Hans Christian Andersen y c¨®mo cuidar a los mayores

El traje nuevo del emperador o El rey desnudo es una f¨¢bula escrita por Hans Christian Andersen en el siglo XIX, como parte de una colecci¨®n llamada Cuentos de hadas contados para ni?os. Y, como buena f¨¢bula, tiene un aprendizaje o moraleja: no tiene porqu¨¦ ser verdad lo que todo el mundo piensa que es verdad.

En la f¨¢bula, un rey narcisista hab¨ªa ca¨ªdo en la trampa de un sastre que dec¨ªa haberle tejido el mejor traje que pod¨ªa lucir un rey de su grandeza¡­ pero en realidad no exist¨ªa tal traje. Cuando probaba el supuesto e inexistente traje, el sastre describ¨ªa el d...

El traje nuevo del emperador o El rey desnudo es una f¨¢bula escrita por Hans Christian Andersen en el siglo XIX, como parte de una colecci¨®n llamada Cuentos de hadas contados para ni?os. Y, como buena f¨¢bula, tiene un aprendizaje o moraleja: no tiene porqu¨¦ ser verdad lo que todo el mundo piensa que es verdad.

En la f¨¢bula, un rey narcisista hab¨ªa ca¨ªdo en la trampa de un sastre que dec¨ªa haberle tejido el mejor traje que pod¨ªa lucir un rey de su grandeza¡­ pero en realidad no exist¨ªa tal traje. Cuando probaba el supuesto e inexistente traje, el sastre describ¨ªa el dise?o, los tejidos, la belleza de las costuras¡­ ?Pero nada exist¨ªa!¡­ ?No hab¨ªa traje!... Solo las personas honradas pod¨ªan ver tal traje, dec¨ªa el falso sastre¡­ Era la belleza extrema, pero solo visible a las personas honradas y rectas.

Y el sastre acab¨® convenciendo a todo el pueblo y al rey. Nadie se atrevi¨® a decir lo contrario, salvo pena de no ser honrado.

Y cuando el rey sali¨® a la calle desnudo, nadie se atrevi¨® a decirle que iba desnudo. Salvo un ni?o que, en su inocencia, grit¨® sorprendido: ¡°?El rey va desnudo!¡± Y todos cayeron en la realidad del enga?o del sastre y todos, internamente, se avergonzaron de no haber abierto los ojos antes.

Despu¨¦s del terrible impacto que la epidemia de coronavirus ha tenido y tendr¨¢ en las personas mayores, y viendo las soluciones que plantean tanto nuestras autoridades sanitarias y sociales como los lobbies empresariales de atenci¨®n a la dependencia, pienso en Hans Christian Andersen, y ans¨ªo que comience a hablar el ni?o.

Y seguro que el ni?o dir¨¢ que el incremento que marcan los Presupuestos Generales para mejorar la atenci¨®n a las personas mayores con dependencia es insuficiente. Una mejora de 700 millones de euros significa un incremento de financiaci¨®n de 48,6 euros al mes por persona dependiente. Es decir 1,62 euros al d¨ªa.

No s¨¦ si el ni?o se atrever¨¢ a decir que estaremos dedicando el doble de dinero a compensar a la empresa que fracas¨® en su intento de almacenar gas en el proyecto C¨¢stor, que a mejorar la atenci¨®n a las personas m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad. Espero que s¨ª lo diga, que los ni?os son atrevidos.

Seguro que tambi¨¦n dir¨¢ que en esta supuesta mejora en los servicios no hay un cambio real del sistema de atenci¨®n, potenciando de forma decidida la atenci¨®n domiciliaria y ambulatoria y las viviendas adaptadas como formas de atenci¨®n que pueden evitar o retrasar la atenci¨®n residencial. No nos merecemos m¨¢s un sistema que pasa del domicilio a la residencia sin soluciones intermedias.

Espero que ese ni?o diga que los servicios a estas personas se deben construir pregunt¨¢ndoles a ellas y a sus cuidadores. Y explic¨¢ndoles a ellas y a sus cuidadores a qu¨¦ dedicamos el dinero p¨²blico. S¨®lo ellos pondr¨¢n encima de la mesa las necesidades reales que tienen, por encima de intereses pol¨ªticos o econ¨®micos.

Y que diga, tambi¨¦n, ese ni?o inocente y honrado que esta atenci¨®n no es responsabilidad de los gobiernos del Estado o de las regiones o de los municipios¡­ Es una responsabilidad compartida, de todas las administraciones y de los individuos que conforman nuestra sociedad, de todos. No es un tema de qui¨¦n lo hace sino de qu¨¦ se hace. Todas las administraciones deber¨ªan, al contrario de lo que hacen, estar d¨¢ndose codazos entre ellas para ser las primeras en atender a estas personas.

El rey est¨¢ desnudo. Y todos lo vemos, mirando hacia otro lado.

?Que hable el ni?o ya!

Jos¨¦ Augusto Garc¨ªa Navarro es director general del Consorci de Salut i Social de Catalunya.