La inestabilidad en Catalu?a se afianza por el aplazamiento electoral
La mayor¨ªa de partidos avalan la nueva fecha del 30 de mayo y el PSC se desmarca
En dos semanas se cumplir¨¢ un a?o desde que el president Quim Torra, ahora inhabilitado, dio por amortizada la legislatura catalana y la relaci¨®n con sus socios de ERC, y anunci¨® unas elecciones que nunca convoc¨®. El Govern vive desde entonces en una constante inestabilidad pol¨ªtica, con el coronavirus de fondo. Este viernes supo que prolongar¨¢ esta situaci¨®n 15 semanas m¨¢s. El Govern pact¨® con los partidos, salvo el PSC, aplazar las elecciones de...
En dos semanas se cumplir¨¢ un a?o desde que el president Quim Torra, ahora inhabilitado, dio por amortizada la legislatura catalana y la relaci¨®n con sus socios de ERC, y anunci¨® unas elecciones que nunca convoc¨®. El Govern vive desde entonces en una constante inestabilidad pol¨ªtica, con el coronavirus de fondo. Este viernes supo que prolongar¨¢ esta situaci¨®n 15 semanas m¨¢s. El Govern pact¨® con los partidos, salvo el PSC, aplazar las elecciones del 14 de febrero al 30 de mayo por la situaci¨®n de la pandemia y el aumento de los contagios. El cambio de fecha dificulta el tr¨¢mite de unos presupuestos para este a?o.
Inicialmente, el PSC se opuso a cualquier cambio de la fecha electoral, aunque en el ¨²ltimo momento se abri¨® a llevar los comicios hasta marzo, un aplazamiento juzgado insuficiente por el resto de partidos. Las elecciones en Catalu?a se hab¨ªan convocado de manera autom¨¢tica el pasado 21 de diciembre, despu¨¦s de que se cumplieran los plazos del Parlament para elegir a un nuevo jefe del Govern tras la inhabilitaci¨®n de Torra. La decisi¨®n del independentismo de dejar su silla vac¨ªa para denunciar la supuesta represi¨®n del Estado termin¨® por a?adir m¨¢s tiempo de espera a un mandato ya ag¨®nico, en el que ni la gesti¨®n de la crisis del coronavirus ha impedido que Junts per Catalunya y ERC tengan una tregua en su lucha por la hegemon¨ªa pol¨ªtica.
La fecha del 14 de febrero, en pleno invierno, se ofrec¨ªa problem¨¢tica por la incertidumbre que generaba la emergencia sanitaria. Pero el escenario termin¨® siendo peor de lo esperado y la campa?a y la jornada electoral acabaron, seg¨²n los escenarios de evoluci¨®n de la pandemia, solap¨¢ndose con el pico de contagios y tensi¨®n en las UCI de la tercera ola de la covid-19.
En diciembre del a?o pasado, el Gobierno catal¨¢n se mostr¨® partidario de pactar con los partidos las condiciones de la celebraci¨®n de las elecciones y cre¨® una mesa de estudio con las formaciones que tienen representaci¨®n parlamentaria. A ese foro llegaron, el pasado lunes, las previsiones de evoluci¨®n del virus, y el conflicto no tard¨® en saltar. Los partidos y el Ejecutivo aut¨®nomo que lidera de manera interina Pere Aragon¨¨s (ERC) se comprometieron a que un eventual aplazamiento solo respondiera a criterios sanitarios. Incluso el viernes se repet¨ªan las acusaciones mutuas de que era el c¨¢lculo electoral el que mov¨ªa las decisiones.
Aragon¨¨s, siempre con un ojo puesto en lo que sucedi¨® en Galicia y el Pa¨ªs Vasco el a?o pasado ¡ªall¨ª tambi¨¦n se aplazaron las elecciones por la pandemia¡ª, insist¨ªa en la necesidad de llegar a un ¡°consenso¡± con el resto de partidos para intentar blindar al menos pol¨ªticamente un cambio de calendario que la ley electoral no recoge. Ese acuerdo, sin embargo, va en contra de los c¨¢lculos de unos y de otros, empezando por la propia Esquerra Republicana, que ve c¨®mo en los ¨²ltimos sondeos Junts y el PSC se le acercan.
La posici¨®n m¨¢s inc¨®moda es la de los socialistas catalanes, que desde el pasado lunes se quedaron solos defendiendo que los comicios se celebraran tal y como estaban planeados. El ministro de Sanidad y cabeza de cartel del PSC, Salvador Illa, hab¨ªa dicho que abandonar¨ªa el ministerio una vez comenzara la campa?a y ahora ve ampliado ese periodo de tiempo, con el desgaste que puede suponer y la p¨¦rdida de impacto por su reciente candidatura.
El resto de formaciones criticaron al PSC por deso¨ªr las recomendaciones epidemiol¨®gicas, pero Iceta cree que son ellos los que se equivocan en el an¨¢lisis. ¡°Ning¨²n experto solvente firma previsiones a m¨¢s de cuatro o cinco semanas vista¡±, dijo el viernes para justificar que era mejor votar antes de Semana Santa que en mayo. ¡°Sea como sea, la din¨¢mica de cambio es imparable y la victoria de Illa se producir¨¢ el 30 de mayo como se hubiera producido el 14 de febrero, si no con m¨¢s margen¡±, apostill¨® Iceta, solo dos d¨ªas despu¨¦s de que desde el Gobierno se alertara de la falta de aval legal de un cambio de fecha.
Consenso amplio
El Gobierno catal¨¢n logr¨® finalmente exhibir el viernes un consenso amplio, pero no total ¡ªalgo que s¨ª ocurri¨® en Galicia y el Pa¨ªs Vasco¡ª para lograr mover los comicios. La nueva fecha se justifica por dos razones. Primero, porque para finales de mayo se garantizar¨¢ una horquilla de vacunaci¨®n en Catalu?a de entre el 9% y 30% y unas condiciones clim¨¢ticas que dificultan la propagaci¨®n del virus. Por otro lado, se cumple con los 54 d¨ªas de plazo m¨ªnimo que fija la normativa electoral.
Pese a que la fecha ya est¨¢ recogida en el decreto que el viernes aprob¨® el Ejecutivo catal¨¢n, los comicios a¨²n no est¨¢n convocados de manera formal, algo que suceder¨¢ en abril. El PSC no cierra la puerta a recurrir judicialmente sobre un cambio de calendario que no ve como una mera modificaci¨®n de fecha, sino como ¡°un cambio en las reglas de juego¡±. Como ya ocurri¨® en el caso gallego y vasco, el Govern opta por regresar a la casilla de salida de todo el proceso electoral y, por ejemplo, se tendr¨¢n que volver a formalizar las candidaturas y actualizar el censo. El Ejecutivo quiere que se den por buenos algunos pasos, pero que se permita, por ejemplo, que se puedan presentar nuevas candidaturas. La Junta Electoral tendr¨¢ que pronunciarse sobre cu¨¢les podr¨ªan ser esos cambios.
Los comunes quer¨ªan que las elecciones se celebraran el d¨ªa 16 de mayo, pero su l¨ªder, J¨¦ssica Albiach, dijo que comparte el nuevo calendario. El PP, por su parte, no objet¨® la fecha, pero pidi¨® que se tomen las medidas necesarias para que se pueda votar el 30 de mayo. ¡°Era una aberraci¨®n celebrar las elecciones y la campa?a con las UCI abarrotadas¡±, defendi¨® el l¨ªder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa. ¡°Hay que buscar maneras de asegurarse de que la nueva fecha sea firme¡±, agreg¨® la diputada de Junts per Catalunya, Elsa Artadi.
El camino hasta un nuevo Gobierno efectivo en Catalu?a ser¨¢ largo y podr¨ªa alargarse hasta el verano. Nada garantiza que la lucha partidista no derive en un bloqueo y la necesidad de repetir las elecciones. Junts y ERC se culpan mutuamente de querer pactar con el PSC, mientras que los comunes y el PDeCAT rechazan el frente amplio que proponen los republicanos. La formaci¨®n de Carles Puigdemont insiste en que solo quieren un gobierno ¡°n¨ªtidamente independentista¡±.
Aragon¨¨s ya advierte de que este a?o los recursos destinados al coronavirus ser¨¢n equivalentes a los gastados en 2020. El Govern en funciones se ver¨¢ obligado a tirar de modificaciones de cr¨¦dito hasta terminar el mandato. La Generalitat suele preparar en septiembre las cifras para las cuentas del a?o siguiente. Para entonces, el nuevo Ejecutivo empezar¨¢ a rodar. Quedan muchos m¨¢s asuntos por desatascar: desde la renovaci¨®n de la Corporaci¨®n Catalana de Medios Audiovisuales hasta, por ejemplo, la elecci¨®n del S¨ªndic de Greuges (denominaci¨®n del defensor del pueblo de Catalu?a).