Un alga invasora de origen australiano pone en alerta el parque natural del Cap de Creus
La especie puede matar a corales, gorgonias, praderas de posidonia o esponjas de mar
La presencia de una alga invasora ha puesto en alerta el Cap de Creus. Se la conoce como Caulerpa cylindracea, es de origen australiano y bajo el agua hace enfermar todo lo que toca. Puede causar la muerte de todas las especies aut¨®ctonas que salga a su paso: corales, gorgonias, praderas de posidonia o esponjas de mar. Todo sucumbe a la Caulerpa. ¡°Act¨²a como si fuera un abrigo sobre los otros organismos: no pueden comer ni respirar y se ahogan¡±, apunta Gerard Carri¨®n, t¨¦cnico de biodiversidad del parque natural d...
La presencia de una alga invasora ha puesto en alerta el Cap de Creus. Se la conoce como Caulerpa cylindracea, es de origen australiano y bajo el agua hace enfermar todo lo que toca. Puede causar la muerte de todas las especies aut¨®ctonas que salga a su paso: corales, gorgonias, praderas de posidonia o esponjas de mar. Todo sucumbe a la Caulerpa. ¡°Act¨²a como si fuera un abrigo sobre los otros organismos: no pueden comer ni respirar y se ahogan¡±, apunta Gerard Carri¨®n, t¨¦cnico de biodiversidad del parque natural del Cap de Creus. ¡°Los ecosistemas variados que tenemos ahora pueden quedar afectados de manera importante porque cuando aparece, se expande y prolifera, tiene capacidad para formar colonias con facilidad¡±, abunda. El primer aviso de la presencia de la especie invasora lo dio un submarinista que hac¨ªa inmersi¨®n en la cala Galladera, un abrupto recodo del Cap de Creus, inalcanzable si no es por mar. La zona, al norte del faro, est¨¢ ahora delimitada con unas grandes boyas amarillas, de donde cuelga un aviso que advierte de la presencia del alga.
Dos t¨¦cnicos del parque natural patrullan siete d¨ªas a la semana, si la tramontana no lo impide, por las 3.000 hect¨¢reas marinas que abarcan desde la punta Falconera de Roses hasta la cala Tamariua, en el Port de la Selva (Alt Empord¨¤). Se acercan a las embarcaciones que fondean cerca de la costa y avisan de la necesidad de extremar la vigilancia y no echar el ancla dentro de la zona prohibida de la cala Galladera.
El alga es peque?a pero matona. ¡°No levanta ni un palmo del suelo pero el problema es que se dispersa con facilidad¡±, explica Carri¨®n. Las peculiaridades de la planta han forzado a implantar una estrategia de supervisi¨®n y control y se ha optado por desechar m¨¦todos expeditivos: ¡°Por mucho que la quieras arrancar, siempre queda algo y sigue dispersandose¡±. T¨¦cnicos de Ecolog¨ªa Marina de la Universitat de Barcelona, liderados por el doctor Bernat Hereu, son los encargados de hacer el seguimiento de la evoluci¨®n del alga en el fondo marino. La prohibici¨®n de pescar o echar el ancla en la cala Galladera responde a la voluntad de evitar que trozos del alga queden pegados a los bajos de alguna embarcaci¨®n y, desde ah¨ª, se pueda propagar a otros puntos de la costa. La Caulerpa tiene capacidad para resistir viva varias horas fuera del agua y conservar su capacidad infecciosa.
El parque natural ha editado folletines informativos dirigidos a los habituales de la zona para alertar de la presencia del alga y para concienciar de la necesidad de dar aviso inmediato si se detecta alg¨²n foco en otra zona. ¡±Cuantos m¨¢s ojos, mejor¡±, reconocen desde el parque natural. La Caulerpa cylindracea se detect¨® por primera vez en T¨²nez en 1926 y a partir de 1990 ha tenido una r¨¢pida expansi¨®n por el Mediterr¨¢neo. Es un alga verde que crece a ras de tierra formando estolones y que tiene unas estructuras verticales de 10 a 20 cent¨ªmetros, en forma de peque?as ves¨ªculas. Hasta ahora, la presencia m¨¢s cercana del alga se hab¨ªa detectado en Roses, cerca de la playa de la Almadrava, y en Cerb¨¨re, en la costa francesa. Ambos focos est¨¢n alejados m¨¢s de veinte kil¨®metros de la cala Galladera, con lo que, de momento, no se ha podido concretar la causa del brote aparecido en pleno parque natural del Cap de Creus. ¡°Est¨¢ a poca profundidad, unos diez metros, con lo que parece muy dif¨ªcil la opci¨®n de un barco pesquero. Podr¨ªa haber llegado con otro tipo de embarcaci¨®n o por causas naturales, arrastrada por efecto de las corrientes marinas¡±, se?ala Carri¨®n.