Johan Cruyff, el inmortal
¡°Invocarle supone volar, porque ¨¦l volaba como jugador y hacia volar al equipo como entrenador¡±
El d¨ªa que Johan Cruyff cumpli¨® 50 a?os qued¨® tan asombrado por la atenci¨®n recibida que proclam¨®: ¡°En cierto modo, probablemente soy inmortal¡±, una frase ocurrente, propia de su particular argot y que figura tambi¨¦n como presentaci¨®n de la biograf¨ªa de Auke Kok, Johan Cruyff, siempre al ataque, reci¨¦n publicada en espa?ol por...
El d¨ªa que Johan Cruyff cumpli¨® 50 a?os qued¨® tan asombrado por la atenci¨®n recibida que proclam¨®: ¡°En cierto modo, probablemente soy inmortal¡±, una frase ocurrente, propia de su particular argot y que figura tambi¨¦n como presentaci¨®n de la biograf¨ªa de Auke Kok, Johan Cruyff, siempre al ataque, reci¨¦n publicada en espa?ol por la editorial GeoPlaneta.
Aquel 25 de abril de 1997, y tambi¨¦n antes o despu¨¦s, se publicaron varias entrevistas de Cruyff. A EL PA?S le atendi¨® en su domicilio de Barcelona: ¡°Crees que el bar¨®metro de la popularidad bajar¨¢, pero es al rev¨¦s. Ahora, la gente solo se acuerda de lo mejor. Tambi¨¦n es l¨®gico: no hay, por decirlo de alguna forma, ni rivales ni contrarios. Nadie te juzga por fallar un gol. Ahora, con la edad, lo veo clar¨ªsimo: no cambio el calor de la gente por una medalla o por un t¨ªtulo¡±, reflexionaba Cruyff en una charla compartida con ?ngels Pi?ol.
Hay dos fechas que la memoria futbol¨ªstica se?ala cuando se abre el calendario anual, ambas inexcusables para venerar a Cruyff: el d¨ªa de su nacimiento, 25 de abril 1947, y el de su fallecimiento, el 24 marzo 2016. Nada nuevo respecto a los referentes de las distintas disciplinas deportivas, o si se quiere incluso art¨ªsticas, sino fuera porque a mitad de camino cada vez que se para la pelota hay un motivo para hablar de Cruyff. Un asunto que entusiasma a sus fieles, una legi¨®n desde que los descre¨ªdos se extinguieron, v¨ªctimas del apodo que le dedicaron: El Profeta.
Los futbolistas se pasan el bal¨®n y la palabra para honrar a Cruyff. Los m¨¢s elogiosos son iconos mundiales como Marco Van Basten, que ha publicado tambi¨¦n un libro sobre su carrera con el t¨ªtulo Basta (Univers / Llibres del Kultrum). ¡°Es fundamental, era mi ¨ªdolo, mi consejero y la persona que m¨¢s ha influido en el f¨²tbol actual¡±, escribe Van Basten. Habla, naturalmente, de Cruyff. El t¨¦cnico ten¨ªa debilidad obviamente por los delanteros centro y sobre todo por Van Basten y Dennis Bergkam, al que no pudo fichar para el Bar?a porque ¡°prefiri¨® el dinero al juego¡± ¡ªpalabra del t¨¦cnico¡ª cuando eligi¨® el Inter. Cruyff pens¨® tambi¨¦n en Van Basten para ocupar el banquillo del Camp Nou. Al final, sin embargo, se decidi¨® por el que fue una de sus grandes debilidades: Pep Guardiola.
No hay en el mundo un cruyffista m¨¢s radical que el t¨¦cnico del Manchester City despu¨¦s de dirigir seguramente al mejor equipo de la historia del Bar?a. Guardiola ha dado forma y m¨¦todo al genio e instinto de Cruyff, una vez metabolizada su idea de juego, sin que todav¨ªa se haya desarrollado la auditor¨ªa creativa propuesta por Ferran Adri¨¤ en la l¨ªnea de su Bullipedia. El suyo es un manual que no se puede imprimir ni editar sino que se propaga de manera tan universal como el mismo reglamento de f¨²tbol y por tanto cada uno interpreta a su gusto, pocos de forma tan respetuosa como Guardiola. ¡°De alguna forma u otra, todos somos sus seguidores: entrenadores, directores, t¨¦cnicos, comentaristas¡±, opina el entrenador de Santpedor. ¡°Tengo una foto suya en casa, otra en mi despacho y una tercera en el campo¡±, insiste. ¡°Aunque no es una presencia recurrente, cada vez que afronto una situaci¨®n complicada, sobre todo de gesti¨®n de vestuario, me pregunto qu¨¦ habr¨ªa hecho Johan¡±.
A partir de la figura de Guardiola, el cruyffismo se ha extendido en la Bundesliga, despu¨¦s de su paso por el Bayern M¨²nich, y en la Premier desde el Etihad Stadium. La llama sigue igualmente prendida en los Pa¨ªses Bajos desde el pebetero del Ajax. El periodista Simon Kuper, una celebridad en el an¨¢lisis sociol¨®gico y econ¨®mico del f¨²tbol, subraya: ¡°Alcanza con ver jugar a De Jong para saber que Cruyff es el padre del f¨²tbol holand¨¦s y que las mejores versiones de los equipos m¨¢s laureados ¨²ltimamente, como el Bayern, Liverpool o City, est¨¢n inspiradas de alguna manera en el f¨²tbol moderno inventado por Cruyff. Muchos de los elementos considerados revolucionarios en tiempos del f¨²tbol total, el de los a?os setenta con el Ajax y la selecci¨®n Oranje y desarrollados despu¨¦s en el Bar?a, se han convertido hoy en lugares comunes del juego: la presi¨®n, la relaci¨®n espacio-tiempo, los tri¨¢ngulos o el juego con los pies de los porteros¡±, remata Kuper.
A veces, sin embargo, la evoluci¨®n deriv¨® en involuci¨®n y, ante la incertidumbre, se impone discutir sobre el libro de estilo, como pasa en el Bar?a. Ronald Koeman ocupa hoy el banquillo, ha regresado Joan Laporta a la presidencia, a Jordi Cruyff se le espera pronto y Johan vuelve a estar en todos los rincones del Camp Nou. Laporta afirm¨® en la inauguraci¨®n del Cruyff Court apadrinado por Jordi Alba: ¡°Nunca habr¨ªa podido ser presidente sin Johan. No solo me ha ayudado sino que me ha ense?ado una forma de vida. Iniciamos una nueva etapa y si resulta exitosa ser¨¢ gracias a ¨¦l¡±, insisti¨® el presidente del Bar?a.
El mandatario azulgrana, que se define como ¡°desacomplejadamente cruyffista¡±, cita a su ide¨®logo en los actos solemnes, como el de su toma de posesi¨®n, despu¨¦s de lucir el n¨²mero 14 en una mascarilla naranja en la celebraci¨®n del triunfo electoral del 7-M. ¡°Solo Dios sabe lo que ha costado llegar hasta aqu¨ª¡±, insisti¨® Laporta despu¨¦s de repetir la frase que pronunci¨® Cruyff en el homenaje al dream team en 1999.
Invocar a Cruyff supone volar, una aventura tan desafiante como posible, porque volaba cuando jugaba, volaba el equipo cuando era su entrenador y volaba un club con tendencia al cainismo, demasiado acomplejado. ¡°El f¨²tbol se mira con los ojos de Cruyff¡±, sentenci¨® Romario para explicar el impacto que ha tenido respecto a Pel¨¦, Di St¨¦fano o Maradona. Tan certero como Romario es Sergi P¨¤mies, el periodista y escritor que mejor diagnostica sobre la salud del Bar?a: ¡°Para suerte de la historia del f¨²tbol y del Bar?a, Cruyff no se puede explicar ni ecu¨¢nime ni objetivamente¡± public¨® P¨¤mies el lunes en La Vanguardia.
Hay que seguir el consejo de P¨¤mies para leer a Kok. A partir de unos 160 testimonios, el libro ayuda a entender la personalidad de Cruyff. La suya fue una vida condicionada por el amor a su padre, convencido de que su hijo trascender¨ªa en el f¨²tbol, y la protecci¨®n a su madre, que le instaba a controlarlo todo, consejo que sigui¨® al pie de la letra. Cruyff era un manojo de nervios, aquejado de ataques de migra?a, al que se le daban bien las matem¨¢ticas y el comercio, r¨¢pido e ingenioso en la toma de decisiones y acostumbrado a vivir en conflicto, a veces col¨¦rico y siempre generoso, como se plasma en su fundaci¨®n.
Aunque hay mucha literatura sobre Cruyff, nadie podr¨¢ escribir un libro que sea fiel a su idioma, espont¨¢neo e inteligible mundialmente, una raz¨®n de peso que le eximi¨® de hablar en catal¨¢n pues tampoco se expresaba bien en castellano ni en ingl¨¦s, ni siquiera en holand¨¦s a juicio de sus compatriotas. Ten¨ªa un poder de seducci¨®n y de convicci¨®n ¨²nicos, capaz de confesar que los catalanes no sab¨ªan tomar decisiones y que por tanto ¨¦l las tomaba por ellos. Cruyff fascinaba en vida y desde que es inmortal se le asocia al ¨¦xito, sobre todo en el Bar?a, un club necesitado m¨¢s que nunca de su impronta para remontar el vuelo desde el Camp Nou.