Tercera ola, tercera oportunidad
La falta de pol¨ªticas de rastreo y de fortalecimiento del sistema sanitario, empezando por la atenci¨®n primaria y llegando hasta las UCI, est¨¢ en el origen del mal y las muertes de la pandemia
Es m¨¢s probable que tengamos antes una tercera ola de la pandemia que puesta la vacuna. Sin embargo, en el debate p¨²blico se habla m¨¢s de desescalar que de preparar la tercera ola. Es comprensible, como lo era que en junio se pensara m¨¢s en las vacaciones y en la necesidad de salir que en la segunda ola. Pero entonces, como ahora, sab¨ªamos que despu¨¦s de la primera vendr¨ªa la segunda y despu¨¦s de la segunda, la tercera... Una vez comenz¨® lo que se nos present¨® como desescalada sab¨ªamos que volver¨ªamos a hacer actividades que aumentan los contactos personales y que sin una cuidadosa protecci¨®n ...
Es m¨¢s probable que tengamos antes una tercera ola de la pandemia que puesta la vacuna. Sin embargo, en el debate p¨²blico se habla m¨¢s de desescalar que de preparar la tercera ola. Es comprensible, como lo era que en junio se pensara m¨¢s en las vacaciones y en la necesidad de salir que en la segunda ola. Pero entonces, como ahora, sab¨ªamos que despu¨¦s de la primera vendr¨ªa la segunda y despu¨¦s de la segunda, la tercera... Una vez comenz¨® lo que se nos present¨® como desescalada sab¨ªamos que volver¨ªamos a hacer actividades que aumentan los contactos personales y que sin una cuidadosa protecci¨®n la transmisi¨®n volver¨ªa a crecer. En Catalu?a la tercera fase de la desescalada, que ya pod¨ªa ser gestionada por las comunidades aut¨®nomas, dur¨® 24 horas.
La semana pasada el Govern de la Generalitat anunciaba que con las nuevas contrataciones que se estaban haciendo se multiplicar¨ªan por 12 las personas encargadas de rastrear las transmisiones de la enfermedad. Al terminar el confinamiento anterior sab¨ªamos que el rastreo era una pieza clave para controlar la proliferaci¨®n de la enfermedad. No se hizo lo suficientemente bien. Despu¨¦s se tard¨® en hacer cribados masivos. Se pens¨® que se pod¨ªa controlar la enfermedad en una situaci¨®n de alta transmisi¨®n. En pocas semanas la enfermedad se volvi¨® a descontrolar y se tuvo que correr a cerrar muchos sectores. Ahora, cuando los hospitales y la atenci¨®n primaria est¨¢n sufriendo una gran presi¨®n asistencial no se deja de hablar de desescalar. La Rt ha bajado por debajo de 1, un hecho necesario para aplanar la curva de transmisi¨®n y hacerla bajar. Tambi¨¦n para asegurar que la atenci¨®n primaria y los hospitales vayan recibiendo menos personas afectadas. Pero este es un proceso lento y habr¨¢ que pensar muy bien con qu¨¦ datos se decide desescalar y de qu¨¦ manera.
En el debate p¨²blico se habla m¨¢s de desescalar que de preparar la tercera ola, que vendr¨¢ despu¨¦s de la segunda
La presi¨®n que ahora se vive para desescalar tiene que ver principalmente con el cierre de determinados sectores comerciales y la imposibilidad que parecemos tener como sociedad de asegurar su mantenimiento por otras v¨ªas. En este momento no parece haber ayudas, del tipo que sea, que puedan asegurar la viabilidad de estos proyectos empresariales, que aseguren los trabajos de las personas... Al principio de la pandemia actual se empezaron a plantear algunas aportaciones sobre la necesidad de no volver a la normalidad. La normalidad era la realidad que nos hab¨ªa llevado hasta la pandemia, hab¨ªa que crear otra normalidad que revirtiera las causas de los males que ahora padecemos.
La normalidad que nos llev¨® hasta la pandemia fue la primera oportunidad perdida. Ya en aquella normalidad muchas voces, muchas organizaciones, movimientos sociales... nos avisaban y buscaban cambiar la direcci¨®n del mundo que nos ha llevado hasta aqu¨ª. No fue suficiente. Al salir del primer confinamiento entramos en lo que el Gobierno espa?ol llam¨® ¡°la nueva normalidad¡± y el gobierno catal¨¢n, ¡°represa¡±. Retomar lo que hab¨ªamos estado haciendo era insistir en el error, y se ha confirmado. La nueva normalidad no fue m¨¢s que intentar hacer de otro modo lo que ya hac¨ªamos mal. Ha sido la segunda oportunidad no aprovechada.
La nueva normalidad no fue m¨¢s que intentar hacer de otro modo lo que ya est¨¢bamos haciendo mal
Ahora tenemos una tercera oportunidad. La segunda ola ha comenzado a bajar. Las olas del mar son fen¨®menos naturales, pero las de la pandemia no. Las olas del covid-19 se crean, crecen y bajan a partir de nuestras acciones como sociedad. La pandemia ya est¨¢ aqu¨ª, ahora no puede desaparecer. Pero depender¨¢ de nuestros comportamientos que evolucione de una manera u otra. En este momento deber¨ªamos conseguir que diferentes cuestiones fueran centrales en nuestra sociedad. Tenemos evidencias para plantear que nuestra acci¨®n de deforestaci¨®n del planeta y de utilizaci¨®n de los animales con los que convivimos est¨¢ en el origen de la pandemia. Tenemos evidencias para plantear que la falta de pol¨ªticas de rastreo y de fortalecimiento del sistema sanitario, empezando por la atenci¨®n primaria y llegando hasta las UCI, est¨¢ en el origen del mal y las muertes de la pandemia. Tenemos evidencias para plantear que la falta de una fiscalidad que nos permita construir un verdadero Estado del bienestar est¨¢ en el origen de las crisis econ¨®micas, sociales, asistenciales... que estamos viviendo.
Hablamos mucho de la elecci¨®n entre salud y econom¨ªa y parece que olvidamos que nuestra sociedad durante demasiado tiempo ha optado por la econom¨ªa, y lo sigue haciendo ahora. Nuestro sistema pol¨ªtico-econ¨®mico, que precariza la vida, es una buena muestra de ello. Ahora tenemos una nueva oportunidad para no volver a esta normalidad.