?Legislar el teletrabajo?

El Gobierno anunci¨® dos iniciativas en poco m¨¢s de tres d¨ªas que pretenden cubrir aspectos relevantes de la organizaci¨®n del tiempo de vida cotidiana. La ministra Montero anunci¨® una Ley del Tiempo Corresponsable para garantizar la conciliaci¨®n con la cobertura del sistema p¨²blico de cuidados. Y la ministra D¨ªaz plante¨® regular el teletrabajo para dar respuesta al impacto de la covid. Las dos iniciativas no cubren integralmente el problema de fondo, el desorden horario.

Esta desorganizaci¨®n provoca malestar y falta de libertad en la gesti¨®n del tiempo. Hace falta legislaci¨®n, pero tambi...

El Gobierno anunci¨® dos iniciativas en poco m¨¢s de tres d¨ªas que pretenden cubrir aspectos relevantes de la organizaci¨®n del tiempo de vida cotidiana. La ministra Montero anunci¨® una Ley del Tiempo Corresponsable para garantizar la conciliaci¨®n con la cobertura del sistema p¨²blico de cuidados. Y la ministra D¨ªaz plante¨® regular el teletrabajo para dar respuesta al impacto de la covid. Las dos iniciativas no cubren integralmente el problema de fondo, el desorden horario.

Esta desorganizaci¨®n provoca malestar y falta de libertad en la gesti¨®n del tiempo. Hace falta legislaci¨®n, pero tambi¨¦n un pacto social que favorezca la sincronizaci¨®n de h¨¢bitos horarios con los del resto del mundo (especialmente, con los pa¨ªses mediterr¨¢neos) y con los ritmos circadianos del cuerpo. As¨ª, conseguiremos ganar tiempo al tiempo y mejorar en salud y calidad de vida.

Para conseguirlo, tal como define el Pacto para la Reforma Horaria en 2017, hay que trabajar para: compactar la jornada laboral para salir antes del trabajo; introducir horarios laborales m¨¢s flexibles de entrada y salida (el teletrabajo es una herramienta m¨¢s); avanzar las horas de las comidas, tanto del desayuno como del almuerzo y de la cena; impulsar en las organizaciones una cultura no presencialista, basada en el seguimiento de objetivos, y sincronizar los horarios de empresas, instituciones y actores sociales y culturales.

Ser¨ªa ideal regular los horarios con una ley sist¨¦mica, como la que se dise?¨® en el Parlament en la pasada legislatura, sin ¨¦xito por la falta de competencias. Hay que poner en valor los cuidados, regular el derecho a la desconexi¨®n, pero tambi¨¦n proteger a los ni?os y adolescentes de unos horarios educativos extraordinariamente extensos y poco saludables con comidas tard¨ªas y poco descanso. Tambi¨¦n, regular el espacio audiovisual, mediante un importe a los anuncios m¨¢s all¨¢ de las doce de la noche, para evitar una hora punta (prime time) in¨¦dita en el mundo y, especialmente, evitar el f¨²tbol a las diez. Otros aspectos a encajar en la organizaci¨®n horaria son cines, teatros, museos, discotecas, restauraci¨®n, asociacionismo o pr¨¢ctica deportiva.

A la vez, y tal como se se?alaba anteriormente, es necesario un pacto social que implique a las organizaciones patronales y sindicales m¨¢s representativas en la aceleraci¨®n de la reforma horaria en el tejido productivo; hay una relaci¨®n directa entre mayor bienestar de las personas trabajadoras y mejora de la productividad. Aqu¨ª se incluye al tejido comercial (donde tambi¨¦n habr¨ªa que compactar la jornada para avanzar su finalizaci¨®n y, adem¨¢s, concienciar a la ciudadan¨ªa para fomentar una franja responsable de consumo) y la Administraci¨®n, donde hay que incidir, sobre todo, en facilitar un horario m¨¢s saludable para las comidas.

Otro aspecto de especial inter¨¦s, si se quiere alcanzar una organizaci¨®n horaria m¨¢s saludable, es promover una nueva cultura del tiempo, basada en la eficiencia y en el respeto a las agendas y los tiempos de los otros. Somos una sociedad que promueve el presencialismo, tolera la impuntualidad en las agendas y los tiempos de los otros y, consecuentemente, jornadas maratonianas. Hace falta repensar los procesos de trabajo, impulsar el seguimiento de objetivos, reducir ladrones del tiempo como las reuniones y la comunicaci¨®n interna, etc.

Finalmente, un tema no menor, 2021 es el a?o escogido por las instituciones europeas para suprimir el cambio de hora de verano e invierno. Ser¨ªa interesante que el Gobierno central liderara una cumbre de Estados con la participaci¨®n de Portugal, Francia, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo, donde se invitara tambi¨¦n a Irlanda e Islandia, con el objetivo de consensuar el fuso horario escogido, preferentemente el +1.

A vueltas con el teletrabajo, se ha comprobado el impacto positivo sobre el medio ambiente y en la siniestralidad en los accidentes in itinere (primera causa de mortalidad laboral). Con su legislaci¨®n, los trabajadores podr¨¢n pedir horario flexible en la f¨®rmula del teletrabajo. Vistos los argumentos relativos a la desorganizaci¨®n horaria, parece m¨¢s razonable replantearlo justo al contrario: los trabajadores deber¨ªan solicitar el teletrabajo en el marco de un horario flexible. Tenemos los horarios m¨¢s r¨ªgidos de Europa, y no es casualidad: hay que impulsar una nueva cultura del liderazgo en las organizaciones, basada en la confianza y el seguimiento de objetivos, el que comporta la flexibilidad pactada, y, as¨ª, un teletrabajo de calidad. Por contra, el hecho de que haya organizaciones donde se permita el teletrabajo no significa que tengan una cultura coherente con un modelo de flexibilidad basado en la confianza.

En conclusi¨®n, convendr¨ªa que el Gobierno hiciera un planteamiento global sobre la organizaci¨®n del tiempo de vida cotidiana, de acuerdo con los principales actores, que ayude a consolidar el factor tiempo como una nueva medida de libertad, equidad y bienestar. Podr¨ªa emerger la pol¨ªtica p¨²blica m¨¢s avanzada del mundo. Y no se trata de hacer un Ministerio del Tiempo, pero casi.

Fabian Mohedano es consultor y fue promotor de la reforma horaria.