Catalu?a se escapa a Andorra
Miles de catalanes aprovechan la libre circulaci¨®n con el pa¨ªs pirenaico para huir del confinamiento comarcal durante el fin de semana
?lex, Oriol y Pol sienten que est¨¢n de vacaciones mientras toman cerveza bajo un sol agradable en la avenida Meritxell, la principal v¨ªa comercial de Andorra la Vella. Llegaron el viernes y se ir¨¢n el domingo aprovechando la posibilidad de viajar al pa¨ªs pirenaico a pesar del confinamiento comarcal en Catalu?a. Espa?a y Andorra han habilitado la libre circulaci¨®n entre pa¨ªses siempre que se respeten las restricciones de...
?lex, Oriol y Pol sienten que est¨¢n de vacaciones mientras toman cerveza bajo un sol agradable en la avenida Meritxell, la principal v¨ªa comercial de Andorra la Vella. Llegaron el viernes y se ir¨¢n el domingo aprovechando la posibilidad de viajar al pa¨ªs pirenaico a pesar del confinamiento comarcal en Catalu?a. Espa?a y Andorra han habilitado la libre circulaci¨®n entre pa¨ªses siempre que se respeten las restricciones de destino. Desde el pasado 8 de febrero, Andorra estaba asimilada con la comarca del Alt Urgell (Lleida), con lo que se permit¨ªa la movilidad entre los dos territorios. Pero cuando se levant¨® el confinamiento comarcal, el pasado 15 de marzo, la Generalitat vet¨® la movilidad con Andorra. Desde entonces, las autoridades andorranas han mantenido distintas reuniones, tanto con la Generalitat como con el Gobierno central para recuperar los desplazamientos.
¡°Es surrealista poder ir a Andorra y no a Matar¨®, donde tengo la segunda residencia¡±, se queja Oriol. Hac¨ªa tiempo, dicen, que no sal¨ªan juntos de Barcelona y ya tienen planes para esta noche. ¡°Iremos a ver la final de la Copa del Rey en un bar¡±, avanzan los j¨®venes, de 27 y 28 a?os. ¡°?Sabes cu¨¢nto tiempo hace que no podemos hacerlo?¡±.
Ahora la vida en Andorra es diferente que en Catalu?a. Los bares est¨¢n abiertos por la noche y no existe el toque de queda. ¡°Conozco a gente de aqu¨ª, y alucinan con las restricciones que tenemos en Catalu?a¡±, a?ade Pol. ¡°Ya es hora de levantar los confinamientos¡±. Los propios miembros de la Polic¨ªa Nacional que trabajan en la frontera admiten la dificultad de explicar la norma a los ciudadanos. ¡°Es una situaci¨®n un poco rara¡±, admite una agente en una garita, ¡°pero es l¨®gico que la gente venga hasta aqu¨ª si la ley lo permite. La gente tiene ganas de salir, y nosotros no podemos impedirlo¡±.
Gabriel y Maria llegaron el viernes a la capital andorrana procedentes de Lloren? del Pened¨¨s (Baix Pened¨¨s). ¡°Es la primera escapada que hacemos en un a?o¡±, aseguran. ¡°Nos hemos portado muy bien¡±. Pasean con calma por las calles, menos pobladas que en otras ocasiones. ¡°En comparaci¨®n con otros a?os, se nota que hay menos gente¡±. La pareja dej¨® en Catalu?a a sus tres hijos y la visita a los Pirineos se presenta como un respiro. ¡°Vivimos a pocos kil¨®metros del l¨ªmite perimetral de comarca, y no podemos hacer casi nada. Pero si se puede venir a Andorra, pues los aprovechamos¡±, defienden.
Los comerciantes de Andorra la Vella agradecen la llegada de extranjeros. Admiten que el pa¨ªs vive del turismo, y que la pandemia ha impactado de golpe en la econom¨ªa del pa¨ªs y en sus bolsillos. La entrada de turistas que al menos pernocta una noche ha ca¨ªdo un 61% en el ¨²ltimo a?o, y se espera una reducci¨®n del PIB del 11,7%, seg¨²n asegur¨® en febrero el ministro de Finanzas andorrano, Eric Jover. Las estaciones de esqu¨ª, uno de los sectores m¨¢s afectados por la pandemia, pidieron al gobierno andorrano 19 millones para paliar los d¨¦ficits de la temporada.
Los turistas han ca¨ªdo un 61% en el ¨²ltimo a?o en Andorra y se espera una reducci¨®n del PIB del 11,7%
¡°La gente sigue en ERTE, y muchos comercios no han vuelto a abrir¡±, explica Concha, dependienta de un outlet de ropa. En la tienda las ofertas se acumulan, pero las ventas escasean. ¡°Antes de la pandemia, esto estaba lleno de gente¡±, asegura. ¡°Ahora, con la apertura de las frontera con Catalu?a, se nota un poco el aumento de los clientes, pero no tiene ni punto de comparaci¨®n con los buenos tiempos¡±. Puestos a pedir, Concha pide que vengan m¨¢s catalanes que franceses porque son m¨¢s conscientes del uso de la mascarilla. ¡°A los franceses les tenemos que perseguir por la tienda para que se la pongan. Parece que les cuesta¡±, r¨ªe.
Joan Maria y Emilia se hospedan en un hotel de la ciudad con su hija Neus . Volver¨¢n a Barcelona el domingo. ?l trabaja, y ella est¨¢ jubilada. En su bolso, explica la mujer, lleva los documentos de autorresponsabilidad, y en todo el trayecto desde Barcelona no pararon en otras comarcas para cumplir con la normativa. ¡°Somos muy obedientes¡±, bromea Emilia. Siempre que pod¨ªan, dicen, sal¨ªan de Barcelona, pero la pandemia les limit¨®. Cuando Espa?a y Andorra abrieron sus fronteras, no se lo pensaron. ¡°Los catalanes vamos a Andorra como los franceses iban a Madrid¡±, ejemplifican, ¡°ahora somos un poco franceses¡±.
¡°Muchos catalanes preguntan si pueden venir, porque no lo tienen claro y el Govern les pide que no vengan¡±, explica la recepcionista de un hotel
En los hoteles los tel¨¦fonos no dejan de sonar. ¡°Muchos catalanes preguntan si pueden venir, porque no lo tienen claro¡±, explica la recepcionista del hotel Andorra Center. ¡°Necesitan la reserva del hotel para justificar su desplazamiento, pero dudan porque la propia Generalitat pide que no vengan¡±, dice, mientras busca la portada de ayer del Diari d¡¯Andorra, que muestra la petici¨®n del consejero del Interior, Miquel S¨¤mper, a los catalanes: ¡°Pedimos a la gente que no se desplace a Andorra¡± reclam¨® el consejero viernes.
La demanda no tuvo un gran efecto. La actividad en la aduana es constante y las colas de entrada alcanzaron los tres kil¨®metros el viernes por la tarde y el s¨¢bado al mediod¨ªa. ¡°El fin de semana pasado ya se not¨® un aumento considerable de la gente que subi¨®, y en este vamos por el mismo camino¡±, explica la agente policial. Las colas, sin embargo, no alcanzan las de otras temporadas, cuando se registraban hasta 14 kil¨®metros de retenciones.
La apertura de fronteras tambi¨¦n facilita que los catalanes residentes en Andorra reciban a sus familiares. ¡°En los pr¨®ximos d¨ªas vendr¨¢n mis padres¡±, asegura Laura Fons, una maestra de 34 a?os de Barcelona que trabaja en la capital andorrana. Al principio de la relaci¨®n con su compa?ero, ¨¦l viv¨ªa en Andorra, y ella en la capital catalana. Iban y ven¨ªan los fines de semana, hasta que Laura se mud¨® definitivamente. ¡°Con las restricciones actuales, no lo habr¨ªamos podido hacer, y quiz¨¢s no habr¨ªa nacido nuestro hijo¡±, fantasea. ¡°Ahora, si mis padres se escapan pronto, podr¨¢n visitar a su nieto, que lo echan de menos¡±.