El autoconsumo de electricidad se cuadriplica durante la pandemia

Contin¨²an en niveles bajos, pero las instalaciones de placas fotovoltaicas para autoconsumo energ¨¦tico han tomado velocidad de crucero en Catalu?a. En los primeros tres meses del a?o se han activado en tejados y cubiertas m¨¢s (2.304) que en todo 2019. Y se han superado por primera vez las 10.000, tras multiplicarse por cuatro los paneles existentes antes de la pandemia. La crisis sanitaria y un mayor uso del hogar han influido e...

Contin¨²an en niveles bajos, pero las instalaciones de placas fotovoltaicas para autoconsumo energ¨¦tico han tomado velocidad de crucero en Catalu?a. En los primeros tres meses del a?o se han activado en tejados y cubiertas m¨¢s (2.304) que en todo 2019. Y se han superado por primera vez las 10.000, tras multiplicarse por cuatro los paneles existentes antes de la pandemia. La crisis sanitaria y un mayor uso del hogar han influido en el esperado boom del autoconsumo. Pero lo que est¨¢ realmente detr¨¢s de ese impulso es la desaparici¨®n del llamado impuesto al sol y la simplificaci¨®n de su puesta en marcha.

La tecnolog¨ªa de las placas fotovoltaicas se ha abaratado y la poblaci¨®n est¨¢ perdiendo el miedo a instalarlas. Son dos elementos que explican, adem¨¢s de la derogaci¨®n en 2018 de los peajes y otros cargos que encarec¨ªan tener placas fotovoltaicas en casa ¡ªel denominado impuesto al sol¡ª, la forma como se ha disparado este concepto de autoabastecimiento el¨¦ctrico. Para ver su despegue no hace falta mirar tanto los tejados de edificios, donde todav¨ªa contin¨²a siendo residual, como la creciente oferta de paneles de energ¨ªa solar en grandes cadenas de distribuci¨®n como Ikea, El Corte Ingl¨¦s, Fnac o Leroy Merlin, convencidos del negocio que lleva detr¨¢s y de que el mercado est¨¢ suficientemente maduro como para participar en ¨¦l a gran escala.

¡°Vamos de cr¨¢neo para dar respuesta a todos los que nos piden asesoramiento. Tenemos un reto de divulgar, porque se est¨¢ poniendo de moda y las empresas est¨¢n entrando con fuerza¡±, explica Manel Sastre, miembro del equipo de autoproducci¨®n de Som Energia. La cooperativa comercializadora de energ¨ªa es, sin duda, la l¨ªder del sector en Catalu?a. Est¨¢ detr¨¢s de 1.734 instalaciones fotovoltaicas, el equivalente al 16% del parque total. Con el objetivo de abaratar el precio de entrada a los paneles fotovoltaicos ha impulsado en los ¨²ltimos a?os 15 compras masivas, acotadas por territorio. La ¨²ltima, en Tarragona, se tuvo que cerrar en apenas dos semanas con 111 personas inscritas.

En el ¨²ltimo a?o y medio la escalada ha sido continua. Cada trimestre que pasa se instalan m¨¢s paneles que el anterior, si bien la potencia total instalada es todav¨ªa residual. Al cierre de marzo supon¨ªa 100,3 megavatios (MW) de potencia instalada, seg¨²n los datos de Instituto Catal¨¢n de Energ¨ªa (ICAEN), que pone de manifiesto que la mitad de esa potencia corresponde a instalaciones de m¨¢s de 25 kilovatios, m¨¢s asociadas al sector industrial y de los servicios. El 75% de las instalaciones, con una potencia inferior a los 5 kilovatios, s¨ª se destinar¨ªa a consumo dom¨¦stico.

En el c¨®mputo global, esos 100 MW son una cifra irrisoria. Catalu?a deber¨ªa alcanzar en 2030 los 36.000 megavatios de energ¨ªa fotovoltaica, de los que en torno a un 40% deber¨ªa estar en cubiertas de edificios (aunque no todo tiene por qu¨¦ ser autoconsumo).

Las estad¨ªsticas muestran c¨®mo la potencia instalada por cada nuevo registro administrativo es menor, lo que supone que cada vez hay m¨¢s instalaciones para residencias unifamiliares. Es una buena noticia a medias, porque implica mayor concienciaci¨®n social, pero tambi¨¦n muestra que esta apuesta de energ¨ªa el¨¦ctrica de proximidad no acaba de calar en las comunidades de propietarios.

Barcelona, pese a ser la gran ciudad catalana, es la segunda por instalaci¨®n de paneles (453). Le supera Sant Cugat del Vall¨¨s (583) y le siguen otras ciudades medianas como Sabadell y Terrassa. Pero cuando el an¨¢lisis se realiza referenciado a instalaciones por cada 1.000 habitantes, destacan municipios m¨¢s peque?os como Santa Eul¨¤lia de Ron?ana, Alella, Vallirana o Tiana, poblaciones con gran proporci¨®n de casas unifamiliares y mayor capacidad de renta. El caso de Sant Cugat se explica por la buena acogida que ha tenido la desgravaci¨®n del impuesto de bienes inmuebles (IBI) habilitada por el ayuntamiento.

Manel Romero, representante de la Uni¨®n Espa?ola Fotovoltaica en Catalu?a (UnefCat), considera que tiene l¨®gica ese cribado econ¨®mico, al tener que asumir inversiones que pueden arrancar desde los 4.000 y los 5.000 euros. ¡°Empezaron las empresas y ahora les est¨¢n siguiendo los ciudadanos, pero los m¨¢s concienciados. A la par que se pierde el temor a la tecnolog¨ªa, la apuesta se va extendiendo como una mancha de aceite¡±, se?ala este directivo de la empresa SUD Renovables.

¡°En Espa?a tenemos 1.700 horas al sol y, en cambio, en Bruselas hay m¨¢s instalaciones fotovoltaicas que en toda Espa?a¡±, contextualiza sobre la actual situaci¨®n Carlota Pi, fundadora y presidenta ejecutiva de Holaluz, una joven empresa que ha lanzado una agresiva campa?a, acompa?ada de anuncios televisivos, para instalar placas fotovoltaicas en cubiertas y tejados sin necesidad de inversi¨®n inicial.

Su negocio se basa en cubrir ese gasto inicial y a cambio convertirse en la comercializadora de ese hogar, vendiendo adem¨¢s el excedente de energ¨ªa de esas instalaciones que se acaba vertiendo a la red el¨¦ctrica. El resultado es que en la factura mensual se balancea el coste de la inversi¨®n de la instalaci¨®n y los beneficios del autoconsumo, en un modelo que mezcla operaciones financieras y las vinculadas a la gesti¨®n de los paneles. ¡°Es como si vendi¨¦ramos un tel¨¦fono m¨®vil vinculado a una l¨ªnea telef¨®nica, pero en el sector de la electricidad¡±, explica Pi, quien ve el sol como un nuevo activo para Espa?a como ya lo fue en su momento para impulsar el turismo.