La extra?a sensaci¨®n del estado del bienestar

La indignaci¨®n irrumpe cuando Isabel Alessandrini habla de su pa¨ªs, Chile. La conversaci¨®n fluye tranquilamente en el patio de Stansa, un centro cultural en el Poble Sec, en Barcelona, que fund¨® junto a otros dos chilenos. Al hablar de Chile, brota de repente la rabia de alguien con unas fuertes convicciones de izquierdas y que quiere con pasi¨®n a la tierra de sus padres. ¡°Aqu¨ª, a diferencia de Chile, me siento ciudadana¡±.

Alessandrini naci¨® en Honduras en 1984. Dice que es hija de la democracia. Su padre fue expulsado de su plaza como profesor universitario en 1973, tras el golpe de Pi...

La indignaci¨®n irrumpe cuando Isabel Alessandrini habla de su pa¨ªs, Chile. La conversaci¨®n fluye tranquilamente en el patio de Stansa, un centro cultural en el Poble Sec, en Barcelona, que fund¨® junto a otros dos chilenos. Al hablar de Chile, brota de repente la rabia de alguien con unas fuertes convicciones de izquierdas y que quiere con pasi¨®n a la tierra de sus padres. ¡°Aqu¨ª, a diferencia de Chile, me siento ciudadana¡±.

Alessandrini naci¨® en Honduras en 1984. Dice que es hija de la democracia. Su padre fue expulsado de su plaza como profesor universitario en 1973, tras el golpe de Pinochet, y malvivi¨® sin posibilidad de encontrar empleo. Consigui¨® un puesto en la oficina de Naciones Unidas en Tegucigalpa, donde naci¨® Isabel. La familia retorn¨® a Chile en 1986. Su situaci¨®n econ¨®mica era modesta. Recuerda Isabel que de adolescente no ten¨ªa ni para comprar discos y menos para su codiciado discman. No es una cuesti¨®n balad¨ª: Alessandrini se dedica a la m¨²sica electr¨®nica desde los 21 a?os. Ha pinchado en clubes de Europa y en las principales salas de Barcelona; en 2019 se estren¨® en el Primavera Sound, con el colectivo Femnoise.

Mudarse a Barcelona en 2012, cuando la crisis econ¨®mica azotaba de peor manera a Espa?a, fue un salto casi a ciegas. Cont¨® a su favor que tiene la nacionalidad italiana, gracias a un bisabuelo, ingeniero de Sestri Levante (G¨¦nova), que emigr¨® a Chile. ¡°Yo hab¨ªa estudiado sociolog¨ªa y en mi pa¨ªs ten¨ªa un buen empleo, era una privilegiada. Pero, ?qu¨¦ m¨¢s me deparaba la vida? ?Seguir trabajando con bases de datos? Ten¨ªa 27 a?os y quer¨ªa ver mundo¡±. Alessandrini aprovech¨® la decisi¨®n de su marido de estudiar un m¨¢ster en Barcelona para cruzar el charco.

Mientras la gente abandonaba Espa?a ante un desempleo desbocado, Alessandrini opt¨® por establecerse. Barcelona, admite, era un completo enigma para ella. ¡°Yo no ten¨ªa ni idea de la ciudad, de su historia. Jam¨¢s me hubiera imaginado la diversidad cultural y de identidades que hay en Espa?a¡±. El estado del bienestar europeo es quiz¨¢ lo que m¨¢s la ha marcado. ¡°Me romp¨ª el peron¨¦ en 2016 y yo esperaba recibir una factura millonaria; pero no lleg¨®. Esto es sanidad p¨²blica. En Chile, las personas son clientes, all¨ª tienes que pagar todos los servicios. Aqu¨ª soy una ciudadana¡±.

Mientras Alessandrini pinchaba en los clubes de referencia de Barcelona, su sustento proced¨ªa de pluriempleos como ser camarera, asistente de un profesor de la escuela de negocios IESE, incluso como responsable de un club cann¨¢bico. ¡°Las tarifas que cobran aqu¨ª los DJ son muy bajas. Los clubes invierten en traer nombres de referencia internacional y menos en el talento local¡±.

Stansa produce discos de m¨²sicos independientes, adem¨¢s de organizar exposiciones, encuentros art¨ªsticos y conciertos. Alessandrini explica que esta asociaci¨®n la ha arraigado m¨¢s a Barcelona. ¡°Si te institucionalizas, te introduces m¨¢s en esta sociedad. Me he tenido que poner en serio con el catal¨¢n, por el papeleo de las actas o por las subvenciones¡±. Sus amigos son sobre todo latinoamericanos. ¡°No percibo que los catalanes sean especialmente abiertos a los de fuera¡±. ¡°Es dif¨ªcil hacer amigos catalanes, el chileno es muy de quedar con gente en casa. En cambio, es raro que un catal¨¢n te invite a la suya¡±. La imagen que cree que llega de Espa?a al exterior es uniforme, ¡°es la castellana¡±. Dice comprender el malestar del nacionalismo, pero admite que es m¨¢s partidaria de abolir fronteras que de levantar nuevas.

Alessandrini asegura que no ha dejado de ser una migrante entre dos mundos. ¡°Llegar sin conocer a nadie, que tus estudios y experiencia aqu¨ª no valgan nada, empezar de cero, eso es ser una migrante¡±. Tambi¨¦n siente que forma parte de la sociedad catalana, de la que admira un igualitarismo que no encuentra en Chile. Vuelve a enojarse cuando habla de las personas que se juegan la vida en una patera para malvivir en Espa?a, pero concluye que aqu¨ª, a diferencia de Am¨¦rica Latina, ¡°importa menos tu apellido o tu color de piel¡±. ¡°En Barcelona no me preguntan por el colegio en el que estudi¨¦ o de qu¨¦ barrio soy. Aqu¨ª soy simplemente Isabel¡±.

Activismo cultural en el Poble Sec

A?o y lugar de nacimiento: 1984, Tegucigalpa, Honduras.

Cuando lleg¨® a Barcelona: En 2012, acompa?ando a su marido, que desplaz¨® a la capital catalana para estudiar.

Qu¨¦ determina que viva lejos de su pa¨ªs: Aqu¨ª puede gozar de un estado del bienestar que en un momento de crisis no tiene en Chile.

Ocupaci¨®n: DJ, productora musical y activista cultural al frente de la asociaci¨®n Stansa, en el Poble Sec