡ªa juicio de diversos analistas¡ª le permitir¨¢, aun no siendo la primera fuerza pol¨ªtica, erigirse en guardi¨¢n de las esencias independentistas que siempre estar¨¢ presente en ese retrovisor al que los republicanos no quitan ojo.
La federaci¨®n era como un tren del que cada uno se bajaba en la estaci¨®n que le apetec¨ªa
El viejo espacio posconvergente espera a que el 25 de julio, ¡ªparad¨®jicamente festividad del patr¨®n de Espa?a¡ª , sea Puigdemont quien anuncie la irrupci¨®n de una nueva formaci¨®n pol¨ªtica, heredera de Junts, para fagocitar la estructura PDeCAT, sucesor directo de Converg¨¨ncia (tambi¨¦n de sus subvenciones y derechos electorales). El PDeCAT decidir¨¢, a su vez, el 26 de julio si se disuelve, sin cuotas ni cargos en la direcci¨®n, en el proyecto del expresidente.
Con el apoyo de los presos exconvergentes, el expresidente de l¡¯Assemblea Nacional Catalana, Jordi S¨¢nchez, y el mismo Puigdemont y toda su guardia pretoriana, el nuevo partido tiene todos los n¨²meros para revalidar su hegemon¨ªa en el sector moderado en lo social y radical en lo nacional del independentismo. El resto de formaciones aspiran ¨²nicamente a hacerse con un pu?ado de diputados, una tarea dif¨ªcil pero que debilitar¨ªa el poder de los de Puigdemont y obligar¨ªa a nuevas operaciones de geometr¨ªa variable.
El Partit Nacionalista de Catalunya ¡ªliderado por Marta Pascal, ex coordinadora del PDeCAT¡ª y Units per Avan?ar, que capitanea Ramon Espadaler ¡ªproveniente de la democristiana Uni¨® Dem¨°cratica¡ª, son las dos formaciones con m¨¢s posibilidades de entenderse y concurrir conjuntamente a las elecciones auton¨®micas. El PNC, reci¨¦n constituido, espera contar en su proyecto con profesionales y empresarios. Entre sus impulsores figuran hist¨®ricos de CDC, como los exparlamentarios Carles Campuzano o Jordi Xucl¨¤, que se mueven a gusto en aguas del centro y se fijan como objetivo buscar acuerdos transversales que ayuden a recoser la ¡°agrietada unidad civil del pueblo catal¨¢n¡±. Aunque reconocen que el de Escocia es el camino a seguir y se fijan como objetivo prioritario trabajar por ¡°un Gobierno que gobierne¡±. En eso coinciden con Units per Avan?ar, que en las pasadas auton¨®micas se present¨® con los socialistas de Miquel Iceta. Units est¨¢ en el Gobierno municipal de Barcelona ¡ªintegrado por comunes y socialistas¡ª de la mano de Albert Batlle ¡ªteniente de alcalde de Seguridad¡ª y en el Parlament con Espadaler, que lidera la formaci¨®n. Se definen como catalanistas no independentistas, pero est¨¢n dispuestos a explorar un acuerdo con el PNC.
Ambas formaciones ven dif¨ªcil extender un eventual acuerdo con la Lliga Democr¨¤tica, que se define como catalanista defensora del autogobierno, pero contraria a un refer¨¦ndum. La Lliga ¡ªun nombre de resonancias hist¨®ricas¡ª se nutre de personas procedentes de Sociedad Civil Catalana, PP, Ciudadanos, y la vieja CiU, un magma de dif¨ªcil maridaje con el soberanismo por que sea.
Otras dos formaciones, Lliures y Convergents, acaban de completar el puzle del centro catal¨¢n. Los primeros hacen profesi¨®n de fe liberal de la mano de Antoni Fern¨¢ndez Teixid¨®, que fue consejero en los Gobiernos de Pujol. Al igual que la Lliga, se consideran catalanistas antindependentistas, etiqueta que les resta posibilidades de acuerdo con el PNC y Units. Por ¨²ltimo, y como todo imperio que se desmorona, aparece Convergents, liderado por Germ¨¤ Gord¨®, exconsejero de Artur Mas y ahora imputado en la trama de financiaci¨®n irregular de Converg¨¨ncia. Gord¨® es un viejo pretoriano ca¨ªdo en desgracia cuando CDC cambi¨® su nombre por el de PDeCAT para borrar las huellas de corrupci¨®n. Y es que el 3% no es en absoluto ajeno a ese magma que oscila entre el catalanismo y el independentismo, herencia todo ello del pujolismo.