¡°Reivindicamos la catalanidad de Alberto Closas¡±
Dos sobrinos del actor escriben una biograf¨ªa y presentan un ciclo en la Filmoteca sobre el carism¨¢tico gal¨¢n
A un paso de las estrellas (C¨¢tedra) es la biograf¨ªa de Alberto Closas (Barcelona, 1921-Madrid, 1994) que han escrito Francis Closas y S¨ªlvia Farriol, sobrinos del actor. Se apropian del t¨ªtulo de las memorias que ¨¦l nunca lleg¨® a escribir y van m¨¢s all¨¢: ¡°Hemos querido poner a Albert en la historia¡±, dicen los autores, que se pasaron meses inmersos en la vida de su t¨ªo: ¡°Sobre todo, hemos querido reivindicar la catalanidad y la memoria de Albert¡±. As¨ª, Albert, en catal¨¢n: ¡°Siempre lo hemos llamado Albert ...
A un paso de las estrellas (C¨¢tedra) es la biograf¨ªa de Alberto Closas (Barcelona, 1921-Madrid, 1994) que han escrito Francis Closas y S¨ªlvia Farriol, sobrinos del actor. Se apropian del t¨ªtulo de las memorias que ¨¦l nunca lleg¨® a escribir y van m¨¢s all¨¢: ¡°Hemos querido poner a Albert en la historia¡±, dicen los autores, que se pasaron meses inmersos en la vida de su t¨ªo: ¡°Sobre todo, hemos querido reivindicar la catalanidad y la memoria de Albert¡±. As¨ª, Albert, en catal¨¢n: ¡°Siempre lo hemos llamado Albert y siempre hablamos en catal¨¢n con ¨¦l. Para nosotros, Alberto es como un nombre art¨ªstico¡±.
Lo que pocos sab¨ªan era que el padre de Alberto Closas, Rafael Closas, fue republicano implicado, ocupando cargos en la Generalitat de Maci¨¤ y siendo conseller con Companys y, desde 1932, llevando el traspaso de competencias de Madrid a Barcelona. De ah¨ª que en enero de 1939 la familia se fuera al exilio. ¡°Pero no era de izquierdas¡±, especifica Francis. ¡°Era un conservador, estuvo entre los fundadores de Acci¨® Catalana [de corte nacionalista, surgido de la Lliga Regionalista]¡±. Farriol concreta: ¡°Era aquella derecha que hay por Europa, pero que no acaba de cuajar en Espa?a, liberal¡ No todos los republicanos eran de izquierdas¡±.
El padre de Closas fue catalanista y mas¨®n. Cuando Alberto estudi¨® en los Jesuitas se percat¨® de que el ni?o estaba demasiado pendiente de los curas y lo envi¨® a Francia para que ¡°se afrancesara¡±, matricul¨¢ndolo ¡°en un colegio estatal, libre de incienso, devociones e ideas jesu¨ªticas¡±. Pero en la casa familiar, en la noble calle Trafalgar de los a?os 20 del siglo pasado, no se hablaba de pol¨ªtica. ¡°Y era una casa muy catalana, en la que solo se hablaba catal¨¢n¡±, destaca Francis.
Alberto, empezada la Segunda Guerra Mundial, emigr¨® con su hermano mayor, Jordi, a Argentina y all¨ª forj¨® su carrera, apadrinado por Margarita Xirgu. ¡°Fue una segunda madre para ¨¦l¡±, dice Francis. ¡°La conoci¨® en Santiago de Chile. Entr¨® en la escuela de teatro que cre¨® la Xirgu y, m¨¢s adelante, empez¨® a trabajar con ella, ya en Buenos Aires, donde debut¨® con El adefesio, de Rafael Alberti, con un ¨¦xito impresionante¡±. Los sobrinos subrayan que por la influencia de la actriz y empresaria, Alberto se consider¨® siempre un hombre de teatro, en cuyo repertorio figuran autores como Lorca, Alberti, Casona¡ ¡°El teatro era lo que le atra¨ªa, dec¨ªa que el cine, le interesaba por pura conveniencia econ¨®mica¡±, recuerda su sobrina, un discurso muy actual, como actuales son las quejas que profer¨ªa Alberto ya en los primeros a?os 40 por culpa¡ del f¨²tbol: ¡°Las retransmisiones radiof¨®nicas de partidos estaban haciendo mucho da?o al teatro en Argentina¡±, dice Farriol.
Los autores destacan los recitales de poes¨ªa catalana que dio en Buenos Aires. ¡°Recitar a Verdaguer, Maragall, Costa i Llobera y Carner demuestra su inter¨¦s por la cultura catalana¡±, dice Francis. Pero nunca se meti¨® en pol¨ªtica. ¡°Se dice que era amigo tanto de Carrillo como de Carrero Blanco¡ A ver, Alberto conoc¨ªa a Carrero porque vivieron en el mismo bloque de pisos en Madrid, y le daba alguna entrada de teatro¡ poco m¨¢s¡±, sentencia Francis. ¡°S¨ª que, ya en los a?os 80, se declar¨® ¡®un republicano al servicio del juancarlismo¡¯ y admirador de la pol¨ªtica de Jordi Pujol, pero incluso estas declaraciones hay que considerarlas una manera de escaquearse¡±. Y, si en la necrol¨®gica que hizo su amigo el autor teatral Manuel Mart¨ªnez Mediero dice que ¡°solo el nefasto bigote de la ¨¦poca le restaba frescura¡±, sus sobrinos puntualizan que no se trataba de ¡°un bigote franquista, sino de Clark Gable¡±.
¡°Ni siquiera en el cine se comprometi¨®, dejando de lado Muerte de un ciclista. ?l se dedic¨® a la comedia, a filmes costumbristas¡ a hacer de gal¨¢n¡±, dicen los autores del libro, que tambi¨¦n han escogido las pel¨ªculas de su t¨ªo que, hasta el 21 de este mes, se pueden ver en un ciclo en la Filmoteca de la Generalitat: Historia de una mala mujer (1948, versi¨®n de El abanico de Lady Windermere, de Oscar Wilde), Muerte de un ciclista (1955), Distrito quinto (1958) y La gran familia (1962).
Pura seducci¨®n
Todo en ¨¦l era, pues, seducci¨®n, casi coqueter¨ªa: ¡°Naci¨® el 1 de noviembre, pero siempre sale el 30 octubre¡±, explica Francis. ¡°Lo que pasa es que no le gustaba que su cumplea?os fuera el D¨ªa de los Muertos. Lo deja claro en una carta a mi padre, en la que le recuerda que el d¨ªa 1 de noviembre cumple 28 a?os, y a?ade: ¡®rompe esta carta¡¯. ?No pod¨ªa dejar rastro de aquella informaci¨®n!¡±. Los sobrinos son conscientes de que Alberto ¡°enamoraba con el discurso, lo edulcoraba todo, lo manipulaba, coqueteaba. Dec¨ªa que lo seduc¨ªan a ¨¦l, pero¡ ?decir eso ya tiene algo de seductor¡!¡±, reconocen.
La documentaci¨®n consultada es ingente y, visto el car¨¢cter del personaje, podr¨ªa ser enga?osa. ¡°Lo conocemos y sabemos cu¨¢ndo exagera o miente¡±, aclara Francis. ?C¨®mo habr¨ªa soportado la presi¨®n medi¨¢tica si hoy tuviese 40 a?os? ¡°Desde luego, no habr¨ªa ca¨ªdo en las garras de la telebasura, habr¨ªa sabido distinguir el grano de la paja y mantenerse al margen, era muy inteligente¡±. Sea como sea, est¨¢n encantados con la prensa del coraz¨®n: "Pronto ha dedicado dos p¨¢ginas al libro; con esto ya¡¡±, bromea Francis.