Jos¨¦ Guerrero, un pintor entre dos mundos
La galer¨ªa Mayoral de Barcelona expone una docena de obras del creador de Granada influidas por la abstracci¨®n norteamericana
Jos¨¦ Guerrero (Granada, 1914- Barcelona, 1991) revolucion¨® la pintura espa?ola en 1980 cuando en Madrid se inaugur¨® la primera antol¨®gica de su pintura; una obra influida por la abstracci¨®n norteamericana que sorprendi¨® y acab¨® inspirando a pintores que se abr¨ªan camino en los primeros a?os de la Transici¨®n, como Alfonso Albacete, Jordi Teixidor, Miguel ?ngel Campano, Jos¨¦ Manuel Broto y Carlos Alcolea. ¡°Aqu¨ª es donde comienzan a hacer gritos mis cuadros, aqu¨ª es donde la pintura y la ansiedad me abren un camino¡±. Ese aqu¨ª ...
Jos¨¦ Guerrero (Granada, 1914- Barcelona, 1991) revolucion¨® la pintura espa?ola en 1980 cuando en Madrid se inaugur¨® la primera antol¨®gica de su pintura; una obra influida por la abstracci¨®n norteamericana que sorprendi¨® y acab¨® inspirando a pintores que se abr¨ªan camino en los primeros a?os de la Transici¨®n, como Alfonso Albacete, Jordi Teixidor, Miguel ?ngel Campano, Jos¨¦ Manuel Broto y Carlos Alcolea. ¡°Aqu¨ª es donde comienzan a hacer gritos mis cuadros, aqu¨ª es donde la pintura y la ansiedad me abren un camino¡±. Ese aqu¨ª era los Estados Unidos y, m¨¢s concretamente, Nueva York, a donde Guerrero viaj¨® en 1949, la ciudad que se convirti¨®, tras desbancar a Par¨ªs, en la nueva meca del arte y donde se instal¨® a vivir hasta 1965.
La galer¨ªa Mayoral de Barcelona lleva a?os realizando una importante labor en la recuperaci¨®n de artistas de la posguerra espa?ola. Tras Antonio Saura, Joan Mir¨®, Alexander Calder, Eduardo Chillida, Manolo Millares, Antoni T¨¤pies y Juana Franc¨¦s, entre otros, le toca a Jos¨¦ Guerrero, del que se expone una docena de obras producidas en esta etapa americana en Jos¨¦ Guerrero. La influencia de los Estados Unidos (1959-1967). La muestra, comisariada por el cr¨ªtico de arte y muse¨®logo Juan Manuel Bonet (hasta el 19 de diciembre), supone el arranque de la temporada de esta galer¨ªa que busca, como todo el sector, recuperar los niveles de actividad y venta de antes de la pandemia.
En Nueva York Guerrero conoci¨®, se code¨® y expuso sus obras en exposiciones colectivas junto a los m¨¢ximos representantes del arte abstracto norteamericano como Robert Motherwell, Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem De Kooning y Franz Kline y en galer¨ªas como las de la m¨ªtica Betty Parsons, marchante de casi todos ellos, que le organiz¨® su primera individual en 1954 y trabaj¨® con ¨¦l hasta 1963.
Guerrero, ¡°un exiliado cultural en busca de la pintura¡±, como a ¨¦l le gustaba definirse, hab¨ªa nacido en el seno de una humilde familia granadina y que hab¨ªa sobrevivido a base de becas, ¡°consigui¨® ser uno m¨¢s de la Escuela de Nueva York y sus trabajos estuvieron totalmente consolidados en los circuitos art¨ªsticos de los Estados Unidos¡±, explica Bonet, como demuestran que museos como el Guggenheim, que posee pinturas suyas en su colecci¨®n permanente, expusieron su obra. En Espa?a se redescubri¨®, sobre todo, tras la exposici¨®n de 1980, pero le cost¨® ser popular ¡°porque se le acusaba de ser muy americano y poco espa?ol¡±, algo que, seg¨²n el comisario, ocurr¨ªa al contrario en Estados Unidos. ¡°Guerrero fue un puente entre dos mundos. Al ideario del expresionismo abstracto le sum¨® otra capa, su memoria espa?ola¡±, prosigue Bonet, que destaca ¡°el redondeo de las formas y el uso de grandes superficies coloreadas, la gestualidad de las pinceladas alargadas, gruesas y vibrantes que atraviesan algunos de sus cuadros¡±.
El car¨¢cter dual de Guerrero lo remarca Jordi Mayoral, director de la galer¨ªa: ¡°Sobre todo por la presencia de colores ¨¢ridos de los paisajes del sur, pero tambi¨¦n el azul del Mediterr¨¢neo y el blanco de la cal; aunque en casi todas est¨¢ presente el negro¡±. Como en Negro y amarillo (1959), Los seguidores (sobre 1960), Azul y negro (1962) y El pa?o de la Ver¨®nica (de 1966), en la que el color rojo, amarillo y morado remiten, visualmente, a una bandera republicana. ¡°Unos colores que mantienen el recuerdo de Granada y de Lorca¡±. Fue este poeta el que en 1935 le dijo a Guerrero: ¡°Marcha de Granada y vete a Madrid¡±. Y le hizo caso. Primero se fue a la capital espa?ola y luego a Roma, Par¨ªs y Nueva York.
Guerrero vivi¨® los ¨²ltimos a?os de su vida en Barcelona y falleci¨® en esta ciudad en 1991. Su familia, yerno y nietos, no quisieron perderse la inauguraci¨®n de la exposici¨®n la semana pasada de Barcelona; una ciudad donde pudo verse en 2015 (tras inaugurarse en Granada y Madrid) una gran exposici¨®n sobre su pintura norteamericana que acogi¨® la Fundaci¨® Su?ol con motivo del centenario de su nacimiento.
La mitad de las obras de Jos¨¦ Guerrero expuestas en la galer¨ªa Mayoral est¨¢n a la venta. Se pueden adquirir por entre 100.000 y 200.000 euros cada una.