Mar y letras de Andreu Manresa
El periodista re¨²ne en ¡®El menjar i les illes¡¯ sus cr¨®nicas dominicales publicadas en la edici¨®n balear de EL PA?S
El lla¨¹t, embarcaci¨®n tradicional mallorquina de madera, se llama Levante y perteneci¨® a la familia del pintor. La tripulaci¨®n la forman dos adolescentes: el joven artista y un prometedor periodista en ciernes.
Los dos son amigos de la infancia y crecen rodeados del penetrante azul. Escuchan historias de mar. Salen a pescar a menudo desde Es Port (Portocolom, Mallorca), el puerto de su Felanitx natal. Un d¨ªa, un gran cap d¡¯olla, un calder¨®n gris, cet¨¢ceo esquivo y de profundidades, emerge del agua y resopla el casco de su fr¨¢gil embarcaci¨®n (21 palmos: 4,8 metros). ...
El lla¨¹t, embarcaci¨®n tradicional mallorquina de madera, se llama Levante y perteneci¨® a la familia del pintor. La tripulaci¨®n la forman dos adolescentes: el joven artista y un prometedor periodista en ciernes.
Los dos son amigos de la infancia y crecen rodeados del penetrante azul. Escuchan historias de mar. Salen a pescar a menudo desde Es Port (Portocolom, Mallorca), el puerto de su Felanitx natal. Un d¨ªa, un gran cap d¡¯olla, un calder¨®n gris, cet¨¢ceo esquivo y de profundidades, emerge del agua y resopla el casco de su fr¨¢gil embarcaci¨®n (21 palmos: 4,8 metros). La sombra de las toneladas grises en movimiento provocan un temblor que les sorprende. Alejados de la costa y de otras embarcaciones, los dos j¨®venes viven en carne propia su primera leyenda de mar.
Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, este relato a la vez m¨ªtico y real sirve para entender el mundo m¨¢gico que desde la infancia ha nutrido el estilo literario de uno de sus dos protagonistas: el periodista Andreu Manresa (Felanitx, Mallorca, 1955), corresponsal de EL PA?S en Baleares durante 25 a?os.
En El Menjar i les Illes (El Gall Editor), el tambi¨¦n escritor re¨²ne 49 de las cr¨®nicas period¨ªsticas sobre cocina con las que dos domingos al mes sigue nutriendo, y valga la palabra, la edici¨®n balear de este diario. Los relatos se publican bajo el ep¨ªgrafe Ojo de pez, impreso en azul marino, el mismo color de un mar mediterr¨¢neo que el actual director de la Radiotelevisi¨® p¨²blica de les Illes Balears IB3 describe como ¡°frontera y vientre entre la vida y las letras, con mitos y demasiadas muertes¡±.
Con el sabor de las empanadas, los arroces melosos y su preferida sobrasada vieja, el periodista emplea su pasi¨®n culinaria como excusa para explicar los entresijos y costumbres ancestrales de los habitantes de un ¡°territorio comestible¡±, repleto de ¡°peque?as historias humanas y territoriales, centrales y laterales¡±.
El otro protagonista de la historia del lla¨¹t Levante, su amigo y pintor Miquel Barcel¨®, ha dibujado para la ocasi¨®n un gran at¨²n en la portada de un volumen de 280 p¨¢ginas ilustradas en su mayor¨ªa por el fotoperiodista Tolo Ramon. Las cr¨®nicas han sido seleccionadas y editadas por el escritor y profesor de geograf¨ªa Climent Picornell.
Leer al azar cualquiera de los textos es acercarse a los fogones de un notario de emociones que documenta y destripa la realidad isle?a hasta teorizar con ingenio sobre su gen¨¦tica: ¡°El rojo oscuro del pimiento es el ADN de los nativos¡±.
No encontrar¨¢ el lector de este libro cr¨ªticas escritas desde restaurantes con muchos cubiertos, sino ¡°un ventanal de estampas y sensaciones¡±, advierte el propio autor en la introducci¨®n. Un men¨² degustativo preparado desde la cocina de su casa e ideado en ocasiones desde el Mercado de l¡¯Olivar de Palma, donde no resulta extra?o ver a Andreu Manresa pasear entre sus paradas; oliendo e investigando el producto, inmerso en un oasis de esp¨¢rragos, alcachofas y setas, ¡°ejemplos de la pervivencia de costumbres arcaicas¡±, se?ala, que los primeros pobladores catalanes tras la reconquista utilizaron como ¡°trofeo para homenajear la boca¡±.
En unas islas que ahora se asemejan m¨¢s a un parque tem¨¢tico con barra libre al turismo masivo, las cr¨®nicas son flashes de la militancia nost¨¢lgica del Manresa ni?o, que creci¨® en un archipi¨¦lago a¨²n volcado al campo, pero en el que ahora cada vez ¡°se ven menos almendros en flor¡± y los ¨²ltimos agricultores ¡°esquivan los cementerios¡±.
Son notas de un r¨¦quiem por el campesino balear. ¡°El panorama refleja una econom¨ªa antigua que desbord¨®, una realidad y una sociedad extintas¡±, apunta Manresa en uno de los textos para describir la Mallorca posmoderna, glamurosa y multicultural, h¨¢bitat de pescadores, pintores, fiscales, escritores, pilotos de F¨®rmula 1, modelos, hoteleros, aventureros del mar y escaladores de las cimas desordenadas de la Sierra de Tramuntana, tierra secuestrada a principios de siglo por corruptos que llenaron sus costas de cemento y piscinas.
No es tampoco el libro de Manresa un libro de recetas azucaradas, sino un ventanal de dulces rellenos de informaci¨®n, amasados por un te¨®rico de la cocina que los suyos definen como ¡°extremadamente curioso y buen comedor¡±. Un mallorqu¨ªn que creci¨® escuchando las aventuras de su abuelo viajero viticultor en Francia y Argelia y que se estren¨® como periodista a¨²n ni?o bajo el pseud¨®nimo Jordi Creus en un semanario de su Felanitx familiar y legendario.
¡°Fue all¨ª donde empez¨® a explicar las cosas que ocurr¨ªan en su ciudad¡±, relata uno de sus primeros lectores y compa?eros de mar.