Indultos, justicia y pol¨ªtica
El aplomo con el que el Ejecutivo de Aznar compatibiliz¨® la negociaci¨®n con ETA y el indulto a Barrionuevo y Vera contrasta con el miedo cerval del Gobierno a aplicar medidas de gracia a los l¨ªderes independentistas
La revocaci¨®n del tercer grado penitenciario a los l¨ªderes independentistas es una estaci¨®n m¨¢s de este viacrucis del postproc¨¦s en el que la justicia ha tomado definitivamente la iniciativa y la pol¨ªtica est¨¢ pagando la cuenta. En diciembre del a?o pasado fue el Tribunal Supremo el que puso fin a los beneficios carcelarios de los dirigentes secesionistas presos. Ahora ha sido el juez de vigilancia penitenciaria quien reitera esa suspensi¨®n en lectura literal y rigorista del auto del Supremo. Y ello a pesar de algunos de los presos llevan casi tres a?os y medio encarcelados y han cumpli...
La revocaci¨®n del tercer grado penitenciario a los l¨ªderes independentistas es una estaci¨®n m¨¢s de este viacrucis del postproc¨¦s en el que la justicia ha tomado definitivamente la iniciativa y la pol¨ªtica est¨¢ pagando la cuenta. En diciembre del a?o pasado fue el Tribunal Supremo el que puso fin a los beneficios carcelarios de los dirigentes secesionistas presos. Ahora ha sido el juez de vigilancia penitenciaria quien reitera esa suspensi¨®n en lectura literal y rigorista del auto del Supremo. Y ello a pesar de algunos de los presos llevan casi tres a?os y medio encarcelados y han cumplido, por tanto, una cuarta parte de la pena.
Oficialmente se insiste desde el Gobierno central en que los indultos nada tienen que ver con la pol¨ªtica. Luego a?aden que es un proceso lento. Ambas afirmaciones son de dif¨ªcil sustentaci¨®n a luz de la experiencia. Por ejemplo, entre la petici¨®n de indulto para el exministro socialista de Interior Jos¨¦ Barrionuevo y su segundo, Rafael Vera, y su aprobaci¨®n apenas pasaron seis meses. Los dos cargos p¨²blicos, condenados a 10 a?os de prisi¨®n, estuvieron en r¨¦gimen penitenciario ordinario desde el 9 de septiembre al 24 de diciembre de 1998. El indulto parcial comport¨® la aplicaci¨®n efectiva del tercer grado.
Barrionuevo y Vera estaban acusados de ser los m¨¢ximos responsables del secuestro en 1983 de Segundo Marey, un ciudadano franc¨¦s hijo de un exiliado socialista, a quien confundieron con un dirigente de ETA. La acci¨®n se produjo en uno de los a?os de plomo en el Pa¨ªs Vasco, en el que el terrorismo etarra asesin¨® a 44 personas. Los autores materiales del secuestro de Marey fueron mercenarios pagados con fondos reservados, que actuaban bajo las siglas de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), una banda que tiene en su haber 27 atentados mortales.
Como hubo indulto parcial y pese de tratarse de un asunto de terrorismo, no fue necesario el arrepentimiento. Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, entonces fiscal del Supremo, no apreci¨® en los condenados razones que justificaran la medida de gracia. En concreto, no pod¨ªa inferirse ¡°la existencia de arrepentimiento¡±. Al entrar en la c¨¢rcel, Barrionuevo y Vera fueron acompa?ados por unos 5.000 socialistas, entre los que destacaban Felipe Gonz¨¢lez, Joaqu¨ªn Almunia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Josep Borrell. Los gritos de ¡°?inocentes, inocentes!¡± y afirmaciones en voz alta de ¡°nos est¨¢n metiendo en la c¨¢rcel como antes¡± eran las consignas m¨¢s comunes entre los concentrados.
Es cierto que la derecha hab¨ªa hecho casus belli del terrorismo de Estado para erosionar y echar a los socialistas del poder. Pero una vez alcanzado el Gobierno, en 1996, el PP no tuvo reparos en dar luz verde a un indulto que este mismo diario consider¨® editorialmente ¡°una decisi¨®n centrada¡± y una opci¨®n por el di¨¢logo y no por el enfrentamiento. Quiz¨¢s esa medida pol¨ªtica estaba destinada a compensar el acercamiento entre 1998 y 1999 de 120 presos de ETA al Pa¨ªs Vasco y el retorno a Espa?a de mas de 300 personas, algunas vinculadas a la organizaci¨®n terrorista y relacionadas con delitos de sangre. ¡°Ahora lo que toca es la paz (¡) Queremos que la paz que se construya sea habitable, no para la mitad de los vascos sino para todos ellos (¡) Apuesto por el di¨¢logo y la responsabilidad compartida¡±. Esas palabras salieron de boca de Aznar el 26 de septiembre de 1998, en San Sebasti¨¢n, diez d¨ªas despu¨¦s de que ETA ¡ªa quien el Gobierno de derechas llamaba Movimiento Vasco de Liberaci¨®n Nacional¡ª anunciara una tregua en su actividad armada.
El Ejecutivo de Aznar hizo pol¨ªtica y compatibiliz¨® sin complejos la negociaci¨®n con ETA y los indultos a Barrionuevo y Vera. Ahora, sin terrorismo de por medio, el PP anatemiza a los socialistas por dialogar con el independentismo. El PSOE exhibe un miedo cerval a aplicar medidas de gracia a los l¨ªderes secesionistas, que si bien es cierto que han vulnerado la legalidad tambi¨¦n lo es que han encabezado movilizaciones mayoritariamente pac¨ªficas. La victoria en las recientes elecciones catalanas de las posiciones m¨¢s dialogantes en los bloques ¡ªERC, en el independentista, y PSC, en el constitucionalista¡ª predispone el terreno pol¨ªtico para aplicar una medida de gracia que contribuir¨ªa a desactivar el frentismo. De la falta de valent¨ªa nacer¨¢ probablemente un gobierno independentista entre Junts per Catalunya y Esquerra, condenado ¡ªcomo adelantaba el veterano republicano Joan Tard¨¤¡ª a repetir la historia y a ser ¡°un fracaso y un Vietnam diario¡± para todos los catalanes. De momento todo sigue el guion: Laura Borr¨¤s ¡ªimputada por corrupci¨®n, pero independentista¡ª preside el Parlament y Esquerra y la CUP se comen el marr¨®n. Nada es seguro, pero para obtener resultados distintos hay que dejar de hacer las mismas cosas.