El lento regreso a la pol¨ªtica
Por fin se rompe la m¨ªtica unidad en torno a la raz¨®n patri¨®tica. Es sobre estas fisuras que pueden emerger f¨®rmulas para retomar esta v¨ªa. No hay peor error que no saber por d¨®nde se camina
Los ojos del sector puigdemontista del independentismo est¨¢n ahora mismo puestos en los tribunales europeos. Despu¨¦s de que el Tribunal Constitucional validara la sentencia condenatoria a Jordi Cuixart los focos se han desplazado hacia Estrasburgo, como nueva gran esperanza para sacar los colores a la justicia espa?ola. Un objetivo que muestra ya de por s¨ª una ambici¨®n limitada. La decisi¨®n del Constitucional ha venido acompa?ada de dos votos particulares, que van al fondo de la cuesti¨®n: la desproporci¨®n entre la realidad de los hechos y la condena validada y la restricci¨®n de derechos b¨¢sico...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Los ojos del sector puigdemontista del independentismo est¨¢n ahora mismo puestos en los tribunales europeos. Despu¨¦s de que el Tribunal Constitucional validara la sentencia condenatoria a Jordi Cuixart los focos se han desplazado hacia Estrasburgo, como nueva gran esperanza para sacar los colores a la justicia espa?ola. Un objetivo que muestra ya de por s¨ª una ambici¨®n limitada. La decisi¨®n del Constitucional ha venido acompa?ada de dos votos particulares, que van al fondo de la cuesti¨®n: la desproporci¨®n entre la realidad de los hechos y la condena validada y la restricci¨®n de derechos b¨¢sicos. Por supuesto, hay razones para creer que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede enmendar el ejercicio de los magistrados del Supremo. Pero, como todo el mundo sabe, es un proceso de largo recorrido, como es propio de la justicia europea, que con escaso poder coercitivo sobre los Estados, se pronuncia cuando las cosas ya est¨¢n tan enfriadas que los efectos de sus decisiones pierden entidad.
Oriol Junqueras no renuncia a nada, simplemente constata lo obvio, que el camino es largoOriol Junqueras no renuncia a nada, simplemente constata lo obvio, que el camino es largo
La apuesta por Europa tiene adem¨¢s un factor a?adido: es la bandera con la que se legitima que Puigdemont optara por la hu¨ªda. Desde fuera se podr¨¢ hacer m¨¢s que desde la c¨¢rcel, era el argumento del expresidente, cosa que no es evidente si vemos el protagonismo adquirido, por ejemplo, por Oriol Junqueras y Jordi S¨¢nchez, decisivos ambos en los ¨²ltimos movimientos pol¨ªticos: desde la formaci¨®n de Gobierno hasta la definici¨®n de los escenarios para el futuro inmediato. En cualquier caso, la apuesta por Europa es a largo plazo y limitada. Poco se van a mover los gobiernos, siempre fieles al corporativismo entre estados, y los ¨¦xitos ser¨¢n m¨¢s simb¨®licos que pr¨¢cticos. Lo ¨²nico seguro es que cuando lleguen los presos ya estar¨¢n en la calle.
La importancia que se da a esta v¨ªa confirma lo que todos sabemos: que hay conciencia creciente de los l¨ªmites de la apuesta independentista y que, por ninguna parte aparece un escenario de desenlace pr¨®ximo. Con lo cual, la irritaci¨®n que provoca en algunos sectores de Junts per Catalunya que se reconozca que el objetivo final no est¨¢ en el orden del d¨ªa, s¨®lo puede explicarse por razones de estrategia casera ¡ªes decir, del control del vecindario independentista¡ª. Dicho de otro modo, la insistencia en la v¨ªa unilateral es solo un argumento ideol¨®gico para desprestigiar al socio, y a su vez adversario, que acaba de infligirles una derrota dif¨ªcil de digerir para quienes se consideran due?os de la marca.
A Jordi S¨¢nchez le ha tocado el papel de se?alar al republicano, en la din¨¢mica de pelea entre sociosA Jordi S¨¢nchez le ha tocado el papel de se?alar al republicano, en la din¨¢mica de pelea entre socios
Por mucho que se adornen ret¨®ricamente todos operan en t¨¦rminos de presente: unos buscando v¨ªas de di¨¢logo que retornen el conflicto a la pol¨ªtica y otros intentando recuperar la hegemon¨ªa perdida. Aunque sea a costa de falsear las palabras del otro. Porque Oriol Junqueras no renuncia a nada, simplemente constata lo obvio, que el camino es largo, el recorrido no est¨¢ escrito y queda mucha gente que sumar. Lo que la responsabilidad pol¨ªtica exige es optimizar los sucesivos escenarios que la din¨¢mica social ofrece. Es tan rid¨ªcula la inminente defunci¨®n del independentismo que la prensa espa?ola viene proclamando con escaso ¨¦xito por lo menos desde 2014 como la promesa de aceleraci¨®n del proceso por la v¨ªa de un embate invisible que vienen repitiendo algunos medios catalanes.
El simple hecho que la apuesta del Gobierno de Espa?a por los indultos tome visos de realidad ha abierto brechas en la escena pol¨ªtica espa?ola. Y el cambio de posici¨®n de la vieja guardia socialista, echando una mano a Pedro S¨¢nchez indica que algo se mueve. Por fin se rompe la m¨ªtica unidad en torno a la raz¨®n patri¨®tica. Es sobre estas fisuras que pueden emerger f¨®rmulas para retomar la v¨ªa pol¨ªtica.
No hay peor error que no saber por d¨®nde se camina y en qu¨¦ momento estamos. Pretendiendo acelerar el proceso, en realidad, lo que hace Junts es poner la carreta por delante de los caballos. Puro inmovilismo. A Jordi S¨¢nchez le ha tocado el papel de se?alar a Junqueras, en la din¨¢mica de pelea entre socios. Pero en este magma llamado Junts, una parte de sus colegas han saltado como un resorte contra ¨¦l por haber dicho lo que es evidente: que el 1 de Octubre no era para proclamar la independencia de Catalu?a sino para forzar al Estado a negociar. En la casa de todos la pelea es permanente, porque s¨®lo les une el mito, cada vez m¨¢s descolorido, de la unilateralidad.
Hoy, Pere Aragon¨¨s y Oriol Junqueras est¨¢n m¨¢s cerca de la realidad, que Junts per Catalunya y tengo que reconocer que no consigo entender qu¨¦ hace Jordi S¨¢nchez en un sitio como ¨¦ste.