¡±Hay sanitarios con estr¨¦s postraum¨¢tico todav¨ªa¡±
Jordi Monedero, director asistencial del Hospital de Igualada, describe que hay sanitarios que han enfermado y que no tienen claro si se podr¨¢n reincorporar a su trabajo habitual
Hace ya 10 meses que la covid-19 arras¨® el hospital de Igualada (Anoia). Entonces, a¨²n no ten¨ªa nombre. Como mucho, neumon¨ªa por el nuevo coronavirus. Poco m¨¢s que eso sab¨ªan cuando entr¨® por la puerta de urgencias, pero a los 15 d¨ªas ya hab¨ªa diezmado el centro sanitario: 400 sanitarios, el 40% de la plantilla cay¨® enferma en los primeros d¨ªas.
¡°Eran enfermos y m¨¢s enfermos¡±, todos con id¨¦ntico cuadro cl¨ªnico¡±, los que entraban por las puertas de urgencias, recuerda Jordi Monedero (Burgos, 51 a?os), jefe del servicio entonces. ?l mismo se contagi¨® y a punto estuvo de ingresar en su pro...
Hace ya 10 meses que la covid-19 arras¨® el hospital de Igualada (Anoia). Entonces, a¨²n no ten¨ªa nombre. Como mucho, neumon¨ªa por el nuevo coronavirus. Poco m¨¢s que eso sab¨ªan cuando entr¨® por la puerta de urgencias, pero a los 15 d¨ªas ya hab¨ªa diezmado el centro sanitario: 400 sanitarios, el 40% de la plantilla cay¨® enferma en los primeros d¨ªas.
¡°Eran enfermos y m¨¢s enfermos¡±, todos con id¨¦ntico cuadro cl¨ªnico¡±, los que entraban por las puertas de urgencias, recuerda Jordi Monedero (Burgos, 51 a?os), jefe del servicio entonces. ?l mismo se contagi¨® y a punto estuvo de ingresar en su propio hospital. Estuvo dando positivo durante semanas, aunque entonces no se sab¨ªa que tras 15 d¨ªas de enfermedad y ya asintom¨¢tico, la carga viral es residual y el potencial de contagio, ¨ªnfimo.
Ascendido desde el pasado verano a director asistencial del hospital, Monedero rememora ahora aquellos d¨ªas ca¨®ticos y se?ala las heridas que a¨²n perduran en el centro sanitario. Y las que vendr¨¢n.
Pregunta. ?C¨®mo se ve el brote de Igualada 10 meses despu¨¦s?
Respuesta. Por el hecho de ser los primeros sufrimos todas las situaciones para las que no est¨¢bamos preparados. Las padecimos de golpe, desde el punto de vista de afectaci¨®n de profesionales y tambi¨¦n por encontrarnos enfermos muy evolucionados que aparecieron de forma abrupta.
P. ?C¨®mo recuerda esos d¨ªas?
R. Fueron d¨ªas de estar trabajando 16 o 18 horas cada d¨ªa. Teniendo que tomar decisiones muy r¨¢pidas y modificando protocolos y decisiones, sobre todo en un momento en el que el acceso a las pruebas diagn¨®sticas estaba muy limitado. Condicionaba mucho el hecho de tener pacientes que no sab¨ªas si estaban infectados o no, sin poder dar informaci¨®n a las familias... y tener la certeza de que gran parte de las gripes que hab¨ªas estado viendo no eran gripes. Hubo una clara descompensaci¨®n entre cantidad de enfermos que recib¨ªamos y la cantidad de profesionales de los que dispon¨ªamos porque muchos ca¨ªan enfermos. Nosotros ya ten¨ªamos el virus dentro del hospital.
P. ?Les sirvi¨® de algo ser los primeros?
R. No tuvimos problemas para conseguir equipos de protecci¨®n individual (EPI). Como empezamos antes, ya hab¨ªamos pedido antes e hicimos un aprovisionamiento. Hubo un momento en que estuvimos muy justos, pero no nos llegaron a faltar. Pero para otras cosas no fue nada bueno porque no sab¨ªamos c¨®mo tratarlos, por ejemplo. Contact¨¢bamos con gente de Italia para saber c¨®mo lo estaban haciendo, cog¨ªamos sus protocolos y los adapt¨¢bamos... No hab¨ªa protocolos del manejo de la enfermedad en s¨ª.
P. ?Qu¨¦ pas¨® tras la primera ola?
R. El verano fue m¨¢s tranquilo porque el n¨²mero de pacientes se mantuvo estable, pero bajo. Aprovechamos para reactivar quir¨®fanos, consultas externas y hospital de d¨ªa, que tuvimos que cerrar en la primera ola. Y en septiembre tuvimos que hacer un trabajo intenso para prepararnos para la segunda y fue un enfoque diferente: intentamos no reducir la actividad normal del hospital y tener capacidad de respuesta para todos los pacientes de la segunda ola.
P. ?C¨®mo est¨¢n ahora?
R. Muy cansados porque es una tensi¨®n sostenida. Cuando hab¨ªamos empezado a desescalar de la segunda ola, ya empezamos a ver alg¨²n indicador que no iba bien y esperamos una tercera ola cuando no hab¨ªamos terminado la segunda.
¡°Vendr¨¢ una ola de afectaci¨®n de salud mental. Ha habido muchas p¨¦rdidas¡±
P. ?Cu¨¢les han sido los efectos secundarios para los sanitarios del hospital?
R. Hay gente que ha enfermado, gente que se est¨¢ a¨²n recuperando, gente que ha fallecido y gente que no tenemos claro si se podr¨¢ reincorporar a su trabajo habitual. Nosotros en mayo iniciamos un proceso con nuestros servicios de salud mental para el abordaje y acompa?amiento a los profesionales. Se han hecho dos encuestas y seguimos teniendo gente con niveles de ansiedad elevados, estr¨¦s postraum¨¢tico. Se contrataron psic¨®logos para dar soporte a los profesionales y hay terapia grupal.
P. Al final, ?ngel, el sanitario del hospital de Igualada que estuvo 172 d¨ªas en la UCI por la covid, ha fallecido. ?C¨®mo se ha vivido eso desde dentro?
R. Mal. As¨ª como cuando sali¨® de la UCI una enfermera de urgencias se vivi¨® como una liberaci¨®n, cuando ?ngel sali¨® de la UCI y se pudo ir al Instituto Guttman [un hospital especializado en neurorehabilitaci¨®n] tambi¨¦n respiramos. Cuando falleci¨® fue un golpe duro, como un baj¨®n de ¨¢nimo otra vez para los de la UCI.
P. ?Qu¨¦ ha sido lo peor de esta pandemia?
R. En la primera ola era ver enfermos, unos detr¨¢s de otros, ahog¨¢ndose y con una cantidad de manos insuficiente para lo que te entraba por la puerta. Tener tanta gente muy grave fue muy duro y con un manejo de f¨¢rmacos limitad¨ªsimo. Era una sensaci¨®n de frustraci¨®n completa para los profesionales, una sensaci¨®n de desamparo y la incertidumbre.
¡°La vacuna significar¨¢ darle la vuelta a la pandemia¡±
P. Se habla ya de una cuarta ola, la de los pacientes que se han quedado sin atender. ?Teme esa ola?
R. Nosotros ya llevamos un tiempo previendo lo que vendr¨¢. Hemos tenido una disminuci¨®n de las primeras visitas desde atenci¨®n primaria de un 40%. Esto vendr¨¢. M¨¢s tarde o m¨¢s temprano, vendr¨¢. Y cuando pase la covid nos vendr¨¢ todo esto de golpe. Otra de las olas que vendr¨¢ es la de la afectaci¨®n en la salud mental, porque ha habido muchas p¨¦rdidas, muchas muertes y situaciones de crisis econ¨®micas que condicionar¨¢n la salud mental. Y tambi¨¦n ha habido mucha inatenci¨®n de pacientes que no han venido porque se han autolimitado y porque la accesibilidad al sistema no ha sido ¨®ptima. Vendr¨¢ despu¨¦s tambi¨¦n la patolog¨ªa no diagnosticada.
P. ?C¨®mo ha cambiado el servicio de urgencias desde que empez¨® la pandemia?
R. Era un servicio muy estructurado y si algo ha variado es la capacidad de adaptaci¨®n, la versatilidad. Hemos tenido que tener mucha capacidad de respuesta. Pero esto tambi¨¦n agobia a los profesionales porque no saben c¨®mo va a estar.
P. La vacuna est¨¢ aqu¨ª. ?Qu¨¦ significa para usted?
R. La vacuna significar¨¢ darle la vuelta a la pandemia.