Descontrol covid: algunas variables

A la hora de intentar entender c¨®mo funciona el mundo actual, enterrada ya la simpleza del concepto de ¡°mundo unipolar¡± como paradigma sucesor del ¡°mundo bipolar¡±, los especialistas llevan dos d¨¦cadas buscando un concepto igual de funcional. Parece que no lo hay. Mejor no caer en la tentaci¨®n, una vez m¨¢s, de que para explicar lo complejo bastar¨¢ encontrar un concepto ¡°llave maestra¡±. Y si quedaba alguna duda, este fat¨ªdico a?o 2020, a?o covid ya para la eternidad, lo ha manifestado con claridad meridiana.

In¨²til tratar de analizarlo de modo completo aprovechando que tenemos ya la Navid...

A la hora de intentar entender c¨®mo funciona el mundo actual, enterrada ya la simpleza del concepto de ¡°mundo unipolar¡± como paradigma sucesor del ¡°mundo bipolar¡±, los especialistas llevan dos d¨¦cadas buscando un concepto igual de funcional. Parece que no lo hay. Mejor no caer en la tentaci¨®n, una vez m¨¢s, de que para explicar lo complejo bastar¨¢ encontrar un concepto ¡°llave maestra¡±. Y si quedaba alguna duda, este fat¨ªdico a?o 2020, a?o covid ya para la eternidad, lo ha manifestado con claridad meridiana.

La falta de coordinaci¨®n entre instituciones ha dificultado en muchas ocasiones el servicio esencial al ciudadano

In¨²til tratar de analizarlo de modo completo aprovechando que tenemos ya la Navidad encima, y mira que habremos escrito art¨ªculos sobre ello. Pero se necesitar¨¢ mucho tiempo (a?os) para ir analizando sus diferentes derivadas, que ser¨¢n de gran complejidad. Por un lado, habr¨¢ que analizar su impacto, m¨¢s all¨¢ de su dimensi¨®n espec¨ªficamente m¨¦dica y cl¨ªnica, en t¨¦rminos de pol¨ªticas p¨²blicas de respuesta realizadas desde las instituciones, desde el gobierno local hasta la Uni¨®n Europea. En particular las de naturaleza social ¡°negativa¡± (el drama de las residencias, la exclusi¨®n social y territorial, los sintecho, la inmigraci¨®n no controlada). Aqu¨ª la reiterada falta de coordinaci¨®n entre instituciones y en la cooperaci¨®n p¨²blico-privada ha dificultado en muchas ocasiones servicios esenciales a los ciudadanos. Recordemos que en los dos o tres primeros meses el entonces portavoz del Govern dedicaba todas sus intervenciones a decir que si el ¡°Gobierno espa?ol no nos lo impidiera, nosotros ir¨ªamos por delante y lo har¨ªamos mejor¡±. Y en paralelo, hecatombe en Igualada.

En el caso espa?ol, en particular la falta de coordinaci¨®n entre comunidades aut¨®nomas y con el Gobierno central a menudo pone en evidencia una falta de racionalidad en la agenda. Ha emergido un potente ¡°derecho a decidir¡± nada menos que en la Comunidad de Madrid, y la principal preocupaci¨®n de la se?ora Ayuso fue inaugurar un hospital sin nada operativo en su interior. Prevenir y corregir estas situaciones a¨²n hace m¨¢s urgente el fortalecimiento de un pacto social integrador, un nuevo sentido de ¡°lo com¨²n¡±, es decir, de la acci¨®n colectiva no solo como bien deseable, sino como urgencia inaplazable.

Si esto lo ponemos en relaci¨®n con la dimensi¨®n internacional del problema, la Uni¨®n Europea (UE) y sus instrumentos de intervenci¨®n econ¨®mica, cualquier propuesta de ¡°contrato social supranacional¡± parece debilitada de entrada. El hecho, por ejemplo, que cada Gobierno de la UE abra y cierre fronteras internacionales (y a menudo internas) por su cuenta, hace que la gesti¨®n de todo ello sea un problema inveros¨ªmil. En la frontera entre Francia y Andorra, el problema hace muy pocos d¨ªas era que las autoridades francesas quer¨ªa mantener la frontera cerrada. Luego, decidieron entreabrirla, de tal manera que los ciudadanos franceses no pueden ir a esquiar a Andorra (en Francia las estaciones est¨¢n cerradas hasta enero), pero pueden¡­ ir de compras. Con la condici¨®n de que pueden regresar con¡­ un cart¨®n y medio de tabaco. Ni uno ni dos. El motivo es muy ¡°cient¨ªfico¡±, las estaciones francesas de esqu¨ª, un lobby mucho m¨¢s potente que a este lado de los Pirineos, no quiere que los franceses puedan ir a esquiar a Andorra y Espa?a. Igual se aficionan y no regresan al norte.

Para afrontar los grandes problemas del siglo XXI utilizamos instrumentos de los siglos XIX y XX

En este sentido, la inevitable dimensi¨®n europea y global de la covid se ha convertido en un rompecabezas, y todav¨ªa se pone mas de relieve la idea de que para afrontar los grandes problemas del siglo XXI estamos utilizando instrumentos de los siglos XIX y XX. Por ejemplo, uno, que tiene inter¨¦s en vacunarse cuando sea seguro, no deja de pensar que estamos asistiendo a una carrera de F¨®rmula 1 entre farmac¨¦uticas, gobiernos y otros actores implicados para ver qui¨¦n la tiene mejor, antes y m¨¢s barata. ?Seguro que eso da sensaci¨®n de seguridad colectiva? Y aquellos que dicen saber c¨®mo ser¨¢ el mundo postcovid o el ¡°mundo de ma?ana¡± deber¨ªan ser muy prudentes. La medicina actual cura mucho m¨¢s que la de la Edad Media (por suerte), en general y con respecto a pandemias. Hasta hace poco (en t¨¦rminos hist¨®ricos) las pandemias han causado gran mortandad, pero el seguimiento era dificultoso. Solo en relaci¨®n a la famosa ¡°gripe espa?ola¡±, uno ha visto cifras que van de 20 a 50 millones de muertos. No es ni mucho ni poco porque la trazabilidad de que se dispon¨ªa era cuanto menos incierta. Pero el mundo actual se mueve mucho m¨¢s r¨¢pido, la gente no para de ir arriba y abajo, y lo hace de manera descontrolada. Unos, por desgracia, en pateras. Otros, de botell¨®n en botell¨®n.

Pere Vilanova es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad de Barcelona.