¡°No importa que cerremos, crecer¨¢ la venta ambulante¡±
La obligaci¨®n de que los comercios de 24 horas cierren a las 10 de la noche, que busca acabar con la venta de alcohol para evitar botellones, impacta en negocios que ya sufren la ca¨ªda de turismo
El pan de ultim¨ªsima hora al llegar de trabajar; el papel de fumar o las boquillas olvidadas en casa; pasta de dientes o bolsas de basura, porque se han acabado y el super normal ya est¨¢ cerrado; pizzas, cuatro yogures, unas lonchas de jam¨®n en dulce o una caja de condones para quien tiene un apuro; y cerveza, mucha cerveza. Barcelona no es Nueva York, la ciudad que nunca duerme, pero algunos locales s¨ª est¨¢n despiertos toda la noche para quien lo necesite, gente local, pero especialmente turistas. Con la pandemia, todo cambi¨®, y desde este martes a¨²n m¨¢s, al entrar en vigor la norma que oblig...
El pan de ultim¨ªsima hora al llegar de trabajar; el papel de fumar o las boquillas olvidadas en casa; pasta de dientes o bolsas de basura, porque se han acabado y el super normal ya est¨¢ cerrado; pizzas, cuatro yogures, unas lonchas de jam¨®n en dulce o una caja de condones para quien tiene un apuro; y cerveza, mucha cerveza. Barcelona no es Nueva York, la ciudad que nunca duerme, pero algunos locales s¨ª est¨¢n despiertos toda la noche para quien lo necesite, gente local, pero especialmente turistas. Con la pandemia, todo cambi¨®, y desde este martes a¨²n m¨¢s, al entrar en vigor la norma que obliga a los comercios abiertos 24 horas a cerrar a las diez de la noche. La medida busca evitar la venta de alcohol y los botellones, pero los tenderos avisan: la gente beber¨¢ igual y crecer¨¢ la venta ambulante.
En Catalu?a no existe un censo definitivo de los establecimientos que pueden estar abiertos 24 horas. Estas tiendas, llamadas ¡°de conveniencia¡±, se encuentran en los puntos tur¨ªsticos de las ciudades y en zonas en las que el ambiente de noche genera demanda de todo tipo de productos. El Govern, mediante el Plan Territorial de Protecci¨®n Civil de Catalu?a (Procicat) puso el ojo en estos locales, ya que son los responsables de buena parte de la venta de alcohol que luego termina en los botellones, eventos que, como ha alertado el departamento de Salud en m¨²ltiples ocasiones, son posibles focos de contagios descontrolados.
Estas tiendas est¨¢n regentadas mayoritariamente por trabajadores originarios de Pakist¨¢n, India o Banglad¨¦s, y buena parte de ellas, en Barcelona, se encuentran en el Raval o la Barceloneta. Bilal Manzoor gestiona cinco establecimientos, uno de ellos de 24 horas, mientras que los otros cierran hacia la 1.00. ¡°El 70% del negocio lo hacemos a partir de las nueve de la noche. Con la pandemia, hemos perdido m¨¢s del 60% de la facturaci¨®n porque no hay turistas, y ahora esto. He tenido que dar de baja a m¨¢s de la mitad de mis trabajadores¡±, lamenta Manzoor en su local de la calle de Sant Pau. No muy lejos, Raman Jaswal, que lleg¨® hace 30 a?os desde la India, saca la calculadora: ¡°Pagamos 2.400 euros de alquiler, y vendemos un 80% menos¡ ?c¨®mo lo hacemos? La mayor¨ªa de las empresas tendr¨¢ que cerrar para siempre, y el Gobierno no hace nada, nos deber¨ªa ayudar m¨¢s, no digo de gratis, pero s¨ª con moratorias o alg¨²n pr¨¦stamo¡±. Jaswal es esc¨¦ptico sobre la medida para evitar la venta de alcohol: ¡°Van contra las tiendas, mientras la venta ambulante sigue, y ahora crecer¨¢ m¨¢s¡±.
Muchos ven en esta norma una sobreactuaci¨®n: la ley ya obliga a estos locales a no vender alcohol a partir de las once de la noche, y la orden del Procicat solo lo avanza una hora, al obligar a cerrar estos locales entre las 22.00 y las 7.00 horas. Esta obligaci¨®n afecta a las tiendas de conveniencia, a los locales comerciales anexos a las gasolineras y a los establecimientos de menos de 300 metros cuadrados de superficie de venta, as¨ª como a todos los establecimientos comerciales en municipios tur¨ªsticos.
¡°Hay algo que baila, y es qu¨¦ efectividad tendr¨¢ avanzar una hora la prohibici¨®n de la venta de alcohol. Quien quiera comprarlo, lo har¨¢ una hora antes, y mientras tanto est¨¢s reduciendo la facturaci¨®n de este tipo de establecimientos¡±, se?alan fuentes de Pimec Comer?. ¡°Se est¨¢ obligando a cerrar comercios en unas horas en las que, por su naturaleza, hacen una parte importante de la facturaci¨®n, esto tendr¨¢ un impacto clar¨ªsimo¡±.
Desde Barcelona Comer?, sin embargo, comparten la medida: ¡°Este tipo de comercio, en Barcelona, lo tenemos en el barrio del Raval, b¨¢sicamente. No puede ser que los bares, restaurantes, centros de est¨¦tica tengan que cerrar, y mientras en las grandes superficies no hay control y en la calle se hacen botellones. Llegados a este punto, hay que hacer cualquier cosa para tener una Navidad lo m¨¢s normal posible, si no, desaparecer¨¢n muchas empresas¡±, afirma Pr¨°sper Puig, vicepresidente de Barcelona Comer?. En su opini¨®n, la afectaci¨®n que tendr¨¢ esta medida sobre los propietarios no tendr¨¢ un impacto muy grande en el comercio en general: ¡°Ninguno de los grandes dramas del comercio vendr¨¢ con este cierre. Son establecimientos muy especiales, la mayor¨ªa regentados por la nueva inmigraci¨®n y con un tipo de cliente que ya conocemos. De hecho, sin turistas, estos locales ya tienen muchos problemas¡±.
La restauradora rebelde
Despacha en la barra del Mordisco mientras come pan con tomate y jam¨®n. Ella, Rosa Esteva (Barcelona, 1942), no lleva mascarilla e invita a sus interlocutores a quit¨¢rsela porque asegura que su local, el m¨ªtico Mordisco, es m¨¢s ¡°limpio que un quir¨®fano¡±. Y lo dice porque se ha gastado 34.000 euros en una ¡°m¨¢quina que purifica el aire¡±. Est¨¢ enfadada, por decirlo suavemente, y bastante contrariada con las medidas tomadas por el Govern para atajar el virus que ha provocado en Catalu?a 13.670 muertos.
Esteva, que lleg¨® a tener 20 restaurantes en Barcelona y levant¨® el grupo Tragaluz con 1.000 empleados, saca todo el armamento dial¨¦ctico para denunciar lo que considera una situaci¨®n insostenible. ¡°No se pueden aguantar tantos meses cerrados. ?C¨®mo piensan pagar los pol¨ªticos a los miles de personas que se quedar¨¢n en la calle? Que miren la calculadora¡±, dice la restauradora catalana.
El pasado s¨¢bado s¨ª que abri¨® y tuvo gente comiendo. All¨ª se present¨® la Guardia Urbana y mult¨® a la propietaria del restaurante. Desconoce de cu¨¢nto es la sanci¨®n. Esteva considera que hab¨ªa otras soluciones como el cierre a las 22.00 o la bajada de impuestos. ¡°Prohibir no funciona¡±, sentencia. Responsables del Mordisco del Passatge de la Concepci¨® han comunicado este martes por la noche que a partir de ya el restaurante cierra temporalmente tambi¨¦n para pedidos para llevar o entrega a domicilio.
Por su parte, el due?o de un restaurante de Malgrat de Mar (Barcelona) se ha negado a cerrar el negocio, tal y como orden¨® la Generalitat la semana pasada, y lo mantiene abierto desde el viernes a pesar de que ya ha sido multado con 60.000 euros.