Segundas oportunidades
La pelota est¨¢ en el campo del PSC y, sobre todo, de ERC, que puede revalidar la mayor¨ªa de la Mesa actual o mover ficha, explorando f¨®rmulas con las que, hasta ahora, simplemente no se ha atrevido
Hace unos pocos d¨ªas, en una entrevista para un medio de clara l¨ªnea editorial independentista, el jurista Jaume Alonso-Cuevillas, uno de los abogados defensores de Puigdemont, diputado de Junts y reci¨¦n elegido secretario segundo de la Mesa del Parlament de Catalu?a, declaraba que no era partidario de tramitar resoluciones controvertidas sobre el Rey o la autodeterminaci¨®n, ya que pod¨ªan acarrear inhabilitaciones para los miembros de la Mesa. A las pocas horas ¡ªaunque este publicara un escrito en que matizaba sus palabras¡ª y despu¨¦s de un intenso fogueo en las redes en que se le acusaba de ti...
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Hace unos pocos d¨ªas, en una entrevista para un medio de clara l¨ªnea editorial independentista, el jurista Jaume Alonso-Cuevillas, uno de los abogados defensores de Puigdemont, diputado de Junts y reci¨¦n elegido secretario segundo de la Mesa del Parlament de Catalu?a, declaraba que no era partidario de tramitar resoluciones controvertidas sobre el Rey o la autodeterminaci¨®n, ya que pod¨ªan acarrear inhabilitaciones para los miembros de la Mesa. A las pocas horas ¡ªaunque este publicara un escrito en que matizaba sus palabras¡ª y despu¨¦s de un intenso fogueo en las redes en que se le acusaba de tibieza y en el cual ha participado con especial sa?a el exvicepresidente Josep Costa, la direcci¨®n del partido lo arrinconaba del cargo y la propia presidenta suger¨ªa el nombre de Aurora Madaula ¡ªal centro tambi¨¦n de pol¨¦micas por un tuit en que expresaba ¡°rabia¡± porque Salvador Illa utiliz¨® el castellano en sus intervenciones en la C¨¢mara catalana¡ª para sustituirlo, obviando que la elecci¨®n de los miembros de la Mesa la hace el pleno del Parlament.
El episodio, lejos de estar cerrado a¨²n, de momento ha evidenciado unas cuantas cosas.
La primera es que los elementos de pragmatismo y apego a la realidad parecen actuar como kryptonita para el partido de Puigdemont. El jurista dice algo obvio, incluso desde la perspectiva del independentismo m¨¢s convencido: es todo menos inteligente hacerse inhabilitar y, por lo tanto, perder efectivos para hacer pol¨ªtica para algo que es ¨²nicamente simb¨®lico. A no ser que el ¨²nico plan que tengas sea producir simbolismo, no acci¨®n pol¨ªtica. Quiz¨¢s, sin darse cuenta del alcance de sus palabras, lo que est¨¢ pasando con las declaraciones de Cuevillas ha explicado m¨¢s y mejor las intenciones de Junts que muchos an¨¢lisis sesudos.
La tormenta desatada por Jaume Alonso-Cuevillas ha destapado el sectarismo del funcionamiento de JuntsLa tormenta desatada por Jaume Alonso-Cuevillas ha destapado el sectarismo del funcionamiento de Junts
En segundo lugar, ha vuelto a evidenciar ¡ªdespu¨¦s de la pol¨¦mica destituci¨®n del letrado Muro hace unos d¨ªas¡ª el d¨¦bil sentido de las instituciones que tiene la presidencia del Parlament actual. Cuesta pensar que Laura Borr¨¤s no tenga conocimiento del reglamento, as¨ª que la decisi¨®n de proponer sin consensuar con nadie la figura de Madaula solo se puede atribuir a una concepci¨®n muy partidista de las instituciones. La decisi¨®n en torno a una funci¨®n clave como es la membres¨ªa en la Mesa del Parlament es ¡ªy tendr¨ªa que serlo a¨²n m¨¢s en una situaci¨®n de polarizaci¨®n como la que est¨¢ viviendo el sistema pol¨ªtico e institucional catal¨¢n¡ª el resultado de un pacto y de un consenso lo m¨¢s inclusivo posible.
En tercer lugar, el afer Cuevillas ha destapado a la vez la inseguridad y el sectarismo del funcionamiento de Junts. El cese fulminante del jurista de sus funciones pocos d¨ªas despu¨¦s de su nombramiento es una se?al de debilidad, no de fuerza. O, como m¨ªnimo, de desorientaci¨®n.
La cuesti¨®n ense?a las tripas de las armas con las que los de Puigdemont quieren chantajear a EsquerraLa cuesti¨®n ense?a las tripas de las armas con las que los de Puigdemont quieren chantajear a Esquerra
Finalmente, toda la cuesti¨®n ha ense?ado todas las tripas de las armas con las que los de Puigdemont quieren (y hasta ahora lo han conseguido) chantajear a Esquerra Republicana para que esta acepte un papel subordinado en el acuerdo que ¡ªal menos te¨®ricamente¡ª est¨¢n empe?ados en firmar. La amenaza de tibieza patri¨®tica, de traici¨®n al ¡°esp¨ªritu del 1 de octubre¡± (sin saber exactamente qu¨¦ quiere decir), ha animado el vodevil sobre el papel del Consejo por la Rep¨²blica de los d¨ªas pasados y ahora motiva el gesto inconsulto del arrinconamiento de Cuevillas. ?Funcionar¨¢ otra vez?
Porque, en definitiva, lo positivo de la tormenta desatada por las declaraciones de Cuevillas es que proporciona una segunda oportunidad a los representantes de la ciudadan¨ªa catalana de contribuir a frenar la degradaci¨®n de las instituciones, que es cada vez m¨¢s intensa. Se perdi¨® el tren hace unas semanas, al pactarse la presidencia de Laura Borr¨¤s y de una Mesa que no refleja adecuadamente la diversidad de posiciones en la C¨¢mara. Los Comunes han anunciado que presentar¨¢n una candidatura, y el pleno ser¨¢ qui¨¦n tenga que decidir. La pelota est¨¢ en el campo del PSC y, sobre todo, de ERC, que puede revalidar la mayor¨ªa de la Mesa actual o mover ficha, explorando f¨®rmulas con las que, hasta ahora, simplemente no se ha atrevido. La elecci¨®n de un miembro de la Mesa no independentista, en este caso con una mayor¨ªa de izquierdas transversal a los bloques que han congelado y congelan la pol¨ªtica catalana, y la condenan a la decadencia m¨¢s absoluta, ser¨ªa una se?al poderosa, liberadora y de esperanza, incluso m¨¢s all¨¢ de la mayor¨ªa de Gobierno que finalmente se acabe configurando. El tren, de manera inesperada, vuelve a pasar. Esta vez ser¨ªa cuesti¨®n de no perderlo.