Muere Tom, uno de los fundadores m¨¢s irreverentes de ¡®El Jueves¡¯
El humorista gr¨¢fico barcelon¨¦s desarroll¨® tambi¨¦n una notable carrera como guionista y productor de televisi¨®n
Aunque pueda sonar extra?o trat¨¢ndose de un dibujante, firmando un d¨ªa se dej¨® el punto sobre la i y as¨ª acab¨® pasando de Toni a convertirse en Tom para la historia del humor gr¨¢fico. Bajo ese marchamo se ha conocido art¨ªsticamente a Antoni Roca, uno de los miembros fundadores en 1977 de la m¨ªtica El Jueves junto a Jose Lu¨ªs Martin y Romeu, que ha fallecido en Barcelona a los 67 a?os, seg¨²n ha trascendido este lunes.
La an¨¦cdota dice mucho de la iconoclastia del personaje, nacido en 1953 en el barcelon¨¦s ba...
Aunque pueda sonar extra?o trat¨¢ndose de un dibujante, firmando un d¨ªa se dej¨® el punto sobre la i y as¨ª acab¨® pasando de Toni a convertirse en Tom para la historia del humor gr¨¢fico. Bajo ese marchamo se ha conocido art¨ªsticamente a Antoni Roca, uno de los miembros fundadores en 1977 de la m¨ªtica El Jueves junto a Jose Lu¨ªs Martin y Romeu, que ha fallecido en Barcelona a los 67 a?os, seg¨²n ha trascendido este lunes.
La an¨¦cdota dice mucho de la iconoclastia del personaje, nacido en 1953 en el barcelon¨¦s barrio de Sants, tan obsesionado y pesado con lo del l¨¢piz desde peque?o que su madre le busc¨® pronto alg¨²n trabajo relacionado, acabando as¨ª con 14 a?os como ayudante de otro cl¨¢sico moderno, Joan Rafart, RAF, y haci¨¦ndole pasar luego tambi¨¦n por un estudio de dibujos animados. El futuro Tom, sin embargo, ya acumulaba un chocante bagaje biogr¨¢fico: ni?o grande ya al nacer, a los 12 a?os el tratamiento de una delicada pleures¨ªa hizo que en su desespero su madre lo dejara en manos de un curandero que result¨® ser un yogui catal¨¢n que le introdujo en la meditaci¨®n; a los 13, ya ayudaba en una imprenta donde se confeccionaban multas de tr¨¢fico, en un puesto donde sus antecesores se hab¨ªan dejado m¨¢s de un dedo, como demostraban unos expuestos en formol, dec¨ªa; y a los 14, gracias a un vecino con notable biblioteca, ya era un gran devorador de ciencia-ficci¨®n, con Asimov y Philip K. Dick como autores fetiche.
El c¨®ctel vital culmin¨®, acelerado, a los 15, cuando le pidi¨® a su padre que le firmara un permiso de salida de Espa?a que le permiti¨® aterrizar en Par¨ªs al poco del Mayo del 68 e, inmediatamente, en Londres. Am¨¦n de d¨ªas de vino y rosas, de ah¨ª absorbi¨®, por un lado, las maneras de cabeceras francesas como Hara-Kiri, Pilote y Charlie-Hebdo; y de Inglaterra, las del humor y el know-how televisivo (y editorial) de un grupo entonces en auge como los Monty Phyton. ¡°Toda mi vida he estado contra cualquier tipo de poder, pol¨ªtico, econ¨®mico, eclesi¨¢stico, laboral¡, cualquier tipo de poder que me fuera impuesto. Quiz¨¢ por eso soy anarquista desde los quince a?os¡±, dec¨ªa hace poco al evocar su juventud.
Novela rosa y toques sical¨ªpticos
Con ese bagaje entraba en 1970 en la m¨ªtica Bruguera, como entintador de las historietas de V¨¢zquez e Ib¨¢?ez y como compaginador de Pulgarcito, mientras al poco cultivaba sus propias historias en el Patufet de la segunda ¨¦poca y la revista Oriflama. Con una precocidad vestida de tejanos y melena larga por la espalda, iconograf¨ªa obligada para quien se sent¨ªa hippie, pero ten¨ªa carnet de la anarquista CNT, entr¨® como codirector art¨ªstico de Mata Ratos, a la que ayud¨® a dar un tono m¨¢s sical¨ªptico que pol¨ªtico, que culmin¨® en 1973 en la publicaci¨®n del primer pecho dibujado en una publicaci¨®n masiva desde la posguerra. La frontera con la legalidad y la permisividad le comport¨®, con los a?os, asiduas visitas a los tribunales, especialmente al famoso TOP, donde acudir¨ªa junto a colegas como Romeu, Perich, Maruja Torres y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, entre otros.
M¨¢s asiduo al chiste que a las historietas, siempre con trazos ¨¢giles y desenfadados y tono irreverente, Tom (firma que era una manera de diferenciarse tambi¨¦n de su colega Toni Batllori) dej¨® su huella en Por Favor, El Papus y, sobre todo, en El Jueves, que en 1977 fund¨® junto a Jos¨¦ Luis Mart¨ªn y Romeu. Ah¨ª desarroll¨® uno de sus trabajos m¨¢s conocidos, la serie El bar de Paco. En 1979 empez¨® a publicar en cabeceras como El Peri¨®dico de Catalunya, Intervi¨², Cl¨ªmax y Lib, una l¨ªnea er¨®tica esta ¨²ltima que pas¨® tambi¨¦n por Penthouse y Play Boy. No dejaba, quiz¨¢, de ser un escal¨®n m¨¢s en ese subg¨¦nero desde sus primeros trabajos de joven como ilustrador de novelas rosa en publicaciones como Rom¨¢ntica, Mari Noticias o Claro de Luna. En 1981, en el marco del colectivo Oh Sauce Editorial, del que formaba parte, lanz¨® la revista Histeria Semanal, de la que fue uno de sus directores y donde escribieron V¨¢zquez Montalb¨¢n, Maruja Torres y Eduardo Haro Tecglen, entre otros. El semanario de humor dur¨® seis n¨²meros.
Fascinado desde muy peque?o por la televisi¨®n (¡±mi abuela me dec¨ªa que una vez me pill¨® abrazado a la tele de casa dici¨¦ndole: ¡®?te quiero!¡¯¡±, evocaba), gracias su amigo Romeu fue consolidando su v¨ªa como guionista de televisi¨®n, primero en TV3 (Tres i l¡¯astr¨°leg; Filiprim, donde coincidi¨® con su ¨ªntimo Perich) y posteriormente en espacios de diversas cadenas privadas, que cuajaron en propuestas como Locos por la tele; Historias de la puta mili, M¨¦dico de familia y Al salir de clase. La labor televisiva le llev¨® tambi¨¦n a la faceta de productor, donde destac¨® con el premiado documental Balseros, de Carles Bosch (2002).
La pantalla le acabar¨ªa apartando del papel, un legado que no alcanza la decena de t¨ªtulos en formato libro, en el que sobresale su sarc¨¢stica autobiograf¨ªa Mi puta vida (2015): ¡°Afortunadamente en mi vida he conseguido casi todo lo que he so?ado o me he propuesto, soy poco ambicioso, nunca he querido posesiones, mansiones, yates; por no tener no tengo ni hipoteca¡±, dijo cuando apareci¨®, siempre camuflado tras unas gafas oscuras. Luego llegar¨ªa el recopilatorio Apaga y v¨¢monos (2019), su ¨²ltimo t¨ªtulo. Viniendo de ¨¦l, igual lo hizo aposta.