El despertar hambriento del oso m¨¢s fiero de los Pirineos
Desde el fin de la hibernaci¨®n, el Valle de Ar¨¢n ha registrado nueve ataques a la ganader¨ªa y las colmenas
Los osos siguen acechando reba?os que pastan en altura en el Valle de Ar¨¢n. El lunes se confirm¨® el hallazgo de una oveja destripada cerca de la carretera de Beret. Los agentes rurales del Conselh Generau d¡¯Aran informan de que se trata de un nuevo ataque de oso, el noveno que se produce en mayo, coincidiendo con el fin de la hibernaci¨®n. Ahora se busca al animal para colocarle un collar GPS de seguimiento permanente. Ya llevaba uno, pero en octubre pasado se hall¨® este dispositivo en la Ribagorza aragonesa. ...
Los osos siguen acechando reba?os que pastan en altura en el Valle de Ar¨¢n. El lunes se confirm¨® el hallazgo de una oveja destripada cerca de la carretera de Beret. Los agentes rurales del Conselh Generau d¡¯Aran informan de que se trata de un nuevo ataque de oso, el noveno que se produce en mayo, coincidiendo con el fin de la hibernaci¨®n. Ahora se busca al animal para colocarle un collar GPS de seguimiento permanente. Ya llevaba uno, pero en octubre pasado se hall¨® este dispositivo en la Ribagorza aragonesa. Desde entonces, Goiat campa libre y descontrolado. A ese macho, de unos 200 kilos, se le atribuye un largo historial de ataques a potros, ovejas y cabras. El Gobierno franc¨¦s impulsa la iniciativa en el operativo para capturarlo y volver a colocarle el transmisor. La Generalitat apoya la actuaci¨®n. Varios t¨¦cnicos de medio ambiente de ambos lados del Pirineo colaboran para tratar de localizar al oso con mayor fama de depredador.
El pasado viernes tambi¨¦n se denunci¨® otro ataque a una colmena de abejas en P¨°nt d¡¯Arr¨°s, cerca de la frontera francesa. Colectivos agrarios y ganaderos lamentan los perjuicios y exigen un mayor control para poder rastrear de manera permanente los movimientos de las fieras.
No es la primera vez que el punto de mira se sit¨²a sobre Goiat. El exconsejero de Territorio y Sostenibilidad Dami¨¤ Calvet, lleg¨® a defender la necesidad de capturar al plant¨ªgrado para retirarlo de la zona. Finalmente, se dej¨® a Goiat en el monte, pero su mala reputaci¨®n no ha mejorado. El otro macho conflictivo, Cachou, fue hallado muerto en el fondo de un barranco hace un a?o. Lo envenenaron.
La dificultad que entra?a probar las fechor¨ªas que pueda cometer cada fiera, alimenta la fama, a veces de forma equivocada. Tras uno de los primeros ataques de este a?o, se recogieron muestras biol¨®gicas que han servido para descartar que Goiat fuese el autor de los zarpazos. El perfil gen¨¦tico encajaba con otro macho: Pelut
Hay unos 60 ejemplares de oso en el Pirineo. Para proteger los reba?os, el Conselh Generau d¡¯Aran ha iniciado ya los agrupamientos de ganado, para facilitar la vigilancia a los pastores y minimizar el riesgo. Entidades ecologistas y colectivos en defensa de la presencia del oso minimizan los peligros que representan los plant¨ªgrados. La iniciativa para capturar a Goiat ha levantado cr¨ªticas de agrupaciones animalistas de Francia y Espa?a.