La hora de la pol¨ªtica transversal
Romper los bloques es la ¨²nica manera de acabar con el empate entre soberanistas y no independentistas que se repite desde el inicio del ¡®proc¨¦s¡¯. La forma de acabar con ese embrollo es un acuerdo amplio
No hay varitas m¨¢gicas en pol¨ªtica. Desear una cosa con fuerza no la convierte en tangible. Al abrir los ojos la testaruda realidad sigue ah¨ª. Y Catalu?a sigue presentando, con pandemia y abstenci¨®n de por medio, una compleja situaci¨®n de la que solo puede salir con acuerdos transversales. El triunfo del PSC en los comicios de ayer y la p¨ªrrica victoria lograda por Esquerra Republicana en el bloque secesionista abren una puerta a la esperanza. Ni los socialistas catalanes son Ciutadans ¡ªcomo pretende la propaganda independentista¡ª ni los republicanos son puigdemontistas defensores de la...
No hay varitas m¨¢gicas en pol¨ªtica. Desear una cosa con fuerza no la convierte en tangible. Al abrir los ojos la testaruda realidad sigue ah¨ª. Y Catalu?a sigue presentando, con pandemia y abstenci¨®n de por medio, una compleja situaci¨®n de la que solo puede salir con acuerdos transversales. El triunfo del PSC en los comicios de ayer y la p¨ªrrica victoria lograda por Esquerra Republicana en el bloque secesionista abren una puerta a la esperanza. Ni los socialistas catalanes son Ciutadans ¡ªcomo pretende la propaganda independentista¡ª ni los republicanos son puigdemontistas defensores de la DUI a ultranza.
Los resultados de ayer permiten al PSC buscar complicidades para articular una mayor¨ªa, lo que fue incapaz de hacer con 36 diputados Ciutadans a pesar de su victoria en 2017. Esquerra, por su parte, podr¨ªa repetir el bloque independentista que goza de mayor¨ªa absoluta pero que ha sido incapaz de gobernar lo cotidiano en Catalu?a. En su seno hay estrategias distintas. Sin ir m¨¢s lejos y durante la campa?a, Junts per Catalunya ha reiterado por en¨¦sima vez su propuesta de declarar la independencia expr¨¦s al rebasar el 50% de los votos, aunque la participaci¨®n haya sido la m¨¢s baja jam¨¢s registrada.
As¨ª las cosas, el empate infinito entre soberanistas y no independentistas se repite una y otra vez desde el inicio del proc¨¦s. La ¨²nica forma de acabar con ese embrollo es un acuerdo transversal, capaz de romper los dos bloques que existen en Catalu?a. Anoche tanto el PSC como Esquerra reiteraron el discurso mantenido en campa?a. El frente amplio por la amnist¨ªa y la autodeterminaci¨®n que defiende ERC ¡ªcon independentistas y Comunes¡ª y el gobierno propuesto por Salvador Illa, compuesto por socialistas y En Com¨² Podem. Ambas f¨®rmulas sin enmiendas son de dif¨ªcil conformaci¨®n. La que propone en PSC no suma ni por asomo. La de ERC puede toparse con el maximalismo de Junts per Catalunya y la negativa de los Comunes a apoyarla. Todo ello en el macro-tablero de la pol¨ªtica espa?ola y de las complejas relaciones entre el Gobierno central y sus ocasionales aliados. La b¨²squeda de soluciones requiere pol¨ªtica y generosidad. Una repetici¨®n electoral no solucionar¨ªa una situaci¨®n que se perpet¨²a en cada convocatoria a las urnas con unos u otros protagonistas pero con los mismos bloques. La reforma del C¨®digo Penal en lo relativo al delito de sedici¨®n y los indultos a los presos independentistas ser¨ªan un primer pelda?o en el que m¨¢s all¨¢ de lograr un Gobierno estable en Catalu?a se busque rebajar la tensi¨®n y avanzar en el di¨¢logo, si el secesionismo no presenta como primera iniciativa inamovible la amnist¨ªa y el derecho de autodeterminaci¨®n expr¨¦s.
No ser¨¢ f¨¢cil la negociaci¨®n con una derecha espa?olista liderada en Catalu?a por Vox, por delante de unos residuales PP y Ciutadans, cuya orientaci¨®n pol¨ªtica habr¨¢ que ver si va remolque de la formaci¨®n de Abascal o si por el contrario mantienen un perfil propio. En todo caso, la irrupci¨®n de la ultraderecha garantiza una agitada legislatura. Los 11 diputados que ha obtenido Vox tienen entre sus motores la polarizaci¨®n pol¨ªtica que ha vivido Catalu?a en los diez ¨²ltimos a?os.
Desde que Artur Mas, ahora ap¨®stol de la moderaci¨®n independentista, inici¨® la carrera hacia la tierra prometida la estrategia del soberanismo se ha mantenido gracias al sentimiento, la ret¨®rica y las promesas. Y la vieja Converg¨¨ncia siempre ha conseguido arrastrar tras de s¨ª a los republicanos.
Catalu?a ha atravesado las crisis de 2008 y la derivada de la actual pandemia en una situaci¨®n de emergencia cotidiana, a las que no son ajenos los recortes gestados bajo los gobiernos de Artur Mas. El fin justificaba los medios. Nada importaba porque se trataba de alcanzar el fin superior de la independencia, que comportar¨ªa acabar con las contradicciones en el seno del pueblo y traer¨ªa la armon¨ªa gracias a ese cuerno de la abundancia que reportar¨ªa el fin del d¨¦ficit fiscal.
Pero la realidad era distinta porque la aritm¨¦tica parlamentaria impon¨ªa su ley. El mism¨ªsimo Artur Mas se comprometi¨® ante notario a no pactar con el PP y durante su primer mandato hizo lo contrario. Las grandes declaraciones, los vetos y las l¨ªneas rojas deben someterse al di¨¢logo. Las situaciones de crisis exigen negociar.