El retorno de Francesc Tosquelles
Tras la Guerra Civil espa?ola (1936-1939), el psiquiatra catal¨¢n logr¨® en el exilio franc¨¦s poner los cimientos de la psicoterapia institucional. Un libro rescata con amplitud su trayectoria y legado
Vuelve por fin el psiquiatra Francesc Tosquelles (Reus, 1912 - Granges d¡¯?lt, 1994), inspirador en tierras francesas de la psicoterapia institucional, referente y est¨ªmulo necesarios en el campo de la salud mental de car¨¢cter p¨²blico. Curar les institucions (Arc¨¤dia) es el resultado de la ingente investigaci¨®n de Joana Mas¨®, que acerca al lector interesado, sea profesional o no, a su figura y legado. Un repaso desde los a?os de la rep¨²blica, la guerra, el exilio y de todo un mundo escamoteado entre nosotros mucho m¨¢s que en Francia, aunque tambi¨¦n all¨ª el doctor Tosquelles est¨¢ por asir...
Vuelve por fin el psiquiatra Francesc Tosquelles (Reus, 1912 - Granges d¡¯?lt, 1994), inspirador en tierras francesas de la psicoterapia institucional, referente y est¨ªmulo necesarios en el campo de la salud mental de car¨¢cter p¨²blico. Curar les institucions (Arc¨¤dia) es el resultado de la ingente investigaci¨®n de Joana Mas¨®, que acerca al lector interesado, sea profesional o no, a su figura y legado. Un repaso desde los a?os de la rep¨²blica, la guerra, el exilio y de todo un mundo escamoteado entre nosotros mucho m¨¢s que en Francia, aunque tambi¨¦n all¨ª el doctor Tosquelles est¨¢ por asir a fondo. Algo que contribuir¨¢ a remediar la inminente edici¨®n francesa de este libro.
Tosquelles se propuso, ya en los a?os treinta del siglo pasado, hacer lo necesario para curar a las mismas instituciones psiqui¨¢tricas, un empe?o que hoy podr¨ªa trascender al mundo institucional de conjunto. Nunca le interes¨® el psicoan¨¢lisis privado, lo que se propuso fue psicoanalizar al hospital y en gran manera lo logr¨®, al menos durante sus a?os en Saint-Alban. Una de sus apuestas fue rehuir a menudo la titulitis para escoger a los cuidadores de los pacientes, y apostar por quienes proven¨ªan de oficios con experiencia de trato humano. Lo hab¨ªa comprobado en la guerra de l936. En un conflicto armado se puede experimentar mucho, sol¨ªa decir, y es lo que hizo, que los soldados enloquecidos no fueran trasladados sino que se pudieran rehacer en el mismo lugar del trauma. Contrat¨® a prostitutas y las hizo enfermeras, y le sali¨® bien. Claro que una guerra es una situaci¨®n extrema y claro que hoy las normativas para acceder a estos oficios m¨¦dicos no son precisamente tosquellianas, pero algo de su experiencia terap¨¦utica seguramente sigue siendo ¨®ptimo. Extrapolarlo a todo tipo de instituciones no ser¨ªa insensato. La pandemia supura.
Hay algo en un psiqui¨¢trico que hace enfermar (m¨¢s) a pacientes, familiares, cuidadores y los mismos terapeutas. Para Tosquelles estas instituciones deben ser abiertas a los lugares que las acogen. ?l mismo lo hizo en el manicomio privado (el Pere Matas de su Reus natal, donde empez¨® muy temprano su pr¨¢ctica terap¨¦utica), en el hospital de campa?a (en Sari?ena y en Guadalajara, durante la guerra), en el campo de refugiados (en Setfonts) y en el hospital psiqui¨¢trico p¨²blico (en Saint-Alban, donde pudo llevar a cabo su trabajo m¨¢s sostenido). Si son instituciones abiertas, algo puede mejorar para todos. Con la ayuda de la literatura y del arte, con artesan¨ªa y cine dom¨¦stico y toda creaci¨®n sin otras exigencias que dar ocasi¨®n a la persona alienada de lograr expresarse. Es el recorrido que traza este libro altamente recomendable.
Por muchas razones, hay que leer este libro. Una es la misma personalidad de Tosquelles, que nunca se pon¨ªa por encima de nadie ni de nada. Si hablabas con ¨¦l (lo trat¨¦ poco pero su recuerdo nunca me ha abandonado) su humor te desconcertaba y a la vez te abr¨ªa caminos a l¨®gicas que no te habr¨ªas permitido sin ¨¦l. Hablaba con sus pacientes un franc¨¦s macarr¨®nico a prop¨®sito. ¡°Siempre he tenido la teor¨ªa de que un psiquiatra, para ser buen psiquiatra, ten¨ªa que ser extranjero o hacer ver que lo era. Por ejemplo, es una coqueter¨ªa ¡ªno es una coqueter¨ªa¡ªque yo hable mal el franc¨¦s. Entonces hace falta que el enfermo, incluso el individuo normal, que no me entiende, haga un cierto esfuerzo para comprender. Han de traducir¡±. Es la herida que cada uno lleva consigo lo que permite comunicar al paciente y al terapeuta, seg¨²n Tosquelles.
Catalanista marxista, del POUM, conocedor de la psicoan¨¢lisis desde su ni?ez, interesado siempre en la poes¨ªa como v¨ªa de acceso a la mente y sus recovecos, Tosquelles conoci¨® durante la guerra en Francia y en los primeros a?os del exilio a tantos poetas que se refugiaron con ¨¦l en Saint-Alban o le visitaron, entre ellos ?luard y Artaud, el pintor Dubuffet del art brut, e hizo imprimir all¨ª la que ser¨ªa la primera edici¨®n de la tesis del despu¨¦s influyente Jacques Lacan. Escribi¨® m¨¢s tarde sobre el gran poema de Gabriel Ferrater In memoriam. Son algunas de las medallas que sus admiradores hemos colgado al doctor Tosquelles para enfatizar su legado, que en verdad es mucho m¨¢s extraordinario. Podemos reseguirlo en este libro riguroso y documentado, que incluye numerosos textos y entrevistas con ¨¦l, no siempre f¨¢ciles de transcribir (su cabeza iba siempre a mil por hora) ni su franc¨¦s de traducir (se ha ocupado Adri¨¤ Pujol, y supongo que ha sudado tinta y satisfacci¨®n). Por fin, al alcance, el doctor Tosquelles.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y cr¨ªtica cultural