Cuando tu existencia es perimetral y tu vida, un estado de alarma
La pandemia deja un sinf¨ªn de palabras que hemos incorporado a nuestro d¨ªa a d¨ªa sin complejos
La vecina vuelve a limpiar los pl¨¢tanos con lej¨ªa. No se f¨ªa de nadie. Solo de lo que dicen en la tele. Restaurantes y bares cerrados por la pandemia, mientras las colas se suceden frente al sitio de pollo rustido. No hay cines ni teatros, pero los ni?os se apretujan en la cola del columpio de la plaza. Son los mismos ni?os que solo se relacionan con su grupo burbuja. Al resto, ni olerlos. Los centros de depilaci¨®n est¨¢n cerrados para frenar la expansi¨®n del coronavirus, pero las peluquer¨ªas permanecen abiertas. No hay visitas a los abuelos. De d¨ªa se vive en estado de alarma permanente y en c...
La vecina vuelve a limpiar los pl¨¢tanos con lej¨ªa. No se f¨ªa de nadie. Solo de lo que dicen en la tele. Restaurantes y bares cerrados por la pandemia, mientras las colas se suceden frente al sitio de pollo rustido. No hay cines ni teatros, pero los ni?os se apretujan en la cola del columpio de la plaza. Son los mismos ni?os que solo se relacionan con su grupo burbuja. Al resto, ni olerlos. Los centros de depilaci¨®n est¨¢n cerrados para frenar la expansi¨®n del coronavirus, pero las peluquer¨ªas permanecen abiertas. No hay visitas a los abuelos. De d¨ªa se vive en estado de alarma permanente y en confinamiento perimetral de fin de semana, cuando cae la noche se activa el toque de queda. El padre se hizo la primera PCR mientras la amiga de la ni?a de cinco a?os permanece, seg¨²n sus propias palabras, confinada y en cuarentena. Pronto ser¨¢n los propios ni?os los que se hagan la prueba de ant¨ªgenos, antes de salir de casa y calzarse la mascarilla. Es la nueva normalidad y este es el lenguaje que nos deja el coronavirus.
?Qui¨¦n acu?¨® esa expresi¨®n? ¡°Creo, por ejemplo, que la expresi¨®n nueva normalidad (una contradicci¨®n en los t¨¦rminos) ha influido para que mucha gente se crea que ya hab¨ªa pasado todo. Contribuy¨® al relajamiento general. La idea de que entr¨¢bamos en un nuevo estadio nos hizo creer que hab¨ªamos salido del otro. Habr¨ªa sido mejor llamarlo fase cuatro¡±, explica el periodista ?lex Grijelmo. La nueva normalidad lleg¨® en marzo y desde entonces toda ha sido extremadamente anormal.
El actor Bruno Oro define as¨ª las palabras de moda: Estado de alarma: ¡°como un ataque de ansiedad global¡± / Toque de queda: ¡°para los que no hemos vivido una guerra, lo m¨¢s parecido a eso¡±. / PCR: ¡°las siglas de puta caca rabiosa¡ o algo m¨¢s que una intromisi¨®n nasal¡±. Y reclama una nueva vacuna, la ¡°EPAMQNA que son las siglas de este puto a?o de mierda que no acaba¡±. El catal¨¢n triunfa en las redes sociales reflexionando con humor sobre lo que nos sucede, despu¨¦s de ser obligado a suspender su obra de teatro en el Romea, con Clara Segura. ¡°No tengo trabajo hasta abril. As¨ª que me toca reinventarme¡±. El nuevo lenguaje que se maneja con la pandemia es uno de sus temas: ¡°Es muy limitado, met¨¢fora de nuestra existencia, que es perimetral. Pocas palabras, que las repiten hasta la saciedad, te crean un efecto obsesivo y paranoico en el cerebro hasta que al final tienes ganas de huir. La globalizaci¨®n de verdad ha llegado con la covid. Esas palabras son las mismas en todo mundo¡±, explica Oro.
El lenguaje es eminentemente b¨¦lico. ¡°Nos evoca una guerra, sin duda. Las primeras semanas de la confinaci¨®n inicial tuvieron como portavoces oficiales a jefes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa, habituados a usar un l¨¦xico militar; y quiz¨¢s eso influy¨® en todos los dem¨¢s. Unos y otros nos hablaban de bajas, de enemigo poderoso, de la moral de la tropa, de econom¨ªa de guerra, de los soldados que luchan contra el virus en los hospitales y que son h¨¦roes¡ La propia denominaci¨®n del estado de alarma tiene un origen militar (¡±al arma"). A m¨ª no me gustan esas met¨¢foras, pero es comprensible que surjan a bote pronto en un lenguaje expresivo. De hecho, ya se dec¨ªa a menudo que alguien lucha contra un c¨¢ncer, que lo ha vencido o que ha perdido la batalla contra la enfermedad¡ La met¨¢fora del combate surge casi sin darnos cuenta", escribe Grijelmo.
La RAE contaba en abril que pandemia, cuarentena, confinar, resiliencia, epidemia, virus, triaje o cuidar fueran las palabras m¨¢s buscadas ese mes. Tambi¨¦n se buscaron otras no presentes en el diccionario pero relacionadas con la actualidad como coronavirus, ERTE, videollamada, nasobuco y cuarentenar.
Seguramente la m¨¢s repetida estas ¨²ltimas semanas es toque de queda. Guillermo Altares escribi¨® en EL PA?S que la expresi¨®n naci¨® en la Edad Media relacionada m¨¢s con la protecci¨®n de las ciudades frente a desastres naturales que para imponer el orden en las calles. Las expresiones espa?ola ¡ªtoque de queda¡ª y francesa ¡ªCouvre feu, ¡°cubre fuego¡±, que los ingleses tradujeron fon¨¦ticamente del franc¨¦s antiguo como Curfew¡ª cuentan la misma historia desde dos ¨¢ngulos diferentes. En Espa?a, la ¨²ltima vez que se impuso un toque de queda fue de forma ilegal: el general Milans Bosch lo decret¨® en Valencia mientras sacaba los tanques durante el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
¡°No es que no existieran antes, pero su uso se ha multiplicado. Con la divulgaci¨®n empiezan usos ¡°desviados¡± y festivos, por ejemplo, usar coronavirus para hablar de la monarqu¨ªa¡±, afirma el ling¨¹ista Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n. ¡°Pod¨ªa haberse hablado de la pandemia como una inundaci¨®n, con crecidas, islas, diques, etc. Pero la met¨¢fora b¨¦lica crea un estado de excepci¨®n mental: en la guerra, todo est¨¢ permitido¡±. La realidad es que la lista de palabras pand¨¦micas es enorme. Le pregunto a la persona que lleva desde el primer d¨ªa enchufada al directo informativo de la pandemia, Jessica Mouzo, primero gallega y despu¨¦s periodista, cu¨¢l es su palabra favorita. No tarda ni un segundo en responder al WhatsApp mientras espera la en¨¦sima rueda de prensa de la Generalitat sobre la covid (que, por supuesto, empieza tarde para variar). Su palabra favorita es pangol¨ªn, ¡°una preciosidad fon¨¦ticamente¡± y una posible fuente del coronavirus.