Un 15% de los trabajadores de las residencias rechaza vacunarse en Catalu?a
Cinta Pascual, presidenta de ACRA, pide a los empleados que se vacunen por responsabilidad y no perjudicar a los residentes
Un 15% de los trabajadores de las residencias de ancianos de Catalu?a rechaza ponerse la vacuna de la covid-19. Cinta Pascual, presidenta de Asociaci¨®n de Recursos Asistenciales (ACRA), principal patronal del sector, revel¨® ayer la cifra que est¨¢ en la media de toda Espa?a, donde en algunas comunidades superan esa cifra o no la alcanzan. Los empleados que se niegan a vacunarse aducen alergias, las consecuencias en el embara...
Un 15% de los trabajadores de las residencias de ancianos de Catalu?a rechaza ponerse la vacuna de la covid-19. Cinta Pascual, presidenta de Asociaci¨®n de Recursos Asistenciales (ACRA), principal patronal del sector, revel¨® ayer la cifra que est¨¢ en la media de toda Espa?a, donde en algunas comunidades superan esa cifra o no la alcanzan. Los empleados que se niegan a vacunarse aducen alergias, las consecuencias en el embarazo o directamente el miedo. Pascual apel¨® a la responsabilidad y a la ¨¦tica de los trabajadores del sector para que se vacunen y generen inmunidad y no perjudiquen as¨ª a los residentes.
El sector de las residencias emplea a Catalu?a a unos 40.000 trabajadores por lo que ese 15% implica que unos 6.000 se han negado por el momento ¡ªla primera etapa del proceso no ha acabado a¨²n¡ª a ponerse la vacuna. Salud cifr¨® la semana pasada en un 5,7% de media el porcentaje de rechazo que hab¨ªa encontrado con la primera dosis de la vacuna entre la poblaci¨®n de riesgo que est¨¢ tratando, que comprende a los ancianos residentes, personal de residencia y sanitario y grandes dependientes. La resistencia que muestra el personal contrasta, sin embargo, con la postura de la mayor¨ªa de residentes. Un 95% de ellos ha accedido hasta ahora a ponerse la vacuna.
Salud espera acabar esta semana de poner la primera dosis ¡ªla segunda se aplica al cabo de 21 d¨ªas¡ª en todas las residencias aunque Pascual mostr¨® dudas de que el calendario se pueda cumplir. Su esperanza es que los trabajadores que se han negado a recibir la primera dosis cambien de criterio y ese 85% se eleve al 95%. Es decir, que la aceptaci¨®n de la vacuna se extienda hasta alcanzar la inmunidad de grupo.
La presidenta de la patronal admite que el 15% de rechazo le parece alt¨ªsimo y que no alcanza a comprenderlo despu¨¦s de las dur¨ªsimas situaciones que ha tenido que vivir el sector, castigado con una crudeza extrema por la covid que se ha cobrado la vida de en Catalu?a de unos 8.000 residentes. Pascual preside tambi¨¦n el C¨ªrculo Empresarial de Atenci¨®n a las Personas (Ceaps), que gestiona 200.000 plazas de toda Espa?a. En algunas comunidades, se han puesto la vacuna el 90% de los trabajadores ¡ªlo que implica un 10% de rechazo¡ª y en otras, el 80% ¡ªlo que representa un 20%¡ª. Catalu?a estar¨ªa en la franja media.
¡°No podemos trabajar en este sector sin vacunarnos. Si das positivo, tus contactos se tienen que aislar. Imaginen en los casos de demencia. Es una responsabilidad hacerlo¡±, afirm¨®. ¡°Todo el mundo deber¨ªa vacunarse¡±. En una entrevista en Catalunya Informaci¨®, Pascual avis¨® de que con esa conducta que puede comportar esos aislamientos se puede acabar haciendo ¡°da?o¡± a las personas que cuidan y quieren.
Pascual pone sobre la mesa el debate ¨¦tico de si se puede trabajar en una residencia rechazando la vacuna con el riesgo que comporta a los residentes
Los trabajadores que rechazan la vacuna aducen normalmente tres razones para no aplicarse la vacuna Pfeizer: esgrimen alergias; el miedo o desconocimiento y el impacto en un posible embarazo. No hay ninguna contraindicaci¨®n en la lactancia aunque s¨ª se admite que no se ha probado previamente en demasiadas embarazadas. El 95% de la plantilla de las residencias est¨¢ formada por mujeres. ¡°Hay muchas que quieren quedarse embarazadas y tienen miedo. Consideran que la vacuna no ha sido probada suficientes veces. Y algunas han sufrido alg¨²n aborto y no desean correr riesgos¡±, cuenta Pascual. ¡°Y yo les replico: ?M¨¢s miedo que el que supone que vuelva a entrar la covid?¡±.
Al menos en el sector de las residencias, no ha pesado la corriente que rechaza de forma sistem¨¢tica las vacunas. Salud no desglos¨® la semana pasada qu¨¦ porcentaje de oposici¨®n hab¨ªa suscitado entre los sanitarios pero Pascual expres¨® la certeza que a¨²n ser¨¢ mayor que el de las residencias, entre otras cosas, porque conoce la actitud de m¨¦dicos y enfermeras enrolados en su sector. ¡°Tenemos que trabajar con Salud para explicar que la vacuna es segura y necesaria y fundamental para seguir con nuestra actividad¡±, dijo.
Los responsables de los centros no pueden obligar a los trabajadores a vacunarse ni actuar laboralmente pero Pascual s¨ª que quiso poner sobre la mesa el problema ¨¦tico que suscita que un empleado o empleada no se quiera vacunar. ¡°?ticamente pongo sobre la mesa si alguien, con todo lo que hemos pasado, puede ir tranquilo a trabajar as¨ª¡±, afirm¨®. Pascual pidi¨® a Salud que empiece a vacunar tambi¨¦n a los usuarios de los centros de d¨ªa y que no deje para el final a las residencias con un caso de covid porque solo con la existencia de uno ya se le considera un brote. ¡°Hay que vacunar a todo el mundo¡±, proclam¨®.